Capitulo 1
Enero 1917
El frío había disminuído, haciéndole pensar a Candy que lo peor del invierno estaba por terminar, tomando su bolso, Candy salió de la clínica feliz en la cual seguía trabajando a pesar de las innumerables quejas de la tía abuela. Albert ya había tomado su papel como cabeza de la familia en todos y cada uno de los negocios, y a pesar del tiempo transcurrido, aún no había sido presentado como tal. Y por lo que había escuchado en las vísperas del año nuevo mientras comía alegremente con Annie y Archie, la tía abuela estaba organizando una gran fiesta para presentarlo como era debido.
Candy descansaba plácidamente en una banca del parque cercano a la clínica, mientras el frio viento despeinaba sus rizos ahora domados en una coleta en lo alto de su cabeza, estaba pensando seriamente en escribir una carta a Annie y Patty, quienes desde hacía poco más de medio año habían sido enviadas a un colegio para señoritas en Filadelfia en el cual, no solamente se les enseñaba a comportarse y ser damas de sociedad, sino que estaban dando término a sus estudios de segunda enseñanza, y en el mismo colegio, se les daba una breve introducción a la administración.
Repentinamente, un lujoso auto llamó su atención, alcanzó a ver la insignia de los Andrey pensando que se trataba de su querido Albert, al cual hacia bastante tiempo no veía, corrió alegremente hacia el auto pero mayúscula seria su sorpresa, al encontrarse con el rostro de la tía abuela.
-Tía abuela-saludó Candy.
-Candice-fue el seco saludo de la tía abuela Elroy-me gustaría charlar contigo, anda sube.
Más que una petición, eso había sido una orden así que Candy obedeció en silencio, preguntándose que era lo que podía desear de ella la tía abuela, pues después de que Albert echara por tierra los planes de Neil de contraer matrimonio con Candy, las ocasiones en que llegaban a coincidir, la tía abuela ignoraba por completo a Candy.
-Seré breve Candice-exclamó finalmente la tía abuela-como miembro de la familia Andrey, te exijo te comportes como tal. Sé que William es tan bondadoso que no te pediría hacer nada que tú no quisieras, y dada tu negativa de contraer matrimonio con Neil, te suplico si es que realmente aprecias a mi William, no ensucies su nombre y nuestro apellido, con tus caprichos.
-¿De qué manera puedo estar ensuciando el apellido andrey?-preguntó Candy.
-Trabajando en esa clínica, pero sobre todo, el estar viviendo sola, eso no es propio de una señorita de tu rango, Candice.
-Pero lo único que deseo, es evitarle algún disgusto con mi presencia, tía abuela-respondió Candy, había perdido la cuenta de las ocasiones en que Albert le insistía en ir a vivir a la mansión Andrey, pero ella se negaba, pues sabia lo incomoda que le era su presencia a la tía abuela-y si trabajo en la clínica, es porque me gusta ayudar a la gente.
-Para nada me incomoda tu presencia Candice, es solo que no me agrada tu forma tan liberal de ver la vida. Se lo mucho que hiciste por mi querido William cuando este perdió la memoria y no me alcanzará la vida entera para agradecértelo-los ojos de la anciana se humedecieron ligeramente.
-No tiene que agradecerme-dijo Candy, tomando las manos de la anciana.
-Por favor Candy, se buena y conviértete en el orgullo de la familia Andrey, tú y William son ante la sociedad, los últimos auténticos Andrey, no permitas que la estirpe de honorable caballeros, pero sobre todo, de bien educadas damas se pierda.
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Falsas impresiones
FanfictionEn un mundo en el que las apariencias son las que rigen, Candy se verá envuelta en mentiras e intrigas, para poder probar un poco de la felicidad que siempre le ha sido negada... ¿Podrá salir airosa de todo eso?