Pretty boy 🫧 Galliard • SnK

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Ooh, oh, oh, oh
No, no
Ooh, oh, oh, oh
No, no



– En la última batalla quedó claro que las armas comunes superarán a los titanes. Si Marley se debilita, el derecho a la vida de los eldianos peligrará aún más. Nuestra etnia podría extinguirse. La única solución posible –se levantó.– es que Marley obtenga el Titán Fundador y los recursos de Paradis –se acercó a un escritorio y tocó el globo terráqueo.– Hay que dejarle claro al mundo entero que la isla es una amenaza –sacó una fotografía de los Tybur del bolsillo interno de su saco.– Y una historia requiere un narrador –lo arrojó sobre la mesa y los periódicos.– La familia Tybur aceptó el puesto.

– ¿Los custodios del Titán Warhammer?

– Los Tybur nunca usaron su titán contra otros países. Y al ser una de las familias que ahuyentaron al Rey Fritz, tienen influencia en el extranjero. El mundo tendrá que escucharlos.

– Muy bien, Pieck. Así es –le dio la razón, señalándola.

– No obstante –intervino Porco.–, los Tybur vivieron holgadamente en sus tierras –miró al de lentes.– ¿Ahora quieren hacerse los héroes? ¿No es demasiado oportuno?

– Te entiendo –se acercó a la mesa nuevamente.–, pero a los Tybur también les preocupa Marley.

– Pero nosotros...

– Si servirá para salvar a Marley, perfecto –interrumpió.– Los guerreros colaboraremos con los Tybur –miró al mayor.–, para crear las bases del resurgimiento de Marley.

– Eso es –miró a la ventana.– Pronto se celebrará un evento clave en Liberio.

– ¿Qué evento?

– Vendrán periodistas e invitados extranjeros, y los Tybur harán una declaración –los miró de nuevo.– Dirán que conquistaremos Paradis en un año. El destino de Marley y los eldianos depende de esta operación. No podemos fracasar. Unamos nuestros corazones por el bien de nuestra patria.

[Días después]

Galliard salió del edificio militar de Marley, y caminó en dirección a las puertas de Liberio. Bostezó de pronto, tenía sueño, pero esa somnolencia se desvaneció cuando algo chocó contra su pecho; frunció el ceño, disgustado, y miró hacia abajo a la persona con la que chocó.

– Oye... –gruñó.

– ¡Ah! –dio un paso atrás.– Lo siento~ –sonrió, juntando las manos delante de su rostro.

Su expresión de suavizó al ver que aquella persona era una chica, y una muy bonita: era más baja que él, de echo él le sacaba una cabeza de altura, tenía brillantes ojos negros, largo cabello rubio, suelto y decorado con una diadema lila con pequeñas perlas blancas, y vestía un vestido lila se cuello alto, abultada falda y mangas Julieta algo transparentes. Se notaba que era de la nobleza, tanto por su vestimenta como por su postura, delicados movimientos y tono suave de voz; además, olía a rosas.

Su rostro se le hacía conocido, pero estaba seguro de que no había visto personalmente a una chica tan linda antes.

– U-Uh...No, discúlpame tú a mí...

– Está bien, iba distraída –rió dulcemente apretando el libro que traía contra su pecho.

Tn observó bien a ese chico, aunque para verlo a la cara debía levantar ja mirada. Tenía el cabello rubio oscuro tirando a castaño, ojos avellana; vestía informal, pero se notaba que era militar, con una chaqueta y pantalones verdes, pero lo que más llamó su atención era ese brazalete rojo con una estrella blanca de seis puntas en su brazo izquierdo.

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