Akiko, una joven ninja retirada después de la cuarta guerra se encuentra con Gaara el cuarto kasekage, un pequeño tropiezo da inicio a la relación más complicada que puedan tener.
La historia va a contener lemmon 🍋🍋 y es para mayores de 18, así qu...
Mientras vestía a Taiyō pude escuchar un alboroto desde fuera, no distinguí que decían así ni quien hablaba así qué decidí salir, quizá era alguna de las chicas que quizo pasar a saludar así que debía explicar porque estaba kankuro aquí, me dí una palmada mental y tomé al niño entre brazos de nuevo- ¿que ocurre kanku...- me quedé en silencio total al ver de quien se trataba, esto iba a ser muy malo- temari...- dije casi inaudible.
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- esto... esta no puede ser...- dijo dando un par de pasos atrás por la impresión y chocando contra shikamaru que me veía como si se disculpara, la mirada de ella estaba directamente sobre Taiyō y eso me asustó.
- maldición aki, te dije que te quedaras en el baño- regañó kankuro acercándose a mí y cubriendonos con su cuerpo- yo me encargo.
- lo siento, creí que...- estaba asustada, había sido tan cautelosa para evitar justo esto.
- ¡kankuro!- regañó la mayor- ¿como pudiste hacer esto?- se acercó y lo tomó del cuello de la camisa- ¡un hijo!- sus ojos estaban llenos de lágrimas a punto de salir- por eso gaara estaba tan molesto, el sabía que era tuyo, ¿por eso no aceptabas casarte?
Cubrí mi boca con sorpresa, no había escuchado que le pidieran al castaño casarse, mire por un lado a shikamaru que solo parecía analizar lo que ocurría quizá para encontrar alguna solución.
- ya basta temari, no te metas en mis asuntos- se soltó de su agarre y la hizo un poco hacia atrás.
- dijiste que ella era una cualquiera- siguió y mis mejillas se tornaron rojas, un poco de molestia y un poco de vergüenza, creí haber dejado ese asunto atrás.
- eso ya no importa- defendió- quiero que salgas de aquí.
- no.- sus lagrimas le corrían por el rostro, no sabía exactamente si era dolor o rabia.
- temari, no quiero problemas- advirtió con el ceño totalmente fruncido.
- creo que deberíamos dejar esta conversación para mañana- dije para tratar de calmar los ánimos pero eso no pareció funcionar.
-¿esto era lo que buscabas? - me preguntó- querías acostarte con uno de mis hermanos ¡ ESE ERA TU MALDITO PLAN! ¡no pudiste tener a gaara y te metiste con el idiota de kankuro!
Con sus gritos Taiyō empezó a llorar y yo me hice hacia atrás mientras un círculo de arena comenzaba a rodearnos, maldición, esto era malo, muy malo.La rubia abrió los ojos con sorpresa, sabía de solo una persona a la que la arena protegía y no era a mí, mientras yo calmaba al pequeño shikamaru decidió intervenir.
- temari, será mejor que nos vallamos, hablaremos en la casa- y la tomó del hombro.
- no van a engañarme...- dijo aún en su sitio, giró la cabeza a un lado y miró de nuevo al castaño- los espero mañana en mi casa- se dio la vuelta y salió junto al nara.
