Cuando abrí los ojos parecía estar metida en un sueño, la luz hacia brillar las pequeñas esporas de arena que flotaba en el aire, haciendo de la habitación un mágico lugar, volteé a mi derecha y ahí estaba él dormido, con su cara de muñeco de porcelana, acerqué mi mano para tocarla y antes de hacerlo la suya me detuvo.
- buenos días aki.
- buenos días gaara- contesté. Él beso mi mano y luego me rodeó con su brazo para acercarme. Yo comencé a acariciar su cabello y ambos cerramos los ojos, disfrutábamos de lo que teníamos ahora.
Pero estábamos a punto de estar completos...
*plop plop plop*
Parecía que querían tumbar la puerta, me senté y me cubrí antes de escuchar a quien llamaba.
- ya levantense tortolitos, la cría necesita comida- esa rasposa voz no podía ser otro más que kankuro, gaara y yo nos sonreímos y fui corriendo a la puerta.
- oh cariño, ya despertaste- dije con una enorme sonrisa mientras tomaba al pequeño.
- si bueno- se asomó un poco por mi lado para rastrear a gaara- buscaba algo en mí que yo no tengo- dijo levantando la ceja y mirando a mis pechos.
- él ya no las usa- una ceja me empezó a saltar de molestia.
- que bueno porque no sé como se iban a turnar, bueno me voy- se despidió con la mano y yo me quedé con el puño extendido.
- ese kankuro me las va a pagar- dije en camino a la cama donde me esperaba mi pelirrojo con una enorme sonrisa.
- ¡papá!- llamó el pequeño y se tumbó a sus brazos.
Gaara lo tomó y le alboroto el cabello, ambos estaban felices y eso me llenaba el corazón.
- se parece tanto a mí, ¿como lo escondiste tanto tiempo?- preguntó.
- bueno ya sabes, les dije a todos que ese color era común, además huía de temari y de tí cuando iban a konoha- Sus sonrisa se opacó un poco- no te preocupes cariño- acaricié su rostro- todo está bien ahora.
- deberíamos ir a comer algo...
Se levantó y nos acomodamos, colocó al pequeño Taiyō en sus hombros mientras yo salía tras él con rumbo a la cocina.
Después del desayuno fuimos a la oficina donde el castaño ya nos esperaba.
-al fin llegan, creí que tendría que seguir haciendo todo- se quejó.
- deberías- dije sacandole la lengua.
- sigues sin poder hacer las cosas rapido- comentó gaara.
- no es tan fácil para mi, no estoy acostumbrado a esto- señaló los papeles- hoy los ancianos tienen reunion y eso significa aún más trabajo.
- gaara es muy bueno para el papeleo, no sé como te atrasaste tanto kankuro- dije levantando un par de hojas.
- estuve luchando en el desierto con una maniaca que explotó bombas en mi rostro- me miró con el ceño fruncido y yo me ruborice de vergüenza- ya que todo se arregló llego el momento de hablar de las cosas importantes- siguió- ella no puede pasearse por la oficina cada que quiera- me señaló.
-¿porqué no?- pregunto gaara, aunque fue algo retórico- va a tener mi permiso- se sentó tras el escritorio y puso a taiyo en sus piernas.
- la esposa del kazekage falleció hace menos de dos meses, los ancianos van a armar un alboroto cuando la vean.
Yo que estaba parada a su lado asentí- tiene razón, sería un enorme problema si se enteran de Taiyō- dije.
Gaara pareció pensarlo un poco y después con una media sonrisa miró al pequeño a la cara- ya estoy fastidiado de ellos.
- pero son el consejo de la aldea y hay que tener cuidado con ellos- comentó kankuro tirándose sobre la silla a mi lado.
- es cierto gaara, no podemos enfrentarlos así.
- como kazekage tu deber es...
- como kazekage- interrumpió- tengo el poder de hacer lo que quiera.
- te meterías en problemas.
