Tu en RWBY

Dark

Tb: Tu nombre.
- Diálogos -
~ Susurros ~
(Pensamientos)

Por cierto, creo que han notado que me he estado dedicando a traducir cómics de Honkai: Star Rail, espero que les haya gustado.
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En la penumbra de la estancia, una vela titila con gracia en un candelabro sobre el piano, siendo la única fuente de luz. La quietud casi mística impregna el ambiente, y en medio de la oscuridad, una joven de cabello castaño, largo, con sutiles líneas azul claro, se sienta frente al piano. Sus ojos cerrados revelan una inmersión profunda en su tarea, y su rostro refleja una concentración que la conecta con un mundo interior de emociones intensas.

Los primeros acordes emergen de sus manos con gracia, como si estuvieran bailando sobre las teclas del piano. Cada nota se convierte en un susurro melancólico que llena la habitación, tejiendo una balada de amor y nostalgia. La chica, a través de la música, parece narrar una historia de amores pasados y pérdidas irreparables. La melodía es como un río de emociones que fluye con la delicadeza de una pluma y la fuerza de un torrente.

La expresión en el rostro de la joven se transforma a medida que la melodía avanza. La concentración inicial se disuelve, y en su lugar, una luminosidad inesperada ilumina su semblante. La música la envuelve en una especie de éxtasis, como si la llevara a un reino mágico donde sus sentimientos más profundos se expresan a través de las teclas del piano.

Cada acorde que la chica ejecuta parece liberar parte de su ser, compartiendo sus emociones más íntimas con el universo. Su actuación es pura y sincera, donde la música se convierte en un canal para su alma. La sala, antes envuelta en oscuridad, se transforma en un santuario donde la belleza de la melodía resuena con una fuerza inigualable. Es como un campo con diversas flores que florecen al compás de la melodía.

La melodía llega a su conclusión, y la joven pianista abre los ojos. Aunque la habitación regresa al silencio, el eco de la música persiste, resonando en su corazón como un susurro suave pero perdurable. Con gracia, se levanta del piano y se encamina hacia la ventana. La luz de la luna se filtra, iluminando su figura mientras se detiene para contemplar la noche estrellada. En ese momento, una chica de pelo azul claro, con los ojos cubiertos por una venda, se aproxima, aplaudiendo ante la melódica interpretación.

—Creí que estaba sola — dice la pianista, extrayendo un cigarrillo.

—Lo siento, y esas cosas — responde Snowflake, sin la menor pizca de sinceridad. — ¿Conseguiste la joya? —

—Por supuesto, fue fácil adquirirla, solo tuve que soltar una mísera parte de créditos — responde la chica.

La pianista enciende su cigarrillo y comienza a fumar, sacando de su bolsillo una foto que contempla con fervor, notándose un leve sonrojo en sus mejillas.

—Me sorprende cómo millones de créditos para ti solo son una mísera cantidad — comenta la chica vendada.

—Ya sabes, todo por mi amado — dice la pianista con una sonrisa, guardando la foto con ternura.

Sobre el piano reposa un jade de un azul transparente, su superficie lisa y pulida resalta con una esfera central. Las alas, unidas a ambos lados del cristal, se extienden como si estuvieran a punto de emprender el vuelo. Un símbolo de gota de agua reposa en la base de la esfera, brillando como un diminuto diamante.

Snowflake contempló el cristal de la Doncella del Invierno entre sus dedos con un destello de melancolía en sus ojos.

—¿Y se lo darás a Cinder? — preguntó Snowflake.

La pianista, mientras miraba pensativa por la ventana, respondió con cierto desdén.

—No, ella ha demostrado su inferioridad ante la doncella. ¿Por qué habría de entregarle la gema a una fracasada? Es una deshonra como alumna de mi amado —