La suave voz femenina resonó detrás de ellos, haciendo que todos voltearan a ver a la dueña de dicha voz. De pie detrás de ellos, se encontraba una hermosa mujer de tez morena clara, quien poseía unos hermosos ojos verdes claros y una cabellera castaña, con una vestimenta un poco desgastada. A su lado, estaba el príncipe heredero, vestido con su mejor traje, acompañado de otros dos guardias. Al verlos, todos los saludaron inmediatamente, a excepción de Félix. Pero antes de siquiera pensar en hacer la reverencia, Leonardo levantó su mano en señal de que se detuvieran, negándose a que lo saludaran. Su vestimenta junto con los caballeros ya era muy llamativa para él, a comparación de la reina que venía "camuflajeada", ahora con un saludo lo sería más. No quería incomodar a la gente que tendrían que estarlo reverenciando cada que pasaba a sus lados.
—Madre.— Susurró Félix, puesto que no quería que la gente del pueblo supieran quién era la reina que su majestad el Emperador había traído consigo hace once años atrás, a petición de ella.
La reina simplemente le sonrió y cabeceó, luego miró a Floreya a quien también le dedicó una sonrisa. Sin duda alguna era la viva imagen de su mejor amiga.
—Me da gusto volver a verla, señorita Floreya.—Al escucharla dirigirse a Floreya, Leonardo miró a la joven de ojos esmeraldas que estaba en medio de su hermano y de Lukas. Se veía tan pequeña que la hacía verse como una muñeca a lado de ellos. Mirándola bien, le recordó al retrato que tenía la reina en su palacio donde se aprecia ver a ella junto con su padre y al duque de Angelis acompañado de una joven mujer idéntica a la joven frente a él.
"Debe ser su hija."
—El gusto es mío su majestad.— Floreya cabeceó levemente. Podía sentir la intensa mirada del príncipe heredero puesta en ella. La hacía sentir más incómoda de lo que Félix le hacía sentir al sostener su mano.
—Por favor, simplemente llámame señora Lari. Cuando estoy fuera del palacio, no me gustan que me traten por títulos reales.
—Lamento mi error, s-señora Lari...
"Es ran difícil."
—Ya que todos estamos aquí, ¿por qué no disfrutamos del festival? El olor a comida me está abriendo el apetito. —Habló la reina un poco animada para tratar de disimular su miedo. Leonardo estaba ansioso, a pesar de que trataba de ocultarlo, por poder explorar el festival, ver los juegos que tenían preparados y probar la comida, que no fuera la del palacio.
—¿Qué hay con padre? ¿No dijo que iba a acompañarnos este año? — Habló esta vez Félix mirando a la reina. Justo cuando iba a contestarle, interrumpió Leonardo.
—Padre estará ocupado toda la noche. No todo el tiempo puede darse el lujo de jugar cuando es un "Emperador". —Contestó seriamente Leonardo mientras veía ferozmente a Félix.
"¿Eso fue una indirecta?"
—Es una lástima que "padre" no pueda disfrutar de estos majestuosos eventos, por ser un "Emperador". Creo que sería su primera vez viniendo a uno si tuviera la oportunidad, ¿cierto hermano Leonardo?
"Definitivamente son indirectas."
—Por favor cálmense ambos, no venimos aquí para pelear, al contrario, venimos para disfrutar.
—Es cierto, no he venido hasta aquí para amargar mi noche por alguien como tú. — Habló Leonardo quien seguía mirando ferozmente a Félix. Pero sin dejarse intimidar, Félix tomó un paso hacia delante estando lo más cerca de él, haciendo que soltara su agarre con Floreya.
—Por fin podemos estar de acuerdo en algo, h-e-r-m-a-n-i-t-o.
—No me digas así... — Habló en un susurro entre dientes Leonardo para que fuera poco audible para la reina. Félix sabía perfectamente que al llamarlo él así, podía sacar de sus cabales a Leonardo. Ambos hermanos se odiaban pero trataban de no demostrarlo tanto frente a sus padres, aunque la reina ya lo sabía.
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No Quiero Seguir Muriendo a Manos de la Santa
RomanceHabía quedado seleccionada a una de las universidades más importantes de la ciudad, pero desgraciadamente morí sin ninguna razón en mi habitación. Pensando que había muerto, volví abrir mis ojos en un lugar totalmente diferente. Al poco tiempo, me h...