Capítulo 28

2 0 0
                                    

Ajusto mis lentes oscuros sobre mis ojos dándole un sorbo a mi café caliente.

La pequeña cafetería a la par de la universidad esta llena de alumnos, los exámenes están cerca todos están o haciendo proyectos o concentrados en sus computadoras.

Me remuevo nerviosa sobre mi asiento.

Ha pasado exactamente una semana desde esa noche en casa de Luna. Me di la oportunidad de faltar a la universidad hasta hoy, sin querer perder más clases. Pero una vez vi la puerta no pude entrar.

Recibo una notificación. Veo el corto mensaje y suspiro, sintiendo mis nervios crecer más y más.

Abro el folder delante de mí repasando lo que le diré una vez este aquí.

Volteo a ver a la puerta una y otra vez, decepcionando cada vez que un alumno entra y no es la persona que espero.

—¿Ya ordenaste?—me sobresalto al escuchar su voz. Asiento, señalando mi café casi vacío. Oli se sienta en la silla delante poniendo su mochila en el suelo.—¿Llego tarde?

Niego con la cabeza aunque su vista va a su reloj.

—Llegué antes.—digo moviendo mi mano de arriba a abajo para quitarle importancia.

—Luna ha estado preocupada por ti.—los ojos azules de mi hermano me analizan, buscando alguna herida física que explicaría por qué no he venido a clases.

—No quería preocuparla, he estado resfriada desde esa noche, estos dos últimos días ayudé a mamá con unas cosas. Podrás imaginar lo atrasada que estoy.—digo sonriendo, Oli me regresa la sonrisa a penas.

Mi pecho duele ante la incomodidad.

—¿No te molesta llevar los lentes dentro?—lo miro confundida, Oli señala mis oscuros lentes y yo abro mi boca nerviosa.

Me los quito, dejándolos sobre mi cabeza. Sus ojos van hacia mis verdes ojos, hacia las claras ojeras bajo ellos.

Su mandíbula se tensa levemente.

—Soph...

—Quería hablarte sobre algo.—lo interrumpo, sin poder tolerar una plática más profunda.

El reloj en mi cabeza es insoportable, necesito hacer todo lo que necesito que hacer antes de que la bomba me explote en la cara.

—Algo mencionaste en tu mensaje.—asiente.

—Estaba en la biblioteca el otro día, pasé por uno de los ordenadores, alguien había dejado una página abierta y no pude evitar darle un vistazo.—su ceño se frunce, pero me deja continuar.—Era una página sobre becas internacionales.

—¿Planeas irte?—la sorpresa en su tono me hace retener la respiración.

—No está en mis planes... Aun.—me sincero dejándolo más confundido.—De todos modos las becas no eran para mi carrera.

Trago grueso, bajo mi mirada al folder a mi lado. Oli sigue mi mirada así que se lo entrego. Su ceja se alza cuando abre el folder.

—Con tus notas entrarías sin problema, hay intercambios de seis meses a un año, pero estando allá puedes buscar otras becas hasta finalizar tu carrera.

—¿Madrid?

—La universidad es una de las mejores y la ciudad es preciosa, los costes no son elevados, no más que aquí. El lugar ha estado en evolución asi que hay muchos centros comerciales y...

—Sophia.—mi boca se cierra ante su tono.

Tono que solo he podido escuchar de su padre, en mis peores sueños.

Mira a través de mis ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora