16🍂 visitando al kazekage

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- dime cuales son los tratados que esta haciendo suna..- le exigí con molestia al peliplata que estaba sentado tras el escritorio.

- supongo que ya te enteraste...- dejó los papeles que tenia en la mano y se levantó caminando hacia mí.

- dime que no es cierto- pedí.

- es un matrimonio por conveniencia, la hija del daymio se intereso en gaara.- dijo colocando su mano en mi hombro.

- ¿desde cuando lo saben?- pregunté sentándome en la silla.

- un par de semanas después de que llegaste aquí- contestó recostandose del escritorio.

- eso fue bastante rápido...- dije con una pizca de sarcasmo.

- el kazekage la ha rechazado un par de veces pero la arena necesita más ayuda y la hija de un político rico puede tener mucha influencia.

Solté un suspiro, no podía volver y exigirle a gaara que no se casara, no si yo misma le dije que no podíamos continuar, no si eso lo iba a meter en problemas, no si era el kazekage, cuyo deber es velar por su pueblo- supongo que no querían decirme para que no interfiriera- el hatake asintió- no voy a hacerlo, gaara tiene un deber primero con su pueblo y después...- lleve mi mano al vientre- después con lo demás.

- lo lamento akiko.

- no lo hagas- me levante y caminé hacia la puerta- kakashi...- llamé antes de salir y el peliplata volteo hacia mí- iré a verlo antes de que temari se regrese.

- eso podría darnos problemas.

Negué- conseguiré que acepte el tratado, lo prometo.

Se quedó pensando por un momento- enviaré el permiso a la puerta, saldras mañana temprano, temari estará un par de días más así que tienes tiempo.

Sonreí -gracias...- y salí del lugar, con un pequeño nudo en la garganta pero segura de lo que debía hacer, gaara estaba rechazando el matrimonio por mi culpa y eso solo traería problemas, llegué a casa y empecé a empacar, saqué las camisas viejas que me habían entregado cuando llegué aquí, eran anchas y oscuras perfectas para disimular el pequeño bulto en mi vientre.

Me miré al espejo cuando saqué toda mi ropa, aún estaba deseable, el bulto en mi vientre apenas se notaba y podía esconderlo fácilmente metiendo la barriga, aunque no por mucho, solo el suficiente para hacerlo entrar en razón, me di un baño y con todo listo me metí a la cama, mañana seria un largo día...

- ¿estas segura de esto?- preguntó el peliplata de pié a mi lado.

- más que nunca- contesté.

- toma...- me entrego una barra de chocolate- para los antojos.

- eres un gran hokage- dije y el revolvió mi cabello.

Con ese gesto partí de konoha, atravesé la selva en un día y medio casi sin descanso, tome un par de telas frescas que había traído para el desierto y las empapé en agua antes de colocarmelas encima, estaba en el borde entre el bosque y la arena, pero el calor se sentía igual de fuerte que estar en medio del desierto, era medio día, el punto más alto de calor en el lugar, saqué la barra dulce que me había dado el hokage y le di un par de mordiscos, eran la energía que necesitaba, adelanté lo más que pude y cuando se hizo media noche pare, saqué algo de comida y un polvo energético que me había dado sakura, lo mezcle con el agua y lo tomé, necesitaba ese impulso extra ya que temari seguramente saldría en la mañana hacia suna y yo debía estar llegando allí.

Corrí lo que restaba de noche y cuando el sol empezó a asomarse por el horizonte llegué a la colina de arena en la que podía ver perfectamente la entrada de suna, solté un suspiro y me quite los trapos que traía encima.

gaara (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora