Minsung || Un Chico Extraño

1.9

El viernes por la tarde, Jisung terminó de hacer su trabajo práctico de gimansia y esperó a que Felix dejara de correr por orden de la profesora. Tuvo suficiente tiempo para ver a los de quinto jugando en su lado de la cancha, Minho estaba ahí, metiendo todos los puntos para su equipo.

Se veía muy atractivo con la camiseta deportiva. Resalta entre los demás y su aura es atrayente, ni siquiera puede creer que un chico como él este interesado en hablarle. ¿Por qué lo haría? Si es para burlarse, puede hacer la fila porque tiene a varios esperando el momento.

—Jisung, ya terminé. —De tan concentrado que estaba en el mayor, no se dio cuenta que Felix cumplió las vueltas.

—Vamos.

Tomó su mochila al hombro y salieron del polideportivo, sin prevenir que alguien los estuviera esperando en el portón. Inmediatamente al ver al extraño, Jisung se escondió detrás de Felix, pensando que el musculoso se veía aterrador. En cambio, su amigo le estiró el brazo con emoción, alegando que era un chico guapo.

—Hola, Felix. —Changbin se acercó de lleno, pensando que todo estaba planeado. Los miró a ambos y luego se concentró únicamente en el rubio, ignorando la presencia del "rarito".

—Hola, Seo.

—Por favor, dime Changbin. —Pidió, ofreciendo su mano al alto. —¿Quieres dar unas vueltas en mi motocicleta? La traje pensando que podríamos salir por ahí.

—¿De verdad? —Felix sonrió alegremente, girandose hacia Jisung para pedirle permiso con la mirada de cachorro. —No sé que es motocicletau, pero suena divertido. Can you volver a casa alone?

—Sí, está bien.

En cuanto obtuvo permiso, Felix se perdió de la mano con el otro chico y Jisung se quedó mirando el camino que tomaron. Esperó unos minutos, luego continuó con lo suyo.

No le molestaba regresar solo, de todas formas, sabe que la gente prefiere hacer cualquier otra cosa antes que aburrirse a su lado. No puede mantener una conversación fluida con nadie, por lo que no los culpa, ya se catalogó a sí mismo de aburrido, no hace falta que se lo digan.

Suspiró rendido y esperó el colectivo en la esquina.

—Hola ¿vas a casa? —Una voz a sus espaldas lo sorprendió.

—Hola...si.—Respondió con pena. Otra vez Lee estaba ahí, hablando con él sin ninguna explicación.

—Ah, puedo acompañarte si quieres.

—No, está bien.

—¿Por que no me quieres cerca? —Minho era paciente, pero Jisung no le da ni un punto de confianza y eso le molesta un poco. No está acostumbrado a ser rechazado.

—Es que...no sé que quieres de mi. —Se atrevió a confesar con las palabras practicando expulsadas de su boca en contra de su voluntad.

—Oh...—No hizo falta que lo piense mucho. Quería atrapar a Jisung y eso haría como sea. —Me gustas. —Declaró.

Tan pronto Han lo escuchó, se sonrojó terriblemente. Evitó a toda costa mirarlo a los ojos, pero Minho insistió en tomarlo del mentón.

—Dije que me gustas. —Repitió con firmeza.

—No te creo, perdón. —El menor volvió a alejarse y lo empujó a su lugar suavemente.

—¿Qué tengo que hacer para que me creas? Por lo menos acepta salir conmigo a una cita.

—¿Una cita?

—Sí, dame una oportunidad.

—Mmh...—Han lo pensó unos segundos, agarrando un poquito más de confianza al no encontrarun rastro de inseguridad en el mayor que le permita desconfiar. —Está bien.

—¿Si?

—Si.

Y así, acepto intentar ser más cercano a alguien por primera vez.