Anime 💖 One Shot (pt.2)

You right 💕 Mitsuya/Ran • TR

Tengo un hombre, pero te quiero a ti
Tengo un hombre, pero te quiero a ti
Y son sólo los nervios por sólo un pene
haciéndome pensar en alguien nuevo
Sabes que tengo mucho que decir
Trato de esconderlo en mi cara
y no funciona, ves a través de mi cara
que sólo quiero estar contigo

Nakano Tn se removió bajo las sábanas, despertando finalmente; se sentía terrible, su cabeza dolía mucho y su estómago tenía una sensación molesta que la hacía querer vomitar. Llevó una mano a su frente mientras soltaba un quejido, volteó la cabeza hacia un lado y exclamó sorpresa.

A su lado, en aquella cama que claramente no era la suya, estaba un joven hombre delgado y sin camisa, de cabello color borgoña con mechones lila claro, y un tatuaje en su garganta de la silueta de una Hanafuda.

Se incorporó rápidamente, sintiendo una ligera brisa algo fría en su pecho y su cabello rozar su espalda; bajó la cabeza para ver su propio cuerpo, notando que estaba desnuda, y tomó rápidamente las sábanas blancas con cobertor negro para cubrirse. Cubrió su rostro con una mano, sintiéndose extremadamente avergonzada, y culpable, se supone que estaba comprometida; apenas recordaba lo ocurrido la noche anterior, pero tenía pequeños flashbacks que no le enorgullecían. Tomó aire, intentando calmarse, y se levantó de la cama, tomó su ropa del suelo y comenzó a vestirse con algo de prisa; quería irse de allí cuanto antes.

– ¿Ya te vas? –preguntó una voz masculina y ronca a sus espaldas, sobresaltándola.– Podríamos desayunar juntos...como antes.

– ...No quiero nada contigo, Ran –se colocó su falda.– Lo nuestro terminó hace tiempo –acomodó el body que llevaba.

– Por supuesto, por eso terminaste en mi cama –rió.– Admítelo, sólo terminaste conmigo porque tu padre era realmente molesto.

– Tal vez –se giró, mirándolo.– Pero, ¿Ves esto? –enseñó el anillo en su dedo anular.– Es un anillo de compromiso, voy a casarme.

– No debes estar muy convencida si terminaste en mi cama.

– ¡Estaba ebria! Ni siquiera recuerdo cómo llegué aquí –llevó una mano a su cabeza y suspiró.– Más bien, tú no debiste aprovecharte de una chica ebria. Como sea, esto jamás pasó –lo miró de nuevo.– No necesitamos vernos de nuevo. Y, si me disculpas –tomó su bolso y abrigo.–, tengo un prometido esperándome en casa.

– ¿Segura que no quieres quedarte un poco más? –se incorporó.– Podemos desayunar juntos como en los viejos tiempos, en nuestra cafetería favorita.

– Basta, Ran.

– Lo veo en tu rostro, quieres quedarte...pero sientes que está mal y por eso te haces la ruda.

– Lo qué tú digas –se dio la vuelta.– Bye~ Espero no volver a verte –se despidió, saliendo de la habitación.

– ¡¿No quieres que te lleve?!

– ¡Claro que no!

Haitani Ran rió divertido y, al escuchar la puerta de su apartamento ser abierta y luego azotada con fuerza, suspiró y se dejó caer hacia atrás, quedando recostado nuevamente. La vería de nuevo, aunque ella no quisiera, pues...sabía dónde trabajaba, y tenía los recursos para meterse, pues como dicen: el dinero mueve al mundo.