28| Harmful obsession

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Emily

Por un lado me siento mal con Tom por tener que romper su contrato. Es decir, quizás no necesitaba del todo el trabajo, pero lucía bastante feliz mientras lo hacía.

Aún así, eso no quitaba el hecho de lo incómodo que era para él estar cerca de Alexandra. Imagínense tener a alguien encima de ti las 24 horas del día, acosándote e intentando llamar tu atención de todas formas posibles, cuando claramente no estás interesado.

Muchas veces tuve que sacarla de las greñas por aparecerse en casa sin invitación y querer pasarse de lista con Tom. Sinceramente no tenía problemas con sacarla, y ni mencionar a Bill. Recuerdo la vez que le lanzó un balde de agua en la cara, arruinándole por completo el maquillaje y peinado. Por un lado me sentí mal, pero por el otro satisfecha.

Tom y yo nos encontrábamos en la habitación, alistándonos para dirigirnos a la dichosa empresa. Toda la noche estuvo hablándome de eso y por lo visto, está muy decidido.

— Amor, ¿Estás lista?—Preguntó y se acercó a mi para dejar un beso en mis labios.

— Si cariño, solo déjame tomar mi cartera y nos vamos.—Le brindé una sonrisa y busqué en mi closet una de mis carteras para llevar lo necesario conmigo. Una vez listos, bajamos a la sala. Tom tomó las llaves del auto y salimos de casa para subir al mismo.

— ¿Nervioso?—Pregunté sin apartar la mirada de él. Estaba más callado de lo normal.

— En lo absoluto, nena.—Le restó importancia.—Es sólo que no quiero ni encontrarme a esa puta. Espero que no esté ahí.—Soltó un fuerte suspiro, incapaz de mirarme a los ojos.

— Cariño...—Le llamé y ahora si me prestó atención, posando la mirada en mí.—Solo rompes tu contrato y te regresas. No tienes porqué prestarle atención si estuviera ahí.—Sonreí, a la misma vez que acariciaba su rostro.—Además, estaré cerca por si me necesitas.—Finalicé, dejando un pequeño beso en sus labios, notando como ahora estaba más tranquilo.

— Bueno amor, me parece bien.—Asintió para por fin arrancar el auto.

Después de aproximadamente una hora, llegamos al lugar. Preferí esperar a Tom un poco más atrás, hasta que terminara de hablar con los encargados.

[...]




Tom

No sé que mierda me pasa, pero estoy un poco nervioso. Quería quitarme esa idea de la cabeza, pero por más que lo intenté, sentía que algo saldría mal. Agradecí internamente que Emily decidió esperarme más atrás.
Estoy casi seguro que si se encuentra con Alexandra, se van a matar a golpes y no sería buena idea.

Después de buscar por unos cinco minutos con la mirada a aquel señor con el que mantenía el contrato, a lo lejos pude verlo y me le acerqué.

— Buenos días.—Saludé y este volteó a verme, notándose un poco sorprendido por mi presencia.

— Buenos días kaulitz, ¿A que se debe tu visita? Para hoy no tenemos nada.—Su cara demostraba cierta confusión, y tenía razón, para hoy no teníamos nada.

— Si, lo sé.—Me alcé de hombros.—De hecho, vine a romper mi contrato. Ya no trabajaré más aquí.—Solté con firmeza y no puedo explicar la expresión que ahora mantenía.

— ¿Que? ¡Pero si te pagamos un buen sueldo! ¿Quieres aumento?—Notaba su desespero al hablarme.

— No, el problema no es el dinero. Ya no quiero hacerlo.—Seguía firme con mi decisión.

SHE RESCUE ME | Tom kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora