Poco común - [Stony]

E P Í L O G O

Habían pasado ya tres meses desde aquella noche en que por fin pudieron dejar atrás todos los secretos y rencores para por fin comenzar a ser ellos mismos, y también para comenzar una relación amorosa.

Estuvieron todo el verano rehaciendo el reactor Arc y el proyecto para aprobar. Esta vez, lo lograron con distinción.

Como habían pasado largo tiempo en el campus, y prácticamente vivían juntos, tuvieron intensas noches donde ambos se demostraban su amor.

—¿Entonces...?

Preguntó Steve mirando a Tony descansando sobre su desnudo pecho, mirándolo directo a los azules ojos.

—¿Entonces qué?

—¿Vas a dejar definitivamente el trabajo?

Tony hizo una mueca, sentándose con sus piernas abiertas sobre el torso de su novio, mientras acariciaba con sus manos el pecho contrario que aún estaba algo sudado.

—Supongo que sí. — Respondió luego, porque habían ganado ambos una beca gracias al excelente proyecto que habían creado. —Aunque no sé si quiero vivir con un desconocido.

Se encogió de hombros, y mojó suave sus labios cuando las caricias se volvieron más lentas.

—Pues. —Steve puso sus manos sobre las caderas de su novio, acariciando también. —¿Qué tal si hacemos un cambio?, quizás a Bucky eso no le molestaría.

Tony se rió con diversión, y subió una de sus manos a la mejilla del rubio, acariciando.

—¿No quieres compartirme, Rogers?

—Por supuesto que no, Stark.

El castaño se inclinó para besar al más grande, sintiendo las manos de Steve recorrer su cuerpo. En un movimiento rápido, el castaño fue quién quedó abajo y sonrió, amando la nueva faceta que había descubierto en el otro hombre.

—Umh, bien, podrías hablar con Bucky y así haces, por primera vez en tu vida, algo contra las reglas.

Cuando ambos comenzaron a frotar sus cuerpos con lentitud, Tony abrazó a Steve por el cuello, aferrándose a él y tirando de su cabeza hacia atrás contra la almohada.

—Creo que tener sexo en las instalaciones de la universidad también es contra las reglas.

Murmuró con voz ronca el rubio, continuando con los movimientos provocadores que su pareja aceptaba y seguía con mucho gusto.

—Entrar a un camerino en un prostíbulo sin permiso creo que también lo es.

Dijo entre gemidos el castaño, riendo cuando el rubio lo miró con la expresión seria, y comenzó a besarlo sólo para no sentirse avergonzado.

Estaban en eso cuando la puerta de la habitación se abrió.

—Ste... ¡por Dios, dime que están jugando a las escondidas o algo así!

Ambos se separaron al oír el grito de Bucky. Tony se puso a reír mientras Steve salía de encima suyo, y se cubría con las mantas.

—Mierda, Buck. Se supone que llegabas mañana.

—Apesta a sexo. —Reclamó el de cabello largo, dejando su bolso en su cama. —Díganme por favor que no hicieron fondue en mi cama.

—No exageres, Barnes. Sólo vine aquí porque mi habitación ya no es mía.

—Creaste un monstruo, Stark. Creo que me agradaba más el Steve virgen.

Steve tomó una almohada y se la lanzó al de cabello largo, causando risas de los dos castaños.

—¿Acaso no eras tú quién quería que su amigo tuviera sexo? —Preguntó Tony acurrucándose en el pecho de su novio. —Pues ya lo tiene. Varias veces al mes... a la semana... de hecho, al día.

—¡Tony!

Reclamó avergozando Steve y Bucky sólo tapó sus oídos con sus manos.

—Saldré de la habitación y volveré en diez minutos. Por favor, hagamos como que esto nunca pasó.

Bucky salió de la habitación y cerró la puerta.

—Tenemos diez minutos. —Murmuró Tony sonriendo, volviendo a sentarse sobre Steve. —Para mí es tiempo más que suficiente.

Steve rió cuando sintió la pequeña mano en su entrepierna desnuda, pero no se negó.

—¿Diez minutos?, ¿acaso es una maratón?

Tony sonrió divertido, y volvió a besar a su novio hasta sentir en su mano la erección del contrario.

[...]

Las clases iniciaban en dos días, así que Tony, algo temeroso, tomó la mano de Steve mientras entraban al prostíbulo causante de que se conocieran.

Era de día, aún no abrían así que Anthony fue directamente a la oficina de RedSkull. Renunciar le causaba escalofríos, sobretodo por ese hombre intimidante y turbio.

—Tranquilo, estaré aquí en todo momento. Estoy para ti Antoshka.

Tony sonrió un poco más confiado, y mordió su labio antes de darle un corto beso, y entrar a solas a esa oficina.

—Oh, mi dulce Anthony. ¿Ya decidiste regresar a nuestro hogar?

Preguntó el sujeto apenas lo vio. Tony tragó duro, y negó rápido.

—No. Sólo vine a darte mi renuncia. No volveré nunca más a este lugar.

—¡¿Qué?!, ¡no puedes...!.

Antes de oír otra palabra, Tony salió de la oficina, tomando la mano del rubio y caminando de prisa fuera del local.

Un peso menos.

—¿Estás bien?

Tony miró a su pareja, y sintió que todo estaba en orden. Todo estaba absolutamente bien.

—Estoy excelente, mi rubiales.

Ahora sólo faltaba hablar con su padre, hacer las paces, trabajar en su relación de apoco. Mudarse a una habitación compartida, y por supuesto, mantener su linda y muy poco común relación de ensueño.

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ahora sí mis amores, lo debido es deuda. ha concluido.

se viene 2da temporada. (es broma).

les tqm. besitooos<3.