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El martes por la mañana, Minho llegó a la escuela buscando a Han para decirle que tengan otra cita mejor que la anterior. Intentó hacerlo todo el fin de semana, pero no le atendía los mensajes y tampoco la puerta de su casa. Casualmente siempre estaba afuera cuando le preguntaba a su mamá o le pedía para verse. En conclusión, sí, lo estaba evitando por alguna razón.

—¿Está Han Jisung? —Le preguntó a una compañera del curso del chico.

—Acaba de ir al baño. —La chica lo miró extrañada, era raro que el más popular de la escuela esté buscando al bicho raro de su curso. —¿Por qué lo buscas, Minho?

Él la ignoró a lo último y se fue de allí sin dar explicaciones. Sus amigos del equipo con los que hizo la apuesta solo se burlaban de su intento fallido. Uno se atrevió a decirle que no podía gustarle a todo el mundo, ya que aparentemente a Han no le gustaba en lo más mínimo, y eso lo enfureció tanto que lo golpeó en la cara sin importar que el entrenador lo sancione.

No es posible que no le agrade a alguien, ni siquiera cabe en su cabeza. Seguramente alguien le llenó la mente a Jisung de ideas malas sobre él. Caminó directo al baño de varones y abrió la puerta de cada uno de los cubículos, hasta que dio con el de Han.

El pequeño pegó un saltito por verlo ahí de la nada.

—¿Por qué me estás evitando? —Soltó con el ceño fruncido, viendo que no hacía más que asustarlo a medida que avanzaba y el otro retrocedía.

Se detuvo unos segundos y cambió su expresión a una lastimera. Si actuaba como realmente es su personalidad, es probable que Jisung no quiera volver a hablarle. Suspiró bajito y se alejó para verlo a la cara.

—Perdón, solo quiero saber porque no me quieres ver. —Dijo con un tono calmado.

—Pensé que...pensé que te caí mal en la cita. —Contestó el menor con la mirada baja.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Porque no me hablaste en todo el camino cuando volvimos a mi casa.

Esa fue la primer oración más larga que Minho recibió por parte del chico. De cierta forma, se sentía aliviado de escucharlo, al mismo tiempo que quería más. Estaba sediento de su voz y sus reacciones, quería que le muestre todo lo que callaba.

Se acercó a él y lo tomó por la mejilla, dándole un beso lento que rompió la tensión. Se separó con suavidad y le sonrió honesto, mordiéndose los labios para contener las ganas que tenía de besarlo de nuevo después de probar el sabor dulce de su boca.

—Por supuesto que no me caíste mal. Lamento haber hecho algo que te hiciera pensar eso. —Se disculpó, tomando distancia para extender su mano. —Volvamos juntos a casa a la salida.

Jisung asintió sonrojado a más no poder. Tomó la mano del castaño y salieron juntos del baño.

Minsung || Un Chico ExtrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora