NO SOY TUYA

Capítulo #44 💕

Perdón por errores ortográficos.

Pov Emily.

El cuerpo de Caruzo se desploma como si fuera un saco de patatas. Me rio sueltamente por ello.

—En nombre de los hermanos Ciarabinos y Ana maldito. —vocalizo.

Todos los hombres de Caruzo me apuntan con sus armas, mientras que los de Doyle apuntan a los de Caruzo. Y los que quedan vivo de Ciarabinos al fin llegan. Básicamente, todos se apuntan con todos.

Ian mira con ¿dolor? A su amigo muerto. El segundo al mando de Caruzo me ve con ira, levanta su arma furioso y uno de los hombres de Ciarabinos lo mata.

Todos los agentes que están presentes se tiran al suelo cuando la lluvia de balas comienza.

Me arrastró e intento salir de en medio de la balacera, pero me sujetan y no es nada más y nada menos que Lucas, gran hijo de perra.

—¿A dónde crees que vas maldita perra?, tú creaste esto y luego huyes, siempre actuando como una zorra. — despotrica.

Qué se joda si cree que voy a caer ante él. Lucas podrás ser más grande y podrá tener muchísima más fuerza. Pero en este jodido momento yo tengo que tomar la ventaja, ya que si caigo por su culpa, cualquiera de todos los que me odian podrían matarme. Tengo que vivir, porque tengo dos niños a los cuales ver crecer.

Sonríe con sus malditos y feos dientes —Después de lo que hicisteis hoy, ni aunque le hagas un oral a Doyle o le propongas otro hijo, vas a salir ilesa.

—Voy a disfrutar tanto ver como te borra esa sonrisa de engreída que tienes.—fanfarronea.

Con cuidado me pongo de pie y en un abrir y cerrar de ojos me abalanzo sobre Lucas. Él cae al suelo y yo caigo sobre él. Me pongo a horcajadas sobre él y con velocidad Safo la correa de mi camisa y la enrolló en su cuello, lucha contra ello y logra hacer que suelte la correa, pero clavo mis dedos en sus ojos, obligándolo así a soltarla, en su estado de dolor grita y se vuelve vulnerable a mí, nuevamente enrolló la bonita correrá en su cuello, y disfruto de verlo luchar por aire.

Si hay alguien a quien odio casi tanto como a Ian es a este malnacido. Le tengo odio desde hace tan tiempo que me da placer saber que su vida se va a acabar por mi propia mano.

Las balas a tras de mí dejan de sonar mientras enfocó mi vista en Lucas.

Y después de un minuto más, su último aliento sale. Y me regocijo en él. Alzó la mirada del suelo con felicidad solo para ver a mi ex equipo verme con horror.

No siento lástima por matarlo, este hombre no merecía vivir, al igual que Ian es un monstruo.

La expresión de su cara al verme matar es un claro indicio del porqué ya no somos combatibles, ellos creen que soy mala por elección, pero no es así. Lo soy porque el destino me obligó a serlo. Y si me toco ser la mala, hay que ser una mala memorable, ¿no?

Alguien me estrella contra suelo. Me confundo por unos segundos y estoy a punto de darle un tiro a la persona que casi hace que me haga un feo golpe en la cara contra el suelo. Pero no lo hago al sentir la ráfaga de balas que se estrellan hacia donde yo estaba hace un momento.

Me salvo.

Lo miro por unos segundos y es uno de los que trabajaban para Ricardo y mi. Su boca está llena de sangre, una bala lo impacto.

Me arrastró hacia un escritorio cuando las balas vuelven hacia mí. Tiro un par de disparos hacia los hombres del difunto Caruzo.

Y corro hacia la salida del bullpen. Los hombres de Ricardo ahora míos corren conmigo y evitan que me disparen.