NO SOY TUYA

Capítulo 40

Perdón por errores ortográficos.

Pov Caruzo

Maldito sea el día que a Doyle le pareció buena idea confiar en esa perra insufrible. Lauren Reynolds o Emily Prentiss como carajos se llame, no es más que un dolor de cabeza. Un plaga a la  que hay que eliminar desde la raíz.

Hace  casi quince años le dije a Doyle que esa mujer seria su perdición, desearía con todo mi ser haberme  equivocado.

Apareció de la nada, idiotizo a Doyle, se hizo mano derecha de él, destruyó su negocio, lo envío a la cárcel, le quito a su primer hijo. Destruyó a Valhalla, una organización que estubo en las sombras durante casi dos décadas. Miles de patéticos policías intentaron destruirnos y fallaron.

Y esa maldita solo necesito un par de sonrisas y guiños para que el estúpido de Doyle le diera en bandeja de oro todo  el material para destruirlo en bandeja de plata.

Y como si eso fuera poco, cuando  mi viejo amigo  escapa de prisión, en ves de ir y matar a la  cucaracha esa, viene y se casa con ella. Y  para colmo la convierte en la madre de sus hijos.

No hay que ser inteligente para darse cuenta que jamas va matarla. Los embrujo de esa mujer son tan grandes como para que después de todo lo que le ha hecho a Doyle, él no pueda hacerlo. Y agregandole a la receta del embrujo dos  embarazo, terminó de joderse a todos nosotros.

Se volvió intocable. Nadie va matar a a la madre de los descendiente  de valhalla.

Solo espero que cuando la capturemos  en un par de minutos, mínimo le dé una golpiza  para que sufra la malnacida esa.

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Yo y quince  de mis hombres más leales y letales  vamos a la propiedad de Ciarabinos. «Otra cucaracha» por Doyle, cuando llegamos a Estados Unidos héramos conscientes de que Emily y Ricardo se encontraban aqui para una emboscada contra Ian.

Así que decidimos con el antes mencionada que él  llevaría un rastreador para poder seguirlo, Lauren no lo va matarlo de un solo tiro, la bruja querrá torturar  primero. Y es así como su  patética venganza nos está dando municiones para atacarla.

Llegamos a la propiedad qué Ricardo y Emily utilizan.

—Maten a todos los que se les crucen, a excepción de la mujer de Doyle y Ricardo  Ciarabinos —les ordenó a mis hombres ya que a él último me voy a cargar yo, y Emily es de Ian.

Nos acercamos  en completo silencio. Una ves estamos en posición. Doy la orden para que empiezen las ráfagas de disparos. Escucho balas atravesar paredes y chocar con objetos.

Pero es no es nada comparado al sonido de balas impactando contra cuerpos. La adrenalina de matar personas me hace  sentir muy vivo.

Mientras más adentro estamos en la casa, puedo ver sangre  por doquier, los cuerpos de los hombres de Ciarabinos ya hacen tirados como la basura que son.Nos seguimos moviendo, hasta que llegamos a un tipo sótano.

Desiendo con cuidado, pero preparado para volarle el cerebro a quien se me cruce. Pero al bajar solo encuentro a Doyle con expresión de aburrimiento.

—Tardaste demaciado. —Me dice.

—Te estaba dando tiempo para que platiques con tu esposa—Le digo con sarcasmo .

Me mira mal. Pero no me importa.

—¿Dónde están tu esposa y el idiota de Ciarabinos? —Le pregunto mientras  lo suelto de la silla donde esta atado.

—No estaban arriba—Le digo ya que no me respondió.

—Emily se entregó al FBI, alegando que tenía conversaciones pendientes. Y Ciarabinos salió —Me responde mientras se levanta y  subimos las escaleras.

Una ves arriba lo veo  sonreir satisfecho y orgulloso al ver el amasacre que cree.

—¿Ahora qué ? —le pregunto mientras escucho a lo lejos las sirenas de la policía acercarse.

—¿Tienes a mis hijos? —Me pregunta mi viejo amigo. Asiento.

—Entonces vamos por su
madre.

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Estamos en el corazón del FBI. Infiltre  a algunos de  mis hombres como repartidores de comida. Ellos entrarán  por el frente. Otros entran  como personal de limpieza  por atrás.

En cambio otros entramos por arriba, el edificio del buro tiene un helipuerto  lo que nos da la oportunidad de usar los  helicópteros como  medio de trasporte para la huida.

Una ves aterrizamos en el helipuerto. Le doy luz verde a mis hombres para que se acerque con las camionetas. Un total de 8 camionetas con 36 hombres  se posicionan para entrar al FBI

Por el comunicador Doyle les dice a todos que les arrancará la piel si llegan a dañar a Emily. Siento la necesidad de estrellar a mi amigo por su estupidez. En un año que ha estado sin ella, él volvió a ser como antes, inteligente, temido y audaz. Pero solo aparece ella y se idiotiza

Una ves todos advertidos. Él da la orden para entrar.

Que el señor tenga piedad con cada uno de ellos, porque agente que vea, agente que se mueré.

En un comienzo pensé hacer que Doyle narrara este capitulo . Pero al final decidí que lo narrara
Caruzo.

Espero les haya gustado.

Dicho todo esto.

Muchas gracias por leer y votar.