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Que cosa más desafortunada. ¿Por qué Lee Minho tenía que cambiarse a vivir en el mismo edificio que él?. Es realmente molesto e incómodo. Ya pasó una semana desde que lo vio subir sus cosas y andar pancho por ahí, es como si viviera solo, no hay ningún adulto acompañandolo nunca y siempre vuelve del colegio con comida comprada, incluso en la noche.

Tampoco es que lo estuvo espiando, ni nada raro, simplemente da la coincidencia que se echa a ver por la ventana cada vez que el chico pasa. No sabe cuanto tiempo podrá mantenerse en secreto, hasta llega tarde a clases para no pasarse en el camino con el castaño.

-Cariño...-Su mamá lo llamó a través de la puerta, golpeando levemente antes de abrir y asomar la cabeza para verlo. -¿puedes llevarle un plato de fideos al vecino?

La miró con duda, esperando que no sea el vecino nuevo.

-Ven, voy a darte un plato. Escuché que no come comida casera y me dio mucha lástima. Hice mucha pasta, creo que le va a gustar, pobrecito.

No quiso decir nada, pero pensó que estaba acabado. Su mamá seguramente ya habló con el portero y se enteró que tenían un vecino nuevo, encima, de su misma edad. Es claro que lo va a obligar a socializar y es algo que lo tiene fastidiado antes de tiempo.

-¿Puedes ser amable con él? -Cuestionó ella, acariciando su cabecita con cariño. -Por favor~

-Hum. -Asintió, tomando el plato con cuidado.

De repente se sentía débil, hacía mucho calor y quería culpar al sol por el sentir extraño de su cuerpo, pero sabía que en realidad no era eso. Las manos le temblaban de más, estaba nervioso sin siquiera haber cruzado ni una palabra con el chico todavía.

Golpeó la puerta 312 como pudo, esperando cabizbajo como es normalmente cuando tiene que hablar con alguien más. Sintió el viento de la puerta abrirse y levantó la mirada levemente, sonrojandose mucho al ver que el castaño estaba sin remera.

-Ah, eres tu. ¿Jisung, no? -Preguntó el mayor, sonriendo de lado al notar lo nervioso que lo puso.

-Toma. -Extendió el plato y bajó la cabeza, haciendo el amague de querer huir.

-Espera, no voy a comer nada que venga de un extraño. Al menos dime tu nombre.

-Es Jisung. -Respondió, parpadeando varias veces al rozar su mano con el chico. -Adiós.

Y sin más, se fue prácticamente corriendo, dejando a Minho con una expresión burlona en su rostro.

Minsung || Un Chico ExtrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora