21: encuentro fortuito

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La salida de dos alumnos de la academia fue una bofetada para todos, enterarse que iban a dejar la vida heroica por "miedo" no fue muy bien recibida, pero no podían hacer nada, solo aceptarlo y vivir con ello. Después de todo es su vida.

La academia vivía en un ambiente frío y distante después de lo sucedido hace menos de una semana, la muerte del héroe Endeavor, su temible y oscuro curso de avaricia y poder distorciono e hizo que los ideales de la mayoría de los alumnos se fueran apagando. La alta comisión ya no sabia que hacer, a este paso Japón se quedará sin héroes que la puedan defender de futuras amenazas.

Los maestros observaban como alumnos de diferentes cursos: generales, heroicas e incluso negocios abandonaban la academia ya sea U.A o Shiketsu por todo este embrollo del ya fallecido héroe Número 2. Impotentes de perder a la mayoría de alumnos, sin que ellos lo sepan los villanos al enterarse de la muerte del segundo héroe más fuerte y la salida de futuras generaciones fue un regalo. Así empezó el caos, empezó la destrucción de la sociedad. Un paso a la vez.

Entre esos villanos que vieron una oportunidad fue Kai Chisaki, apodado como "overhaul, el creador de una nueva droga alterada que tiene la capacidad de incapacitar temporalmente los poderes de todos los que lo toman o inyectan. Claro, este era un prototipo que estaba en fase de prueba, hubo una pelea por saber quien sería el que distribuirla aquella droga "quita dones". Nadie sabía cómo eran elaboradas tales armas en contra de los héroes, mientras sus enemigos caían ellos se levantaban entre su derrotada moral.

Pero pronto esa felicidad iba a caer y todo por un descuido de uno de sus guardias. Salió corriendo tan rápido como sus piernas se lo permitian, las personas a su alrededor la observaban sin reaccionar, los observaba con un rostro contrariado. Sin percatarse sus poderes se habían activado, y tras unos minutos unas luces transparente se la tragaron ante la mirada asustada de las personas.

La niña había desaparecido.

...

Ellos dos habían salido para poder despejar su mente. Después de la charla que tuvieron con Rei no sabían como reaccionar a tal acontecimiento. Enterrarse de que la madre de su prometida estaba enamorada de su padre cuando joven lo había tomado desprevenido.

Volteo a mirar a la chica a su lado y estaba igual a él, con la mirada al frente sin reaccionar o prestar atención. Bajo la mirada y su mano estaba firmemente sostenida por la de el.

— ¿oyuki? Tú... ¿Qué piensas de todo esto? — Quería romper este incómodo silencio como de lugar, pero tal parece que el tema a escoger no fue bien pensado.

La joven volteo a verlo y de manera instintiva apretó más fuerte la mano de Shimura.

— y-yo... estoy confundida, asustada, tengo miedo. ¡incluso quiero llorar! No tengo una respuesta para esa pregunta, porque para mi fue algo realmente aleatorio. ¡¿que mi madre amara a otro hombre?! Y es tu padre.

Sus ojos estaban empañados, las lágrimas no tardaron en inundar los cachetes sonrojados de la muchacha, no sabía como debía actuar ahora. Que le dijeran todo esto. El matrimonio, el contrato de por medio, la muerte de su padre; la salida de la academia. Todo fue un duro golpe y ella no lo pudo procesar con calma.

Izuku quedo pequeño en ese instante, toda estrategia, todo plan, todo había desaparecido cuando vio la vulneralidad del que él consideraba una chica fuerte. Esa imagen de chica empoderada y aguerrida se desmoronó, no para mal si no para bien. Porque ahí pudo comprender que ella y él mismo no son máquinas, no son herramientas creadas ¡son humanos!

Ese fue el día que Shimura Izuku, el que escondía sus inseguridades por medio de una máscara de indiferencia, por fin mostró una pequeña parte de lo que realmente sentía.

Abrazo a la desconsolada chica y al igual que ella sus ojos se inundaron en lagrimas, escondió su rostro en el hombro de su prometida tratando de que ella no oyera los lamentos y gritos de rabia y dolor que salían de su destrozado y frágil corazón.

Al final de todo el deseo de su madre si se cumplió. Ella anhelaba volver a ver a su niño feliz, que mostrará una pizca de remordimiento y otro tipo de sentimientos. Pues, por fin lo logró.

En medio de la gente curiosa, a ellos no les importaba, su momento catártico los ayudo a liberarse de ese gran peso emocional que ambos mantenían cargando por tanto tiempo. Al separarse, ambos se vieron a los ojos y soltaron una risa llena de armonía y tranquilidad, por inercia sus cabezas se inclinaron, sus cuerpos se iban acercando tomados de las manos, sus labios iban lento, se estaban por tocar.

— oyuki...

— Izuku...

Un estruendoso sonido alertó a la gente la cual salió corriendo con gritos de terror, los dos jóvenes se observaron y sus rostros se sonrojoaron a tope, para olvidar el momento giraron hacia el disturbio.

Observaron con terror a una niña albina desmayada en el suelo, la cual tenía un cuernito distintivo. A paso lento se acercaron a la niña, el primero en reaccionar fue Izuku, cargo a la niña con cuidado. La colocó entre sus brazos posicionando su cabeza en su antebrazo y sus pies en el otro.

Colocó dos dedos en el cuello de la niña y suspiro aliviado al sentir su pulso. Solo estaba desmayada, giro hacia su prometida y con una movida de cabeza la dio entender su misiva. La chica sacó su teléfono y marcó al <110>.

[...] necesito una ambulancia, hay un herido [...] estoy en la calle xxx, sí, que sea rápido.

La joven colgó la llamada y vio a su prometido, esperaba que fueran rápidos no sabían cuanto tiempo la niña podría esperar.

...

Los objetos estaban sobre el suelo, marcas de sangre y tripas se mostraban sobre las paredes, los rostros de sus subordinados eran de terror absoluto.

Soltó un grito enfurecido, acercó su mano al rostro de uno de ellos y lo desintegró antes de sentarse en un "trono".

— será por tierra, cielo o mar... pero te encontraré Eri, no puedes escapar de mí.

Sonrió extasiado, ¿esa niña quería Jugar? Pues, juguemos.

contrato entre hielo ✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora