En la noche, Han tenía la duda existencial de ir o no ir a la casa de Minho. Obviamente no es lejos y solo estaría al lado de su casa en caso de que suceda algo, puede volver cuando quiera. Sin embargo, seguía indeciso por lo que habló con Felix en la escuela. ¿Lee sería ese tipo de chico que solo quiere acostarse con alguien?. Quizás sí, pero si le pidiera eso, no quiere hacerlo.
Todavía está lidiando con los besos, aunque por suerte son roces y no hay movimiento. En ese sentido, Minho le mostró ser muy paciente y no le exige más cuando se aleja por la impresión. Es algo incómodo, pero su corazón late rápido cuando lo tiene así de cerca y a su disposición.
Su celular empezó a sonar y corrió a atenderlo, notando que era un mensaje de su hyung.
Lee Minho
¿Dónde estás, bebé? >>Tú
<<En mi casaLee Minho
Ven a dormir conmigo
Solo vamos a mirar películas
Las que quierasTrago saliva pesado, frunciendo las cejas con indecisión. Quería ir, pero le daba vergüenza pensar en qué diría. Ojalá fuera más suelto como Felix, su amigo sabe poner límites y es tan seguro de sí mismo que lo admira bastante.
Lee Minho
¿Y?Volvió a leer en la pantalla, pensando una respuesta por varios minutos antes de mandar.
Tú
Ya voyBien, ahora tenía que prepararse mentalmente para estar a solas con el castaño en un lugar cerrado. Su corazón no dejaba de latir, no sabe si porque le gusta o porque le da ansiedad. Guardó sus cositas de dormir en una mochilita y cargó su peluche preferido para que le haga compañía.
Salió a la sala y su mamá estaba allí, viendo la televisión.
—Mami, me voy a la casa de Minho hyung a dormir. —Avisó con expectativas de que no lo deje ir.
—Claro, ve querido. Me alegra mucho que estés socializando con el vecino nuevo, pobre chico, vive solo. Me enteré que sus padres trabajan todo el tiempo y tienen otra casa, lo dejaron mudarse a un depto aparte. Me da tanta pena. —Expresó ella, tocandose el corazón como si estuviera lamentándose.
—Ya veo...seré bueno entonces. Adiós.
Dejó la charla para después y caminó hacia la última puerta del pasillo, tocando tres veces hasta ser atendido.
Minho lo jaló de la mano y le dio un abrazo sorpresa, haciendo que se estremezca por el toque.
—Te extrañé.
—Nos vimos a la mañana...—Murmuró, alejándose de a poco para verlo a los ojos.
—Tienes razón. —Él sonrió divertido, cerrando la puerta de nuevo. —Siéntete cómodo. Voy a traer pororo.
—Sí.
Mirando alrededor, no habían fotos, cuadros o decoración en sí. Las paredes eran blancas lisas, los electrodomésticos eran lujosos y simples a la vez, toda la casa tenía un estilo minimalista entre gris, blanco y negro. Era demasiado frío a comparación de su hogar. De cierta forma, le dio un poco de tristeza que sea tan vacío.
Se sentó en el sillón y Minho volvió con dos bebidas y el pororo. Por instinto agarró la lata, sin saber que era alcohol hasta que leyó la etiqueta.
—Yo no bebo. —Dijo con un tono bajito, devolviendolo a la mesita.
—¿Qué? Solo bebe unos tragos, no te va a hacer nada. —Minho tomó la lata hasta la mitad, suspirando fresco al acabar. —Está bien fría.
Jisung lo miró con atención y regresó la vista a la lata. Tal vez si tomaba, perdería la vergüenza. Agarró la cerveza y se la bebió como su hyung, llegando a la mitad con una mueca de asco por el sabor amargo.
—Puag, no me gusta. —Protestó, provocando una risa burlona al contrario.
—Eres tan adorable, bebé, quiero un beso.
Jisung se sonrojó, pero no sabía si por el alcohol o porque le daba pena. Se acercó a Minho y apoyó las manos en su regazo para darse impulso, cerró los ojos y lo besó suavemente. El castaño sonrió complacido y lo atrajo a su regazo de un tirón, ubicando sus piernas alrededor de su cadera para que quede a ahorcajadas.
—¿Está bien si te beso de verdad? —Preguntó, tomando la mejilla del menor para hacer que abra sus labios. —No quiero asustarte.
Ante la antelación, el menor asintió y lo próximo que sintió, fue la lengua de Minho ingresar a su boca con hambre.
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Minsung || Un Chico Extraño
FanfictionJisung siempre ha sido un chico silencioso y poco expresivo. Realmente nadie puede saber que está pensando, excepto él mismo. Es así que, Lee Minho se siente atraído por esa peculiar personalidad que le disgusta a todos.