Capítulo 8

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El sonido de la televisión llena el restaurante asiático. Las noticias de las obras de caridad de la mamá de Oli han estado llenando cada uno de los canales. La aparición de su marido en ellas ha hecho que sea una conversación interminable por parte de los canales de noticias.

La mano de Asher descansa en mi pierna, volteo a verlo para encontrarme con una sonrisa de lado.

Las clases de la tarde se cancelaron, una manera de incentivar a los niños ricos y a sus familias de apoyar en las numerosas fundaciones que abrirá puertas esta tarde.

La universidad ha pasado toda la semana dando anuncios e información para educarnos en cada una de ellas, para que nuestro dinero vaya bien encaminado.

Agarro un poco de tofu con los palillos y mastico mientras Oli cuenta lo cansado que esta por estar ayudando al equipo de su madre a preparar todo para hoy en la tarde.

El rubio chico no ha parado de ver el reloj, con temor de llegar tarde cuando se inauguren las puertas del evento.

Un escalofrío me recorre la piel. Volteo a ver el aire acondicionado justo arriba de mí.

—No tendrías tanto frío si te pusieras una camiseta real.—la voz de Ian es tan baja que solo yo parezco haberla escuchado.

Bajo mi mirada viendo mi top blanco que apenas cubre mi humilde busto y la camiseta hecha de crochet que solo cubre mis brazos.

Le saco la lengua, Ian solo gira los ojos.

Se para tomando mi brazo.

Mi cuerpo se levanta por el jalón, Ian pone sus manos sobre mi hombro, obligándome a sentarme donde él estaba hace unos segundos, donde el aire no pega directo.

Ian se sienta en mi silla recibiendo una mirada de confusión de todos los de la mesa.

El pelinegro toma el brazo de Asher y lo pone sobre su pierna como él la tenía sobre la mía y se encoge de hombros.

—Yo sabía que estabas celoso de mí.—me burlo tomando de su bebida antes de toser fuertemente al sentir la gran cantidad de alcohol.

Ian se ríe quitándome la bebida de mis manos, dándome mi té.

—Debo admitir que Asher es totalmente mi tipo.—Ian le sonríe al castaño que quita su mano con una mueca de asco.

Luna se ríe, agarra un pedazo de carne de los platos delante de ella y lo pone en mi plato.

—Come, desaparecerás.—le sonrío agradecida.

Empiezan nuevamente la conversación, agarro el pedazo de carne, pero antes que pueda acercarlo a mi boca los palillos de Ian toman el pedazo de carne, robándomelo.

Golpeo su cabeza con mi puño. El chico se ríe, pero es la mirada de Asher y su ligero movimiento de cabeza que me hace pararme.

Asher y yo salimos del pequeño restaurante.

Veo los carros pasar por la transitada calle cuando siento como una gran y caliente chaqueta se posa en mis hombros.

Mi mano sube a un lado de la chaqueta, para evitar que se caiga.

Lo miro confundida.

—Lamento no haberme dado cuenta que tenías frío.—mi sonrisa se hace grande.

Muevo mi mano de arriba a abajo quitandole importancia.

—Ian exagera, es su manera de criticar la manera en que me visto.—digo, ajustando mejor su chaqueta sobre mis hombros.—Muchas gracias.

Mira a través de mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora