gaara (Terminada)

33🍂

- no podemos decirle aún- kankuro estaba junto a la pelinegra sobre la azotea de la torre del kazekage.

- también hay algunas cosas que arreglar primero, no puede salir un heredero del kazekage justo después de que fallece su esposa- siguió shikamaru mientras soltaba el humo del cigarrillo que fumaba.

Gaara estaba en cama desde lo ocurrido hace un par de semanas y había tenido una reacción negativa a mi presencia así que optaron por negarle que me encontraba en la aldea.

-ya hablaremos con los ancianos sobre esto, pero primero dejaremos que él se recupere- kankuro miró a Taiyō y se agachó a su altura para frotarle la cabeza- papá es un tonto, como se le ocurre tener un paro cuando te ve- dijo con una risa contagiosa que hizo reír al nara.

Mis mejillas se sonrojaron de vergüenza y le di un golpe en el hombro al castaño- eres un idiota kankuro, no da risa, estaba muy preocupada- dije mientras él se quejaba del dolor.

- no es mi culpa que casi lo mataras.

Fruncido el ceño y le di la espalda- eres un idiota.

- ya, ya... dejen de pelear, yo tengo que volver a konoha o la fiera que esta en casa va a matarme- dijo el nara con la mano en la frente.

Volteé a verlo- ¿que dijo cuando se enteró?

- quería venir ella misma a pelear contra shijima, kakashi me ayudó a evitarlo- bajo los hombros y miró al piso- no sé qué hubiera pasado si ella caia en la trampa...

Un momento de silencio me erizó la piel, algo así podría terminar con su embarazo y sería peligroso- todo estará bien- le dije poniendo mi mano en su hombro- dale mis saludos a ino, kankuro dijo que también tendría un bebé,  la extraño mucho y Taiyō igual- le sonreí y se perdió dentro del edificio.

- yo debo volver ala oficina, los papeles se acumulan- comentó el castaño.

- kankuro...-llamé,  volteo hacia mí y con una sonrisa terminé la frase- gracias.

El solo asintió y se fue, yo me recosté de la baranda y mientras acariciaba la piedra pensaba en el pelirrojo que se encontraba en su cuarto recluido, pronto lo volvería a ver...

*Un par de semanas después...

*con gaara...

Mientras las estrellas se movían sobre el manto oscuro de la noche el kazekage parecía decidido, kankuro negó que la pelinegra estuviese en la aldea pero no estaba loco, podía jurar que aquella sensación sobre sus labios era real y ese niño...  tomó su túnica y en una ráfaga de arena salió de la torre, se escabulló entre las calles de la aldea con dirección hacía aquella casa, de pronto una corriente eléctrica lo recorrió,  era ella, era su chakra, sus ojos se abrieron y fue más veloz, esta vez la iba a encontrar.

*con akiko...

- no tenías que quedarte hasta tan tarde- le dije al castaño mientras recogía los platos de la mesa.

- no quería estar en esa oficina, entre los ancianos y gaara queriendo volver a trabajar me están volviendo loco, este es un buen descanso- acomodó las sillas y se tomó el último trago de la botella de sake.

- yo quería eso...- le dije con un puchero y el ceño fruncido, habíamos estado tomando un poco después de que acosté a Taiyō,  kankuro trataba de ordenar las cosas en la aldea mientras gaara se recuperaba y estaba estresado así que lo invité a cenar, el pelirrojo tomaría su puesto de nuevo en unos días y nuestro plan para que me reúna con él se pondría en marcha, todo estaba listo para ello, la muerte de shijima fue anunciada como un catastrófico accidente y el daymio por vergüenza con el kazekage seguiría apoyando a la aldea, después de todo, la culpa era de su fallecida hija, sequé mis manos y me dirigí a la sala con el castaño.