- ya estoy cansado de comportarme como un niño frente a ellos- se quejó.
- la mejor será esperar, podemos decir luego que lo adoptaras, no habrá sospechas- dije, sabía que la duda se reflejaba en mi rostro pero quería ocultarla con una sonrisa, en realidad no estaba segura si podría hacerlo, después de todo, siempre había sido un heredero de sangre el que gobernará suna, la gente podría ponerse en contra de él por esto.
- akiko- llamó- ¿deseas que siga escondiendolos?
Los ojos de kankuro me miraban de reojo, yo me removí en mi lugar y mientras apretaba mis puños miraba hacia el piso- debes hacer lo mejor para la aldea gaara incluso... incluso si decidieras dejar el anuncio para después y dijeras que lo adoptaras no se si la gente lo aceptaría, siempre he pensado en ello..- me quedé en silencio un momento para contener mis sentimientos- creo... que deberíamos seguir ocultos, no solo por ahora...
Él pareció desconcertado, me miró y luego a kankuro para terminar en el pequeño que tenia sobre sus piernas- ya no quiero seguir siendo un niño regañado- se levantó y cargó al pequeño- si la aldea no los acepta entonces llegó el fin de mi liderazgo.
- ¡no puedes hacer eso!-regañó kankuro poniéndose de pié.
El rostro de gaara seguía imperturbable.
- gaara, no tengo problema con esconderme, no quiero...
- pero yo sí- me interrumpió- no voy a continuar ocultándolos, les daré lo que tanto han pedido.
Levantó la mano y una ventisca de arena se los llevó a ambos, kankuro y yo quedamos en shock.
-¿a donde fue?- pregunté con una expresión de sorpresa.
Kankuro se quedó en silencio y de pronto su ceño se frunció- maldición, si hace eso yo tendré que tomar el mando- dijo y salió corriendo por el pasillo.
Me quedé confundida así que corrí tras él ¿a donde iría y qué planeaba hacer? No lo sabía pero kankuro parecía tener una idea.
Sigsagueamos entre los pasillos de la torre hasta que se detuvo frente a una puerta y la abrió de golpe, ambos tratábamos de recuperar el aliento y allí estaba él, parado frente a todo el consejo con Taiyō entre sus brazos, miré alrededor y los ancianos parecían sorprendidos y estaba segura que no era por nuestra repentina intromisión.
- ella es la madre y la boda se celebrará lo antes posible.
Entre mi sorpresa abrí los ojos y las mejillas se me acaloraron, quería desaparecer en este momento cuando los ancianos del consejo me miraban con molestia, kankuro hecho un par de maldiciones en silencio y gaara me extendió la mano para que me colocara a su lado.
- ¡esto es una broma!- gritó uno de ellos y me asusté.
- el kazekage no puede tener un hijo con otra mujer y de pronto aparecer lo así como así- regañó otro.
- ¡es una deshonra!
- sí, ¿que clase de circo es este?
- ¡no lo aceptamos!
Me sentía pequeñita y quería esconderme, gaara apretó mi mano y dio un paso al frente.
- yo soy Sabaku no Gaara, kazekage de suna, ustedes son solo consejeros y al final del día soy yo quien decide qué y como hacer las cosas, no les pregunte si aceptaban mis decisiones, solo se las informe lo que pasaría y no quiero escuchar una sola palabra sobre lo que debería hacer, ahora nos retiramos.
Nos dio la vuelta y salimos del lugar lo más rápido que se pudo...
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Eso papacito, ponte lo pantalones!!! Jajajajajajaja.
Belleza de capítulo vale!
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gaara (Terminada)
FanfictionAkiko, una joven ninja retirada después de la cuarta guerra se encuentra con Gaara el cuarto kasekage, un pequeño tropiezo da inicio a la relación más complicada que puedan tener. La historia va a contener lemmon 🍋🍋 y es para mayores de 18, así qu...