23: las dos "blancanieves" parte 2

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La repentina desaparición de las dos mujeres fue algo que tomó por sorpresa a todos en el hospital. Los médicos se inquietaron al perder a una niña a su cuidado, la familia Shimura estaba preocupada al perder a su integrante más susceptible a "daños".

A parte de ello la niña que estaba a "su cuidado fue transportada a un lugar desconocido por su misterioso poder. El Shimura mayor camino hacia la enfermera que estaba de turno y le preguntó sobre la situación tanto física pero sobretodo mental de la paciente al utilizar su poder.

— por lo que pudimos deducir por los pequeños estudios que realizamos, ya que la niña no paraba de moverse a pesar de estar dormida es que su kosei se activa al tener un pequeño estímulo. Como lo es el miedo o el estrés.

El pelinegro giró a ver a su familia y intuyó la problemática...

— su poder se activo de manera "inconsciente", tuvo miedo y su mecanismo de defensa, el kosei, se activo. — Comentó Oyuki preocupada por su madre y por lo que posiblemente puede estarle pasando.

¿Una niña inestable con un poder sumamente desconocido? Una combinación muy peligrosa para alguien que tiene problemas psicológicos como compañía. Sin esperar nada empezaron un plan para encontrar a Eri y a Rei.

...

No sabia que hacer, no tenia ni la menor idea donde se encontraba. Solo sabe que el lugar es una casa mal cuidada y que a su lado está la niña que utilizo un kosei desconocido incluso para los médicos.

Trato de levantarse pero su brazo empezó a doler debido al golpe amortiguador que sufrió. Soltó un quejido al escuchar un pequeño crujido, ya intuía que posiblemente este roto, o solo era su pánico jugando con su cabeza, si, esperaba que sea lo segundo.

Reviso su brazo para poder salir de la duda, tomo su brazo y lo palpo. Un pequeño moretón en el antebrazo, nada grave hasta momento, movió su mano de manera lenta y suave. Sintió un tirón en la muñeca, definitivamente eso no se oye nada bien. Tal vez se la doblo.

Giro la cabeza y observó a la pequeña niña que ocasionó su "viaje", no, no podía culparla por algo que ocurrió por su propia torpeza, pues a fin de cuentas ella la abrazo ocasionando que sea llevada a este lugar. Con cuidado la cargo en sus brazos y caminó hacia lo que parece un sillón de dos piezas, rescistandola ahí para más comodidad.

Soltó un suspiro al lograr tal tarea a pesar de tener la muñeca dislocada, pero esto sí le iba doler, con su Kriogenesis empezó a enfriar la parte afectada para así bajar la hinchazón y apaciguar el dolor.

De pronto un quejido llamó su atención, al voltear la niña estaba sentada a su lado frotándose los ojos, la pequeña peliplata la observó con los ojos dilatados y frunció el entrecejo.

— ¿m-me harás daño? — Preguntó con miedo y pánico alejándose de su lado, esa actitud hizo a la mujer fruncir el ceño.

— tranquila... no te haré daño, tú nos trajiste aquí. Dime... ¿este es algo que conozcas? — Murmuró en voz baja para no alterar a la asustada niña.

Eri giro su cabeza varias veces hasta que una pequeña sonrisa con un tinte rojo en sus mejillas se hizo presente en su rostro. De un salto y los pies descalzos camino hasta estar frente a un cuadro, en ella había una mujer de cabellera blanca, a su lado yacía un hombre fornido y de cabellera castaña, por último una bebe en los brazos de la mujer con un pequeño cuernito al costado de la frente.

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