La muchacha se encontraba sentada, con la cabeza sobre el regazo de su madre acariciando su cabello rojo con delicadeza escuchando uno que otro sollozo ocasional. Rei ya sabía lo que había sucedido con su hija mayor, sus lágrimas tenían una razón y un nombre, claro, estaba molesta por lo que ese héroe le ocasionó a su niña; pero no podía echarle toda la culpa a él. Sus acciones eran distintas a las que la ilusionada joven creí, ese no era una justificación para el dolor provocado.
La de kosei de hielo, idéntico a la de su progenitora, había llegado a ella para buscar consuelo. Le dolía, dolía mucho que hayan jugado con ella y lo peor de todo que muy tontamente se había ilusionado de por fin encontrar al hombre que tal vez la ayude a salir adelante, no, ella no es débil es una mujer fuerte y decidida, pero eso no impide que quiera algo de ayuda y cariño en los brazos de alguien que la comprenda y apoye.
Sin embargo parece que se había precipitado con su búsqueda y se lanzó a la primera persona que le mostró una pequeña pisca de cariño y afecto, tenía mucho que mejorar si no deseaba volver a pasar por ello de nuevo.
Ambas mujeres de pronto oyeron la puerta de la casa ser abierta, al girar tanto madre como hija pudieron visualizar a la familia shimura, siendo Fuyumi la cual estaba confundida al ver a una pequeña niña peliblanca entre ellos.
— ¡oh, mamá! — Exclamó la pequeña niña yendo a abrazar a la mujer peliblanca ante la mirada aterrorizada de la hija mayor.
Esta se levanto de un salto, colocó su espalda recta y con los ojos dilatados vio a su madre sonreír y abrazar con gran ternura a esa niña de cabellos plateado.
— hola, cariño ¿qué tal te la pasaste con tus tíos? — Rei vio a los cuatro personas que sonreían con gran ilusión. La mujer ya se hizo la idea, ella no podía estar con Hisashi sobre todo porque...
— muy bien y estoy emocionada porque...
— ¡mamá, ¿Q-Qué significa esto?! — Preguntó Fuyumi exaltada, todos la voltearon a ver. — ¿por qué esa niña de llamó mamá?
— eso es porque ella es mi mamá... — Le explicó con "inocencia" la niña.
— tal parece que eres hermana mayor... — Se burlo Izuku, solo para recibir un golpe en su hombro por parte de Oyuki. — ¡auch! ¿Y eso por que?
— por burlarte... — Le Recriminó con el ceño fruncido, Izuku solo bufo con exasperación. Su prometida si que era aburrida.
— ¿eso es verdad, ella es...? — Señaló a la niña la cual yacía con los brazos cruzados viéndola con el ceño fruncido y una sonrisa que la ponía nerviosa.
— si, ella es tu hermana menor, Fuyumi. — La peliplata se acercó a ella con una sonrisa inocente y extendió su mano.
— hola, me llamo Eri... Eri Shimura — Se presentó sonriente, ella giro hacia atrás y observó a sus tíos queriendo hablar. — mamá ¿te parece que lleve a Fuyumi-nechan a juga?
— claro, mi-amor, así aprovechan para conocerse. — Sin esperar a que la mujer pronuncie palabra la niña ya se la había llevado lejos. — entonces, ¿qué les dijo el médico? — Vio a su amiga y a los tres sentarse en el sillón. — ¿estas embarazada?
Se quedaron en silencio, a pesar de que la sonrisa y las mejillas sonrosadas la delataban Rei estaba sumamente nerviosa.
— ¡sí, estoy embarazada! — Declaró soltando un chillido de alegría e ilusión.
— ¡voy a ser papá otra vez!
— ¡voy a ser hermano mayor!
— ¡seré... — Oyuki puso un dedo en su mentón pensativa. — ¿qué seré para él?
La peliblanca al igual que el resto estaba emocionada por su amiga pero, a si como había alegría también estaba la tristeza y la desilusión. Ella amaba a sus hijos, claro que lo hacia eran su todo, su mundo. Pero eso no quita el hecho de que ella tenía la ilusión de ser ella la madre de los hijos del hombre que ama.
Dijo que iba rehacer su vida pero... No es fácil olvidar al hombre de la cual te ilusionaste y después te enamoraste ¿verdad? Con el cual querías hacer tu vida, ser su compañera, ser su soporte y él el tuyo... ser la madre de sus hijos.
Para al final ver como esa persona especial se va con otra, por tú miedo y el egoísmo de otros.
— felicidades, Inko-chan. — Sonrió lo mejor que pudo pero su hija y yerno se dieron cuenta de lo mal que estaba. — *¿podré yo algún día volver a encontrar a alguien especial?* — Se mordió el labio en un intento de reprimir sus lágrimas.
— *mamá* — Escondió su rostro en el pecho de su promedio, se sentía mal por su madre ella siempre a vivido tragedia tras tragedia en su vida.
— *se que hallarás a alguien especial tía... solo busca y sigue buscando* — Tomó la mano de su prometida tratando de calmar su dolor.
...
Fuyumi y Eri estaban en el jardín, la mujer se sentía incomoda con esa niña, su instinto le decía que aquel pequeño ser no era del todo inocente.
— entonces... — Trató de entablar conversación para salir de esa incómoda situación a la que fue llevada.
— ¿así que tu eres mi hermana mayor? — Caminó en círculos como si de un depredador se tratara, eso hacia sentir incomoda a la chica.
— d-deja de verme así... — Suplicó con incomodidad, sus ojos estaban sumamente aguados, quería llorar.
— te lo diré... eres alguien muy débil. — Soltó con los brazos cruzados, ese insulto le dio justo en el orgullo a la chica. — muy dependiente... eres muy influenciable y terca. — Terminó con una sonrisa socarrona.
No pudo más y sus ojos soltaron lágrimas, a pesar de hablar y desahogarse con su madre aún tenía esa pequeña herida de haber sido rechazada y que venga esa niña y la insulte sin motivo realmente la lastimaba.
— basta... — Susurró con voz quebrada.
— eres.. — Se quedo callada. — o bueno era como tú. — Susurró bajo con una sonrisa triste.
— ¿eh? ¿Qué quieres decir? — Preguntó con las lágrimas escurriendo de sus ojos.
— sabes Fuyumi, yo era alguien que tenía una confianza ciega hacia alguien que me hacía daño. Le hacía caso en todo con tal de que no lastime a los demás. — La chica estaba confundida. — Lo que trato de decir es... que no dejes que nadie decida por ti, vive TÚ vida y no dejes que lo que te digan te afecte, eres fuerte, no lo olvides. — Sonrió con los ojos cerrados sin importarle que las lágrimas la acompañen.
— Eri... tú... — La niña se seco sus lágrimas y corrió tomando su mano.
— ¡Vamos a jugar... hermana mayor! — Sonrió con alegría y felicidad.
Sin percatarse la imagen de una pequeña niña peli-mixta se visualizo justo donde estaba Eri, feliz, sin la carga de ser la "número 1", sin la cicatriz y lo más importante... una sonrisa en sus pequeños labios. Los ojos de Fuyumi Todoroki se inundaron nuevamente de lágrimas al rememorar ese recuerdo lejano.
– jejeje... ¡sí, vamos! — La chica sonnrió siendo llevada por esa niña con mente de mujer.
ESTÁS LEYENDO
contrato entre hielo ✔️
FanfictionDos familias, dos héroes de gran prestigio. Una mancha en el honorable transcurso de sus vidas, pagando las desdichas y paganas rivalidades.