Tu en RWBY

Antologías parte 5

Tb: Tu nombre.
— Diálogos —
~ Susurros ~
(Pensamientos)
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= B =

—¡Faunos! —

—Asquerosos... —

—¿Vienes a robar? —

—¡Regresa a tu cueva! —

En un mundo donde los humanos son la raza dominante, los faunos son una minoría oprimida. Desde hace siglos, han sido discriminados y perseguidos por su condición de semihumanos. No importa su edad, los humanos los consideran inferiores solo por tener rasgos de animales.

Esta discriminación se manifiesta de muchas maneras. Los faunos suelen ser excluidos de las oportunidades educativas y laborales. Son víctimas de la violencia y el acoso. A menudo, se les niega el acceso a los servicios públicos ya la vivienda.

Hay muchas razones por las que los humanos discriminan a los faunos. Algunas personas creen que los faunos son peligrosos o salvajes. Otros creen que son inferiores a los humanos. Sin embargo, una de las razones más probables es el miedo.

Los faunos poseen capacidades físicas y espirituales superiores a las de los humanos. Pueden ver en la oscuridad, correr más rápido y saltar más alto. También tienen una conexión especial con la naturaleza.

Tal vez este miedo se deba a que los humanos temen que los faunos se den cuenta de su superioridad. Tal vez, en el fondo, los humanos saben que los faunos son los verdaderos herederos del mundo.

(Recuperemos... juntos nuestra dignidad)

Una fauno de cabello negro y ojos color ámbar, con orejas puntiagudas y un listo que oculta sus orejas, se sentó en una pequeña colina. Contemplaba la luna llena, que brillaba a través de las copas de los árboles.

Sus pensamientos estaban en otro lugar. Se preguntaba qué le depararía el futuro. ¿Podría encontrar un lugar donde ser aceptado por lo que era? ¿Lo que hace es lo correcto?

En ese momento, sintió una presencia detrás de ella. Volvió la cabeza y vio a un joven fauno acercándose.

—Ya es hora... Blake —

Dijo el chico de pelo rojo, con un traje negro y un antifaz que cubría la parte superior de su rostro, se acercó a Blake.

Blake apartó su mirada de la luna, que brillaba a través de las copas de los árboles. Sus ojos, que eran de un ámbar profundo, parecían desanimados.

—Sí... Adam —

En medio de la oscuridad de la noche, las vías de tren serpenteaban a través del bosque. El silencio era absoluto, solo roto por el canto de los grillos y el susurro del viento entre los árboles.

De repente, el silencio fue perturbado por el sonido de un tren que se acercaba. El tren era un expreso de alta velocidad, y avanzaba a toda velocidad.

El tren pasó a toda velocidad, dejando atrás un rastro de luz. El silencio volvió a reinar en el bosque, pero ahora era un silencio diferente. Era un silencio lleno de expectación, un silencio que presagiaba algo.

Los Grimm eran criaturas peligrosas, y los humanos siempre estaban en alerta ante su posible presencia. El tren había pasado a toda velocidad para no atraer su atención.

Pero la noche era larga, y los Grimm estaban hambrientos. El tren había pasado, pero los Grimm aún estaban ahí fuera, esperando.

Pero el tren no solo tenía que preocuparse por el Grimm. En lo alto de una montaña, dos figuras se recortaban contra el cielo nocturno. Eran Blake y Adam, miembros de la White Fang, una organización fauno revolucionaria.