Capítulo 9

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La biblioteca esta casi tan vacía como era de esperarse. Toda la ciudad está en la inauguración. Los pocos que no pueden presenciarlo no se pierden de nada por las numerosas pantallas informando de todo lo que sucede.

Camino hacia una de las salas privadas, encendiendo el televisor, dejando un volumen suficiente para poder trabajar mientras escucho las noticias.

Ian cierra la puerta detrás de él, acostándose en uno de los sofás.

Salgo un momento de la sala, buscando unos libros que nos han dejado investigar para unas presentaciones.

Cuando entro veo como Ian va pasando los canales irritado al encontrar la misma notica en cada uno.

—Hubiéramos ido al cine.—dice dejando el control sobre la mesa. Poniendo el gorro de su hoodie sobre sus ojos, acomodarse sobre el sofá.

Volteo a ver el aire acondicionado, dándome cuenta que le ha bajado lo suficiente como para no morirme de frío.

Sonrío de lado.

Dejo los libros sobre la mesa. Agarrando su maleta, sacando su cuaderno casi vacío por todas las páginas que me ha dado, arranco una antes de poner todo en su lugar.






Miro mi celular solo para darme cuenta de que ha pasado casi una hora desde que llegamos, la inauguración pasó como se esperaría, ahorita estan pasando a contar las historia de cada una de las organizaciones, invitando a los pocos televidentes que donen desde sus casas. Le bajo el volumen a la televisión, volteando a ver la calmada respiración de Ian.

Me levanto, estirándome un poco y moviendo mis piernas para que la sangre circule. Salgo de la sala dirigiéndome hacia las máquinas expendedoras.

Compro unas galletas de chocolate para mí y unas de mantequilla para Ian, siendo el alérgico al chocolate. Una tortura constante si puedo ser sincera, ¿vivir sin chocolate? No sorprende porque es tan amargado.

Compro un café y un refresco con sabores exóticos que compra normalmente antes de volver dentro.

Ian se ha levantado, mira los libros que tengo abierto y mis notas aun sobre la mesa.

—Por favor no lo arrugues aun, no he terminado.—digo dándole sus cosas.

Ian me agradece sentándose en una silla giratoria a mi lado.

Abro el paquete de galletas dejando una en mi boca mientras veo como Oli y Luna saludan a la cámara antes de empezar a hablar con una señora que grita millones.

Abro el tercer libro suspirando, haciendo cuenta mental de lo que mi mente me dejará hacer hoy antes de estar completamente exhausta.

Siento la barbilla de Ian sobre mi hombro. Me sobresalto un poco mirándolo.

Aun está sentado en su silla, pero mira directo a la pantalla.

—Tus futuros suegros están en la pantalla.

Aparto mis ojos de él y veo como Ash sonríe incómodo a la cámara. Su papá es todo lo que se espera de un pariente de la realeza escocesa, su madre parece tan formal como su padre. Pero la manera en la que se ven el uno al otro te saca una sonrisa.

La risa de Ian hace que mi piel tiemble, muevo mi hombro haciendo que el chico se aparte.

—Basta.—aparto la mirada de la televisión, cuando Ian se aparta lo suficiente le escribo un mensaje a Asher, entre medio burlándome de él y haciendole notar lo guapo que sé ve en televisión.

Mira a través de mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora