Capítulo #41

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Perdon por fallas ortográficas..

Pov Emily

—Derek te lo ruego no me dejes aquí.—le pido perdiendo completamente la actitud de perra. Penélope y él me observan. Me insitan a explicar el ¿por qué?

—Mi sexto sentido me dice que quien se está infiltrando en el edificio es Caruzo el más grande aliado de Doyle.Yo, yo no soy su persona favorita. !Así que por favor no me dejes aquí¡—Les digo de la manera más tranquila que puedo.

—Emily, no podemos sacarte de aquí. Tenemos órdenes de solo sacarte de esta sala si te llevamos a una celda. —me explica Derek.

-Derek no podemos llevarla a una celda, si tiene razón y el que está tomando el edificio es ese tipo Caruzo, la estaríamos dejando sola, sin refuerzos, desarmada y sin ninguna manera de defenderse— Grita nerviosa García. Me quedo en silencio viéndolos a ambos.

—García, lo sé, pero son las ordenes.—ke responde mi ex colega, tratando de mediar con ella.

—Al demonio con las ordenes Morgan. Ya perdí a mi amiga durante cinco años, no la voy a perder otra ves porque un trajeado del octavo piso lo demandó— alega Penélope.

—García.

-No me hagas García, Derek.
Morgan se queda en silencio. Se gira hacia mi y me tira las llaves de las esposas y rápidamente me las quito.

—Camina rápido, porque si alguien nos ve, Garcia y yo perderemos nuestro trabajo.—me informa y asiento con la cabeza.

—Como si me importa mi trabajo—Murmura Garcia.

Bang bang.

Se escucha en la planta baja, hay silencio absoluto durante unos segundos antes de escuchar una rafaga de disparos. El edificio se queda en un silencio abrumador nuevamente, hasta que tres pares de pasos se escuchan cerca, Derek levanta su arma, García se pone detrás de mí, y yo, yo solo rezo porque no sea Caruzo, él nos va matar.

La puerta se abre de golpe y mi corazón se detiene. Al segundo me relajo un poco ya que quién abrió la puerta es Aaron. Jenifer y Dave vienen detrás de él.

—Morgan, Rossi, lleven a Prentiss a una celda ya. Ian Doyle vino por ella. —demanda mientas me ve molesto.

"Ian Doyle vino por ella" me congeló al escuchar eso. Con rapudes recobro la compostura.

—El no vino a sacarme de aquí. Esto es un secuestro. Va a secuestrarme y Caruzo va a matar a todo aquel que se le cruce. —digo directamente, no hay tiempo para andar por las ramas.

—¿Cómo qué secuestro? ¿No estáa tu con é? —me cuestiona confundido e iracundo Aaron.
Miró el suelo mientras pienso que decirle.

Decidí decir la verdad —Me escape de Doyle hace unos meses, me lleve a mis hijos  conmigo y he estado huyendo de él y al mismo tiempo cazandolo durante todos estos años— Confieso.El rostro de todos es de absoluta sorpresa.

—¿HIJOS? ¿PLURAL? —grita García.

—Si, plural, son dos, un niño y una niña. —le digo y empieza a llorar. Los demás me ven impactados. La mayoría de personas no saben de la existencia de Alannah, Ian reducio la cantidad de personas que saben que tiene hijos conmigo.

—Si lo que estas diciendo es cierto, ¿Por qué no viniste a nosotros por ayuda?—Me pregunta JJ con dolor, durante unos segundos puedo ver a la JJ que era mi amiga.

—Porque no podía, de haber venido a ustedes él los hubiera matado. Mi única opción para escapar era Ricardo Ciarabinos, así que cuando él me ofreció fugarnos acepte.

Más disparos se escuchan solo que ahora son más cerca. Jenifer me mira sin saber que hacer.

—Hotch creo que deberíamos llevarla con nosotros—propone  Morgan.

—No, no podemos llevarla, es muy peligroso.—responde Aaron. Lo miró suspirar con fuerza.

—Todos ustedes vallan por armas a la armería. Tú—me señala—ven conmigo.

Todos obedecen, García me mira una ves más y corre hacia mí.

—Mantente a salvo, necesito tener una noche de chicas contigo y necesito conocer a tus  mini tu. Sus palabras me hacen reír genuinamente.

Mi sonrisa se borra cuando Hotch me toma del abrazo y me me dirije a fuera de la sala.
Caminamos a paso rápido pero con precaucion, mientras caminamos ráfagas de disparo siguen sonando.

Doblamos una esquina y me paralizó al ver a donde me lleva. Hijo de perra traidor.

—Hotch— le digo a forma de advertencia..

—Lo siento Emily, son las ordenes.—solo eso me dice. Un guardia me abre la celda. Por un momento pienso en pelear con él, pero desisto de la idea.

Entró a la celda y me siento en la esquina. —Valla, el gran agente Hotchner está dejando a una mujer herida y sangrante en un lugar lleno de tiburones, sin ningun arma para defenderse. Eso es ser muy profesional agente —le digo con veneno. No espero nada de él, y aun así logra decepcionarme.

Me mira, y vuelve a suspirar con fuerza. Lo observó a agacharse y tomar el arma de su tobillo. La pone en la celda.

El guardia que al parecer decidió que era oportuno dar su estúpida opinión habla. —Agente, ¿no cree que es una mala idea darle un arma a esta prisionera?

Estoy tan cabreada, que no me importa un demonio que el hombre tenga razón.—Nadie pidió tu opinion— le grito.

Aaron le da una de sus típicas miradas que harían correr al diablo antes de irse. Me deja sola con el guardia idiota.

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El intento de guardia con el que me dejaron, esta casi orinandose en los pantalones por el miedo. (idiota)

Camino de lado a lado por la celda, tratando de relajarme. Sin resultado alguno. Me siento y observó al intento de guardia que esta parado al lado de la celda.

Es un hombre de unos 45 años, fornido y alto. Es bastante guapo.

Estoy apuntó de decirle que me saque de aquí y que corra por su vida, cuando un bala impacta con su frente. La escena es atroz, una aparte de su cerebro literalmente está en la pared.

No importa cuán jodida es la escena, rápidamente me abalanzó hacia el y le quito las llaves..

Con manos temblorosas habro la puerta de la celda justo en el momento en que dos de los hombre de Doyle y Caruzo entran.

Levantó el arma y les disparo, veo a uno caer muerto, segundos después le disparo al otro y también muere. Los mate y no siento culpa alguna.

Tomó el arma automática de uno de ellos y la coloco en el suelo mientras le quito el chaleco kevlar al otro. Me coloco todo bien y salgo.

Corro por los pasillos y escucho y veo:


Lamento, gritos , súplicas, golpes, cuerpos, sangre y caos es lo que se escucha y se ve el FBI.




Estoy tan emocionada y tristes, nos estamos acercando al final de esta historia..

Gracias a todos los que siguen leyendo.

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Adiós.

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