Ruta de sangre

10. El cliché Perfecto

Yennevie

–¡Tú eres el raro!

Me defendí como pude, no era mi culpa nunca haber necesitado usar el transporte público, digo no era por presumir pero siempre tuve chofer y auto propio, el autobús nunca fue una necesidad, él estaba en la misma condición no entendía como demonios había aprendido a andar en trasporte público.

–Yo no soy un niño mimado...

Dijo con una sonrisa de suficiencia ¿otra vez con eso? Creí que ya habíamos dejado por La Paz el tema de ser "una niña rica y mimada"

–Solo eres grosero y mal educado.

Ambos nos sentamos en la parte trasera del autobús, sin decir nada más, mi mente daba vueltas en la situación, si hace tres días me hubiesen dicho que viviría tantas cosas en menos de 48 horas, me hubiese burlado pero ahora estaba aquí y no podía hacer nada para cambiar mi situación, por si no fuera ya bastante malo ser el objetivo de un mafioso alemán un nudo en mi estómago se había formado desde la mañana, y no era hambre...

Sentía algo parecido a la ansiedad, el estómago me daba vueltas, mis manos temblaban, tenía repentinos cambios de temperatura pero, y esto era lo importante, solo aparecían cuando veía por mucho tiempo a Levi, y no entendía porque demonios me estaba pasando, no era repulsión tampoco era enojo pues ya estaba familiarizada a estos sentimientos ¿Qué era?

Flashback (Yennevie de diez años, 2010)

–mami ¿cómo se siente el amor?

Su madre le sonrió y la abrazó mientras ambas estaban sentadas en el banco del piano de cola del gran salón.

–¿porqué lo preguntas princesa?

–Es que mi tutora me leyó un libro de...
William...William y un apellido chistoso

Dijo la niña algo avergonzada por no recordar el apellido del autor.

–Shakespeare mi amor ¿Cual de sus novelas te leyó?

–Romeo y Julieta, dos amantes que vivían en Verona Italia...

–Ya veo, entonces hija ¿no te quedó claro cómo se siente el amor?

–Mi tutora dijo que ellos eran unos tontos por haberse enamorado tan rápido, que eso no tenía fundamento sólido y que era solo un embelesamiento.

–Bueno para las personas como tú tutora o tu padre el amor a primera vista es algo tonto y loco, carece de estructura pero, para otras personas como el escritor de esta obra el amor es algo un poco más libre y difícil de controlar, además es más fuerte incluso que la vida misma, te hace sentir cosas indescriptibles y también te hace cometer tonterías, ese puede ser un punto de vista del amor...

–Pero ellos sufren mucho por culpa del amor.

–No hija, el amor no es el que los hace sufrir, es la condición en la que se genera ¿en algún momento Julieta sufrió por sentir amor? No...
Sufría por las consecuencias que generaría su elección, pero esto era porque el resto especialmente su familia, no aceptarían el amor entre ella y Romeo, el amor no lastima, el amor genuino te haces sentir feliz y completo, pero es difícil de hallar y muchas veces te traerá dificultades a tu vida.

–Nunca me voy a enamorar, eso me hará débil, mi papá no estaría feliz y mi tutora tampoco.

La madre de Yennevie negó con la cabeza y despeinó un poco a su hija.

–Igual de obstinada que tu padre, pero algún día encontrarás a alguien que te haga sentir cosas muy lindas, y entonces recordarás mis palabras, del amor no se puede huir.