37🍂 el perdón

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Los pasillos de la torre nunca me habían parecido tan largos como lo hacían en este momento, se sentian oscuros y fríos, las ventanas estaban cerradas y kankuro iba delante de mí, guiando el camino hacia mi habitación.

- sabes, solo esta asimilando todo- dijo cuando finalmente llegamos, abrió la puerta y una vez dentro respondí.

- lo sé, solo quisiera que no fuera tan duro- acomode al pequeño sobre la cama y lo cubrí con la manta- mañana hablaré con él de nuevo.

Asintió y fue hasta la salida- ¿quieres que te traiga algo?

Lo pensé un momento mientras miraba el lugar- no, estoy bien, gracias.

- si quieres comida, ya sabes donde queda la cocina.

- siempre tan cordial- dije con un bufido.

- oye, no soy temari que atiende a sus invitados, conmigo es estilo buffet- dijo con gracia.

Solté una pequeña risa y el la devolvió- creo que primero me daré un baño, hoy a sido un día largo...

- esta bien, nos vemos mañana.

Después de eso salió, me quedé mirando la puerta un momento y luego fui hacia el baño, tomé un conjunto de noche que estaba en el closed y decidí ir a la cocina, las luces estaban encendidas así que entré en silencio pero estaba vacía, miré por la ventana y no se veía casi nada afuera había una tormenta de arena que nublaba todo, era como estos momentos, quizá así se sentiría él por dentro ahora, solté un suspiro con decepción, seguramente por eso Gaara había ordenado que nos quedáramos, tomé una taza y le puse algo de cereal de la alacena, abrí la nevera y saqué la leche para hecharla encima, aparte la silla de la mesa y me doble la pierna para subir en ella, cuando iba a dar el primer bocado pude sentir que alguien venía así que baje la mano y me quedé mirando la mesa en silencio.

Un escalofrío me recorrió cuando aquel cuerpo pasó a mi lado, dejo un vaso en el lavaplatos y se lavó las manos, estuvo allí un rato en silencio, al igual que yo, levanté un poco la vista y con las mejillas sonrojadas la volví a bajar cuando comenzó a darse la vuelta, debía verse muy bien y Lucía tan casual que hasta me parecía alguien más.

Un escalofrío me recorrió cuando aquel cuerpo pasó a mi lado, dejo un vaso en el lavaplatos y se lavó las manos, estuvo allí un rato en silencio, al igual que yo, levanté un poco la vista y con las mejillas sonrojadas la volví a bajar cuando comen...

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Se sentó en el otro extremo de la mesa y se quedó mirando hacia la ventana.

- hay una fuerte tormenta- su voz tan ronca me estremeció.

Tomé de nuevo la cucharilla con cereal mientras la mano me temblaba un poco y asentí para luego comer.

Él se levantó y lo seguí con la mirada, sacó un plato de la alacena y un pan de la bolsa, abrió la nevera y tomó el pote de mermelada, de la gabeta o ví agarrar un cuchillo y luego sentarse, con paciencia abrió el pan y le untó la mermelada, dejó el cuchillo a un lado y comenzó a comer, no dejaba de ver la ventana, parecía perdido en sus pensamientos y yo no podía dejar de mirarlo, deseaba perderme en sus ojos, hundirme en ese verde aqua y navegar entre sus pensamientos, en medio de aquello y sin quererlo solté un suspiro que lo hizo volver a la realidad.

Volteo a verme y mis mejillas empezaron a arder, aparté la mirada y tomé el plato vacío- gracias por permitir quedarnos hoy- dije mientras me levantaba para llevarlo a lavar.

Escuché la silla moverse y solo cuando sentí el calor de su cuerpo noté que se había acercado, estando detrás de mí pasó el brazo por un lado y dejó su plato junto al mío- no sólo fue por eso- dijo casi en un susurro cerca de mi oído, la piel de la nuca se me erizó por el tono de su voz y mis mejillas ardieron aún más.

Iba a levantar la mano para tomarlo y él me detuvo, tomó mi mano y la apreso con la suya contra el mesón, la electricidad del choque de su piel me recorrió el cuerpo entero- gaara..?

- quería tenerte cerca- trague en seco, algo en mi pecho empezaba a calentarme el cuerpo pero no sabía si debía ser así

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- quería tenerte cerca- trague en seco, algo en mi pecho empezaba a calentarme el cuerpo pero no sabía si debía ser así.

- igual.. igualmente gracias.- miré de reojo nuestras manos y comencé a mover suavemente mi dedo índice, solo un poco, instantes después él hizo lo mismo hasta que apretó por completo mi mano y una sensación relajante nació desde mi vientre haciéndome cerrar los ojos y casi recostar mi cabeza de su pecho.

Su otra mano comenzó a subir por mi otro brazo lentamente- hace frío y estas un poco desabrigada- susurró.

Sentía que mi cuerpo se quedaba sin fuerzas cada vez que lo escuchaba hablar- fue lo que encontré en el closed... pero ahora estoy bien- mi voz empezaba a desaparecer cuando sus dedos se acercaban a mi codo.

- ¿estas segura?- acercó más su cuerpo a mí y volví a tragar.

- uhum...- solté apenas.

El ambiente hostil y frío se había ido, estábamos en una burbuja solo él y yo ahora, la tormenta afuera parecía no querer parar y yo tampoco.

Me moví hacia atrás lentamente hasta apenas rozar nuestros cuerpos- tú...- me detuve a pensar en lo que diría y cuando su dedo gordo comenzó a acariciar mi mano decidí decirlo- tú cuerpo es cálido...

- ¿puedo abrazarte?

Sentí mariposas en el estómago y la respiracion se me aceleró con esa pregunta, asentí para que lo hiciera y poco a poco sus manos se soltaron y comenzaron a rodear mi cintura hasta que estuve por completo entre sus brazos- ¿así esta bien?- preguntó en mi oído.

- esta perfecto...- dije en un suspiro, mi cuerpo tenia muchas sensaciones en este momento y me gustaba, coloqué mis manos sobre las suyas y empecé a acariciarlas, era algo lindo estar así ahora.

- perdón- soltó de repente y me estremecí.

- no hay nada que perdonar- dije con suavidad mientras veía por la ventana.

- fui un patán, te hice tantas cosas que ahora...

- ahora no importan- lo interrumpí- gaara, el pasado quedó atrás- gire un poco las cabeza para verlo de reojo- debemos concentrarnos en el futuro.

Su mirada se suaviso y hundió su cara en mi cuello mientras me apretaba, yo solté una pequeña risita y acaricié su cabello.

- deberíamos dormir, se hace tarde- dije cuando vi el reloj de la pared.

- no quiero soltarte, tengo miedo de que te alejes de nuevo- sentí ternura, gaara no era más que un niño con muchas responsabilidades y un duro pasado.

- no me sueltes- dije recostando mi cabeza de su hombro.

Sentí su boca rozar con la piel de mi cuello y luego su calido aliento- ¿puedo hacerte mía?- susurró la pregunta con la voz ronca.

En ese momento, supe que no había vuelta atrás...

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Aaaahhhhhhh!!!!! Lo conquistó de nuevo.

Es que esa gente no se dejó de querer, tienen mucho filing ❤️

Nos leemos en el siguiente capítulo.

gaara (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora