SHE RESCUE ME | Tom kaulitz

29| Misunderstood

Emily

— ¡Chicos, levántense!—La voz de Bill resonó por toda la habitación al entrar gritando por la puerta.

— ¡Dios mío, Bill!—Me desperté con la respiración agitada.—¡Cierra la boca un rato! ¿No te sabes la de tocar la puerta?—Pregunté con los ojos entreabiertos. Estaba cansada, de mal humor y Bill con sus alborotos no me ayudaba.

— Mas bien, despierta a tu marido que se nos hace tarde.—Se acercó y empezó a quitarnos la sábana.

— ¡Está bien!—Asentí y solté un fuerte suspiro, volteando a ver a Tom, a quién al parecer envenenaron o algo así porque a pesar de los gritos de Bill, no despertó.

— Bien, los espero abajo.—Me brindó una sonrisa burlona. Me crucé de brazos un poco molesta, viendo cómo salía de la habitación. Hasta que dejé de verlo y mi mirada se desvió hacia Tom.

— Mi amor. Despierta.—Dejé un beso en su mejilla, a la misma vez que lo sacudía suavemente.— ¿Amor?—Comencé a desesperarme.—¡Joder Tom, que despiertes!—Perdí la paciencia y jalé una de sus trenzas.

— ¡Mierda!—Abrió los ojos abruptamente y posó una mano en su pecho. Lo había asustado.—¿Que pasa cariño?—Preguntó, mirándome con molestia. Iba a quedarme callada, pero su rostro pálido y lleno de ojeras, logró robarse mi atención.

— ¡Carajo, Tom!—Llevé una mano a mi boca, acercándome más a él.—¿Que te pasa? ¡Estás pálido!— Comencé a explorar cada parte de su rostro con mis manos.

— Cariño, es que anoche no pude dormir nada.—Respondió con un tono de voz cansado. Me preocupé al instante.—Creo que no podré ir con ustedes...—Finalizó sus palabras y pude ver cómo tocaba su frente, intentando verificar que no estuviera con fiebre.

— ¡Entonces me quedaré contigo!—Me crucé de brazos molesta, viendo cómo empezó a negar con la cabeza.—¡No puedes quedarte aquí solo!—Y otra vez la preocupación inundó mi cuerpo.

— Estaré bien amor, no te preocupes. Solo necesito dormir.—Sonrió levemente, dejando un beso en mi frente, dándome tranquilidad.—Además, Henrique y los demás estarán aquí conmigo. Todo estará bien, lo prometo cariño.

A un principio lo dudé, pero la firmeza de su voz, me dió la tranquilidad de que todo estaría en orden. Además, no demoraremos tanto, ¿O si?

— Está bien cariño. Te amo...—Asentí y me acerqué a abrazarlo.

— Yo igual, princesa.—Respondió, dejando un pequeño beso en mis labios. Me aparté de él y vi cómo nuevamente cubrió su cuerpo con las sábanas. Aproveché el momento para levantarme de la cama.

Pero...

No podía parar de verlo, la verdad me preocupaba verlo en ese estado. Tom no acostumbraba a enfermarse, pero quizás tenga razón y solo necesitaba dormir. Además, Henrrique y los demás van a cuidar de él. ¿Que podría salir mal? Así que me arreglé y bajé con los chicos porque ya se estaba haciendo tarde.

— ¿Donde está Tom?—Bill preguntó, mirándome con cierta confusión.

— Am... Se siente un poco mal, anoche no pudo dormir, así que se quedará a descansar.—Respondí, tomando mi cartera para asegurarme de que llevaría todo lo necesario conmigo.

— ¿Pero él estará bien?—Preguntó con inseguridad, su mirada estaba en el piso y se mantenía cruzado de brazos. Sabía que estaba preocupado y lo entendía, Bill y Tom acostumbraban a sentirse así cuando sentían alguna mala vibra.

— Si Bill, no te preocupes—Le brindé una sonrisa y me acerqué a abrazarlo, notando cómo ahora estaba más tranquilo.

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