20🍂 Exiliada

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La imagen delante de mí era algo hermoso, los tres hermanos estaban abrazados y sonriendo, sentí como si el tiempo se detuvo por un segundo antes de que mi mirada se conectara con la del pelirrojo y me diera una gran sonrisa, cerré la puerta detrás de mí dando inicio a mi tortuoso juicio, escuchar el clic del cerrojo me dió un pequeño dolor en el pecho, este iba a ser el final.

La rubia volteó para saber quien interrumpía su momento familiar sin esperar que quien iba a fastidiarle el día era yo.- ¿qué estás haciendo aquí?- preguntó molesta.

- temari- gaara colocó la mano en su hombro- akiko vino de visitar a hablar conmigo- aclaró, pero la furia de la hermana no iba a calmarse.

-¿te botó tu noviecito o acaso no consigues todavía al padre de tu bastardo?- preguntó dándole énfasis a la última palabra.

- temari- regañó kankuro mirándome con algo de lástima.

-¿de qué estas hablando?- preguntó gaara algo confundido.

Mis manos empezaron a temblar un poco, entre rabia y miedo, no sabía que era lo que me dominaba en este momento, mi vista se fue directo al suelo, me sentía como una condenada a la que le iban a cortar el cuello y temari era la verduga.

-¡Ha! ¿Acaso no le contaste?- me preguntó y como me mantuve en silencio se dio la vuelta para encarar a sus hermanos- tu querida protegida esta esperando un bastardo de algún idiota de konoha- soltó la guadaña.

Mi nariz empezó a picar y sabía que pronto se llenarían de lágrimas mis ojos.

-eso... eso no es...- la voz de gaara flaqueó, sabía que estaba pensando, analizando lo que había ocurrido estos días, los cambios en mi cuerpo y mi apetito, ese toque distinto en mí, el brillo en mis ojos- akiko, eso no es cierto... ¿verdad?- No podía responderle, me quedé en la misma posición y lo sentí acercarse, me tomó de los brazos y me sacudió - ¡¿eso es cierto?!- estaba molesto y bastante alterado.

- por supuesto que lo es, en la aldea la ví yo misma- siguió la rubia.

-¡AKIKO!- levanté el rostro con los ojos llenos de lágrimas a punto de salir y le di una gran sonrisa, pero era una sonrisa llena de dolor.

- lo lamento gaara...- fue lo único que pude decir y las lágrimas empezaron a correr.

- me engañaste...- me soltó y dio un par de pasos atrás.

- no quería hacerlo.

- si no ibas a estar conmigo ¿para qué viniste?- la expresión de su rostro era de completa decepción.

- necesitaba verte una última vez...- arena rodeo mi cuello y comenzó a apretarme un poco.

- ¡querías engañarme!- subió su mano y la arena comenzó a apretar más, ya el aire no pasaba y podía sentir como mi rostro se ponía rojo por la presión.

- ¡basta gaara!- regañó kankuro golpeando su brazo, la arena me soltó y caí al suelo tosiendo mientras trataba de tomar aire.

- sal de mi vista- me ordenó dándome la espalda- tienes prohibido volver a pisar suna o tener cualquier contacto y si vuelves...serás encarcelada de por vida.

Kankuro me ayudó a levantar ante la expresión de victoria de la rubia, miré por última vez a gaara que me veía desde el asiento del kazekage -recuerda cual es tu deber- dije y le dí una sonrisa antes de salir de la oficina.

Kankuro me acompaño hasta la salida de la aldea sin decir nada.

- cuidalo- le dije antes de llegar.

- gaara no necesita que lo cuiden.

gaara (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora