Chapter 14 👑

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La presión por las pruebas antes de las vacaciones navideñas por fin había terminado

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La presión por las pruebas antes de las vacaciones navideñas por fin había terminado. Ahora sólo debían esperar por los resultados de los exámenes que serían entregados una semana antes de despedirse.

El tiempo había transcurrido y la vida de JiMin continuaba con ese cambio constante y con cero sentimientos funestos en su interior. JungKook lograba encandilarlo y lo mantenía cálido, con mucha protección y con muchas muestras de cariño que cada vez eran más.

Su confianza como pareja estaba aumentando y todo gracias a aquel día en el baño en el que se brindaron una masturbada mutua. Para el rubio fue la mejor experiencia que ha tenido en su vida, aunque no han avanzado a algo más. De momento sólo se tocan de esa manera íntima, aunque en esta última semana no tuvieron tanto tiempo para experimentar sus deseos lujuriosos debido a los exámenes y a que llevaron su concentración a eso. Pero por fin se había acabado y sólo quedaba entregar los proyectos que faltaban, algo que ya tenían casi resuelto.

JungKook tuvo mucho tiempo para compartir con su skateboard nueva. Y JiMin lo acompañaba casi todas las tardes a las rampas para verlo patinar. JiHyun también ha estado en varias ocasiones y su relación con el pelinegro era cada vez más cercana. A estas alturas, ambos padres del rubio sabían de su relación con el chico, algo que no les sorprendió en lo absoluto y que les ponía contentos. Creían fielmente que no había mejor novio para su hijo que JungKook. Ahora éste conformaba la pared de fotos de JiMin; una cuando llegó a su fiesta de cumpleaños y otra que les tomaron como pareja oficial. Esos recuerdos ahora serían imborrables.

Pasar tiempo juntos en las rampas se volvería, quizá, su costumbre más preciada. El rubio no dejaba de sentir un montón de cosas cada vez que lo veía suspenderse en el aire con la tabla pegada a los pies o brincando desde los escalones. Por fin había logrado bajar ese truco y otros más que no había intentado. Cuando JiMin lo vio patinar por primera vez experimentó muchos sentimientos, pero entre ellos dominaba la admiración... admiraba lo que JungKook hacía y fue posible enamorarse aún más de él... de esa parte de su personalidad que incluso el propio padre de éste se atrevió a rechazar. Vio talento en él y mucho potencial para ser un profesional. No debía ser un experto para darse cuenta de que podía llegar muy lejos en ello. Pero JungKook no se había tomado el tiempo de pensar en el skate como una carrera profesional, porque las palabras de su padre tenían algo de verdad; no cualquiera lo lograba y la mayoría de personas que se aventuraban en ello padecían de una larga vida funesta. En algún punto, muchos lo dejaban y optaban por hacer su carrera universitaria. Por esa razón, intentaba no pensar en ello y era continuar con el camino que creía era el mejor.

Sin embargo, esos días en las rampas fueron, quizá, decisivos para él. Desde ese día que patinó con NamJoon, muchos chicos los vieron y se quedaron para observarlos. Ahora que JungKook va todas las tardes, las rampas no están del todo solas. No se ha dado cuenta, pero los inspiró a usarlas y los encargados del lugar habían platicado entre ellos para darles mantenimiento. Cuando el pelinegro vio la remodelación se sintió extraño, pero de una buena forma. Fue como si de pronto le llegara un poco de motivación y quizá más amor por lo que desempeñaba en ese el lugar. Sentía que las cosas estaban cambiando en su interior. Y JiMin también se percató de ello.

Little JiMin & The Heartbreak Prince (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora