25.De acuerdo al plan

65 15 12
                                    

Paolo
29 de diciembre (mansión Silverblade)

Desde la pequeña charla que había tenido con mi querida hija todo parecía haber vuelto a la normalidad, ella encerrada en su habitación lejos de donde pudiese causarme problemas y cerca para que pudiese vigilar cada paso que daba, aunque eso no era fácil ya que los empleados eran unos incompetentes que le complacían todos sus caprichos sin resistencia alguna, incluso había conseguido un teléfono nuevo sin mi autorización, pero ya que estaba de un excelente humor no tomé represalias contra la estúpida sirvienta que se lo había comprado.

—¿Señor Paolo? Su invitado lo está esperando en la sala.

—¿Que te dije sobre llamarme señor? Yo soy el dueño de tu vida mujer inútil debes llamarme como lo que soy, todos en esta casa saben que soy su amo, su dueño ¿acaso eres nueva?

La mujer temblaba sin poder responder, cada día era más difícil conseguir buena servidumbre.

Hoy seré compasivo y perdonaré tu falta pero no vuelvas a llamarme de esa manera ¿entendiste?

—S...si amo no volverá a...

—Y no hables sin que te de permiso, de verdad que pones a prueba mi paciencia, vete ya.

Qué fastidio al menos deberían de portarse a la altura, les estaba dando la oportunidad de sus vidas al trabajar para mi, no cualquiera podría tener ese honor y aún así cometían errores tan simples.

Pero esta era mi cena de año nuevo, había tenido un excelente año y una miserable sin valor alguno no estropearía mi velada. Cuando bajé al salón pude ver al castaño de ojos claros sentado observando las esculturas que decoraban la mesa de cristal.

Es una réplica exacta del David de Miguel Ángel pero en una versión más pequeña, pagué mucho para tenerla aquí.

—Tú gusto es realmente exquisito Paolo, pero no esperaba menos de alguien de tu calibre.

Ambos estrechamos nuestras manos con fuerza, como si fuésemos viejos amigos, tener a los influyentes de mi lado era algo que siempre supe conseguir por lo que esto no era nuevo y aunque actualmente nadie era más fuerte que yo los aliados nunca estaban de más.

Permiteme agradecerte nuevamente por no tomar en cuenta el comportamiento de mi hija inmadura Eren, nunca creí que ella inventaría algo tan absurdo como un ataque para justificar sus imprudencias.

—No te preocupes, tu hija es joven como yo, seguramente sólo está buscando vivir un poco, hasta cierto punto creo entenderla.

En eso tienes razón, mi hija solo quiere divertirse un poco antes de tomar el control que le corresponde, por eso intento ser suave con ella pero como ves creo que la estoy mimando un poco de más, después de todo es la única hija que me queda, obviamente quiero que mi princesa sea feliz.

—Y es admirable que aún con todo esto te preocupes por la felicidad de tu hija, realmente respeto mucho eso.

—Te lo agradezco Eren, viniendo de un hombre joven y exitoso como tú es un gran cumplido, este viejo se ha esforzado mucho para llegar hasta aquí.

La comida fue servida en la mesa del salón principal que había sido decorado para la ocasión, los platos llenos de manjares y la suave música creaba un excelente habiente para sentirse en confianza, sentimiento que quería despertar en Eren.

—¿Y tú hija nos acompañará?

—¿Eh? Si claro debe de estarse arreglando en este momento.

Ruta de sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora