V E I N T I C I N C O

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—¿Qué haces aquí?

Tony intentó actuar normal, notando que de pronto los nervios de su ser se habían activado y gritaban en él señales de alarma.

—Vine a estudiar nuestro proyecto para mañana y bueno, te vi llegar sin tu café.

"Sin tu café".

Dios, ¿en qué momento notó esos detalles?, ¿en qué momento Steve lo vio llegar?, ¿en qué momento su relación se tensó?, ¿en qué momento Tony Stark comenzó a notar su corazón?

—Ah...

Murmuró bajito sin saber qué decir con exactitud, de pronto las neuronas de su cerebro decidieron apagarse.

—¿Puedo ayudar?

Preguntó Steve con esa sonrisa estúpida y contagiosa. Tony a veces realmente quisiera romperle los malditos dientes.

—Sí, obvio. Somos compañeros de todos modos.

El moreno se acomodó en su asiento y mordió su labio en repetidas ocasiones cuando Steve no lo miraba.

El rubio se sentó junto a él y su aroma lo invadió completamente. Maldijo en su interior cuando recuerdos de ellos en su camerino se vinieron a su mente como una película ultra detallada. Su aroma, sus gestos, sus sonidos, sus manos recorriendo su cuerpo, su piel blanca y sus labios entreabiertos cuando...

Tony se levantó como un resorte de su asiento, y sintiendo una jodida ola de calor por todo su cuerpo, miró a Steve, quién lo miraba confundido.

—Lo siento.

—¿Por qué?, Tony, ¿estás bien?

—No, en realidad no, yo... no me siento muy bien y creo que debería ir a mi habitación a descansar.

—Okay, te acompaño.

—¡No!. — Mierda, se alteró demasiado. —Quiero decir, no, gracias Steve.

—Tony, ¿pasa algo?

El mencionado tomó sus cosas con una rapidez impresionante, y miró el café sobre la mesa. Intacto.

—Steve, ¿podemos hablar mañana?, por favor.

Estar cerca del rubio le producía síntomas que desconocía por completo, y no quería sugestionarse y mucho menos darle la razón a Loki.

—Tony...

—Gracias por entender.

Vió por última vez la mirada de Steve, y no supo descifrarlo en absoluto. Bueno, tampoco puede descifrarse a sí mismo.

—Y... gracias por las donas y el café, Steve, no era necesario.

Tomó las cosas mencionadas y salió de la biblioteca sin mirar atrás. Sus mejillas ardían con intensidad, sus piernas temblaban y el frío ya no formaba parte de sus pensamientos.

Joder, Anthony. ¿Te estás enamorando?

Mientras Tony huía como un cobarde, Steve mirada el camino por dónde el moreno se había ido, y se preguntó si hizo algo mal, si debió acercarse o si tal vez fue demasiado obvio con sus sentimientos y eso asustó a Tony.

Maldición.

Poco común - [Stony]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora