2.6

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Una hora después, Han estaba cansado y muy adormilado. Debido a que era su primera vez probando una cerveza, estaba mareado por el alcohol que recorría su sistema. Parpadeó varias veces para ver a donde Minho metía sus manos, siendo inevitable que el toque lo haga doblar la espalda por el calor que le trasmitia. En cierto momento, su camisa pijama fue levantada y el viento que pasó por su cintura baja lo hizo reaccionar.

—Basta...—Pidió, tratando de alejar las manos del chico de su cuerpo. Estaban acostados en el sillón, Minho encima suyo. —No quiero.

—¿Qué? ¿Por qué? —Pese al reclamo, continuó besando su cuello.

—No quiero...—Repitió Han, al borde de las lágrimas. —No quiero.

—Ey, tranquilo, no llores.

Minho se alejó rápidamente, dándole espacio para que se siente. El menor se encogió en su lugar, guardando el rostro entre sus piernas para no hablar.

》¿Qué carajos le pasa? 《 pensó Minho.

Ahora recuerda porque no le gustan los que tienen aspecto de niñitos de mami. No puede hacer nada sin avisarle con diez días de anticipación. Rodó los ojos fastidiado, sacando una caja de cigarrillos para fumar, la segunda en menos de dos días. Se sentó en el respaldo del sillón y desde allí lo miró con duda.

—¿Qué pasa? ¿Lloras porque te toque un poco?

—Mmh...—Jisung se limpió la carita, mirándolo a los ojos. —Me quiero ir a mi casa.

—Pues vete, la puerta está abierta. —Señaló, encogiendose de hombros.

—Perdón.

Jisung tomó su mochila y se arregló la ropa como pudo, evitando seguir llorando frente al castaño.

—Ey, no mientas y digas que te forcé a hacer algo. También estabas de acuerdo al principio. —Dijo Minho, advirtiendole con una simple mirada.

No respondió nada y se fue a su casa, entrando en silencio para no despertar a su mamá. Se sentía bien con Minho, pero...¿por qué no puede ser libre de pensamientos malos cuando está con él?

Minsung || Un Chico ExtrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora