D I E Z

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Lunes por la mañana. Steve no fue a Brooklyn, mucho menos salió de su habitación durante el fin de semana, se dedicó a estudiar y hacer de su estrés lo que más lo calmaba: pinturas.

Su mente últimamente estaba siendo un caos, sentía que estaba descubriendo cosas nuevas sobre sí mismo, y no sabía qué tan cómodo lo hacía sentir eso.

Decidido a dejar sus pensamientos en su mente, acordó un trato con su consciencia. Asistiría al prostíbulo pero sólo cuando sintiera que fuera algo necesario. No quería verse a sí mismo como esos viejos asquerosos que van a lugares así a diario. Él es diferente.

Sam seguro había pasado la noche despierto jugando en la computadora, porque además de los mensajes de texto, no sabía nada más sobre su amigo. Hizo una leve mueca, tomó su mochila y salió de su habitación.

El clima frío lo ayudaba a calmar sus pensamientos, porque siente que todos saben que asistió impulsivamente a un prostíbulo bisexual y que estaba dudando sobre sus gustos. Esa idea no puede estar más errada, sólo Steve sabe qué pasó el fin de semana.

Acomodó su bufanda, caminando por los pasillos del campus, yendo directamente a su salón de clases. Los lunes suelen ser días intensos de estudio y de boxeo, debe concentrarse.

Steve ni siquiera notó el momento en que el profesor ya estaba en el salón comenzando la clase de diseño arquitectónico.

—Antes de comenzar, me gustaría recordarles que dentro de un mes tenemos la feria de ciencias.

Otra feria de ciencias más. No hay cosa más difícil de entender para Steve que las ferias de ciencias, siempre rodeadas de robots, experimentos riesgosos y una que otra cosa que termina explotando. Es sumamente peligroso.

—Este año no sólo serán ciencias, chicos, porque de manera oficial les comunico que el departamento de diseño y arquitectura se unieron a la feria anual.

El bullicio y los comentarios se hicieron presentes en el salón. Steve se removió incómodo en su sitio. Detesta la ciencia, ¿y ahora tendrá que trabajar con ella?, es una desgracia.

—No se pueden negar, porque esto equivale a la mitad de su promedio final, así que les sugiero que vayan conociendo a sus compañeros científicos o ingenieros.

Luego de esa aclaración que acabó toda esperanza de no asistir que Steve tenía, el profesor continuó con su clase.

Uh, y además Bucky ni siquiera estaba en la clase para quejarse con él.

Vaya lunes de mierda.





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Hola hola crayolas, ¿qué tal?, comenten qué les va pareciendo y si quieren que continúe. Anímense, no muerdo u.u

Poco común - [Stony]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora