Capítulo 15#

250 23 7
                                        


Washington DC Estados Unidos

Narrador Elizabeth Prentiss.

—¿Qué te causa gracia? Porque desde mi perspectiva nada de esta situación es cómica.

Allan fija  su vista en mi y yo la mía en él, en más de treinta y cinco años de matrimonio nunca le baje la vista a este hombre y no voy a empezar hoy.

—Lizi, tú y yo somos personas inteligentes, pero por desgracia tu hija cadece de inteligencia. El hecho que se acostara  con un terrorista por un perfil lo demuestra. Es una zorra barata.

Siento la necesidad de darle una  bofetada al papá de mi hija , pero tomó de todo mi  autocontrol y me tranquilizó, pero mi autocontrol no dura nada, así que le cruzó la cara de una bofetada a mi marido.

—¿Cómo te atravez a hablar de mi hija de esa forma? —le reclamo.

—¿Qué sucede liz, te molesta que te diga que tu hija es una prostituta? Solo piénsalo de esta forma, si se acostó con un terrorista ¿con quién más lo habrá hecho?, tiene treinta y cinco años y no se casado, es claro que ha tenido más parejas sexuales que años de vida. Lo bueno en todo esto es que no lleva mi apellido, porque sería  una desonrra para el apellido Grey.

—No vuelvas a referirte como prostituta a Emily, qué haya dormido con un terrorista no es algo que apruebe, pero eso no quita el hecho que ella es una heroína, salvo vidas al destruir la organización de Doyle, hizo algo bueno por el mundo,  algo que tú nunca  haz hecho y ni harás, y ¿así le agradeces?  llamándola prostituta. —le grito furiosa.

—Voy a dejar algo en claro aquí Allan.
No quiero volver a escucharte llamar prostituta, o cualquier otro subnombre ofensivo a Emily, porque si le vuelves a decir así, te juro por la tumba de mi padre que te vas a arrepentir. —le digo con un tono más calmado.

Me sigue mirando pero no dice nada, lo cual es raro, ya que siempre tiene que dar su opinión, aunque nadie la haya pedido.

—Nos vemos Allán—me despido y por un momento creo que dejara de actuar como un idiota y el hombre con el que me case y  tuve un hijo volverá y correrá  conmigo a ayudar a encontrar a nuestra hija. Pero no lo hace.

Sigo mi camino con mi vista en alto, mi mente va a mil por hora, toda la situación de Emily es complicada. Y me frustra, y ahora esto, mi matrimonio con Allan en los primeros veinte años fue fácil, de ahí en adelante ha sido complicado, pero ahora cada día que pasa huele más a divorcio.

Así  que lo más probable es que esta mañana haya perdido mi matrimonio y a mi hija, pero me niego a aceptar lo segundo, así que haré todo lo que pueda para encontrar a Emily.

NO SOY TUYA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora