La espera por el viernes siempre resultaba difícil. Era bastante bueno masturbarse en el baño, tener sexo en la bodega del intendente o en la biblioteca. Pero siempre hacía falta más comodidad o más tiempo.
JungKook estaba ansioso e inquieto, siempre lo estaba, pero ahora más. Después de esa fatídica visita a su padre lo único que quería era estar con JiMin. Así que, en cuanto volvió a Busan, no se despegó de él más que para dormir. Pasó mañana, tarde y parte de la noche en casa de los Park, aunque ahí no podían siquiera acariciarse porque ellos nunca les dieron ni tantita privacidad. No era porque desconfiaran de ellos, la verdad es que no tenían ni la menor idea, pero pensaron que, después de saber que JungKook había tenido un mal reencuentro con su padre, sería bueno para él tener un fin de semana con ellos en familia. Claro que no estuvo del todo mal, ahora ya les tiene mucho afecto y realmente le hicieron olvidar el trago amargo que vivió.
JungHyun llamó varias a veces a JiEun para reclamarle sobre el comportamiento de su hijo, pero ella lo defendió con uñas y dientes, además de que le echó en cara su nueva familia. Al final, el señor tuvo que aceptar como eran las cosas y de momento sólo recibiría visitas de Somi.
JiEun no entendía por qué razón seguía tan encaprichado en hacer las cosas a su modo si claramente él falló en el matrimonio. Cree que es inconcebible que obligue a JungKook a convivir con su nueva mujer y su hija. El trato para que JungHyun pudiera ver a Somi fue que ella no conviviría con su nueva familia hasta que supieran cómo explicarle la situación, por eso JiEun viajaba, para supervisar que el trato se cumpliera. Conociendo a su ex esposo, en cualquier momento haría de las suyas.
Momentáneamente las cosas se quedaron así y las aguas se calmaron un poco. JungKook se sentía mejor estando en Busan y en los brazos de su chico.
Se había convertido en una especie de cachorro indefenso porque lo seguía a todos lados y buscaba de tener mucho contacto físico. A JiMin le parecía muy adorable y procuraba darle toda la atención y mimos que necesitaba, aunque claro está, conocía perfectamente sus intenciones.
Hoy era viernes.
Hoy JiEun viajaría con la pequeña Somi a Seúl, así que eso sólo podía significar una cosa.
—JungKookie, compórtate— le dijo JiMin.
En todo lo que llevaban de almuerzo, el pelinegro había estado muy cariñoso con su novio. Incluso YoonGi ya estaba fastidiado de tener que soportar esas escenas. Y JiMin, bueno, comenzaba a sentir un poco de calor.
—No olvides enviarme los acordes, JungKook— le advirtió YoonGi.
—No lo haré— le dio un poco de su atención— En cuanto llegue a casa te enviaré los acordes y los demos.
—Bien— sonrió complacido— Ahora, si me disculpan, terminaré mi almuerzo lejos de ustedes.
JiMin dejó salir una risita mientras que JungKook clavó sus labios sobre su cuello. Un gemidito y un pequeño saltito fue lo que obtuvo y se sintió orgulloso. Aspiró su aroma, su calidez, todo. ¡Dios! Estaba muriendo por llegar muy profundo en él.
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Little JiMin & The Heartbreak Prince (Kookmin)
FanfictionLos días en la escuela eran bastante normales para Park JiMin. Tenía buenos amigos, buenas notas y muchas ganas de descubrir el mundo, aunque no su vocación. Pero en su último año todo eso cambia; de pronto sus amigos le dan la espalda y dejan de ha...