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-Consejera real-       

 "Se nos va la vida deseando otra"

Mazikeen se fue hace una hora, me dio un beso desenfrenado y caótico que me dejo embobada, Digory me había repetido en varias ocasiones que si necesitaba algo, no dudara en avisarle, necesitaba estímulos, me estaba aburriendo, las doncellas me miraban divertidas, estaban preparando algo, me apetecía ir y ayudarlas, siempre me ha gustado cocinar, ¿sería grosero acercarme?

Tome la decisión y me acerque a ellas, algunas agacharon la cabeza, otras hicieron una reverencia y una simplemente me miro confundida, era la más mayor, tenía canas, eso me lo indicaba, no tenía ninguna escarificación con un número a la vista, descarte la posibilidad de que fuera mortal, fruncí el ceño también.

—¿Qué hace aquí, señorita?—pregunto la señora cruzándose de brazos.

—E-eh, nada, solo quería... Saber qué hacían—explique tímidamente.

—Pues prepararle el almuerzo, ¿que si no?—dijo extrañada, con tono acusatorio.

—De acuerdo, discúlpeme— murmuré alejándome, no quería que me regañaran.

Fui hacia el dormitorio de Mazk, donde todavía no habíamos fornicado, aunque oportunidades no nos habían faltado, él insistió en que debía de recuperarme y que no sé qué, excusas, no le entendía, luego me explico que es tradición hacerlo en la noche de bodas, cosa que ya sabia, pero me daba igual, ese hombre es irresistible y si voy a tener que vagar en estas tierras lo que me queda de existencia, que no es poca, prefiero disfrutarlo.

Entre en la habitación, estaba perfectamente recogida, flores nuevas, velas nuevas, sabanas nuevas, todo cambiado y colocado, visualice la carta a medio hacer que tenía para Ánglica, las heridas de los dedos aún dolían ocasionalmente, pero sin duda habían sanado bien, quizás era hora de dejar de atrasar nuestra comunicación.

Agarre la pluma y comencé con unas breves palabras afectivas, mencione que Lituan había venido, cosa que ya sabrá, que había hablado con Mazk, cosa que se imaginara, que ya se había ido, cosa que también sabrá, estaba siendo muy redundante en esa carta, pero no sabía que más decirle, no habían pasado más cosas, no iba a comentarle que me había encadenado y torturado, cosa que me excito de una manera de la que nunca había podido imaginar, que me había besado desprevenidamente varias veces, cosa que me encantaba, o que mi atracción hacia él se estaba volviendo una obsesión insana que rozaba el masoquismo.

Definitivamente, no iba a decirle nada de eso, aunque se lo imaginara, Angélica es una chica demasiado lista, tiene una intuición perfecta, cosa que no compartimos. Yo soy más de un pensamiento fugaz, por mi mente divagan los problemas y a veces brillan soluciones rebuscadas y profundas, cosa que adoro, hace ya varios meses que no trabajo en nada relacionado con la literatura, en la universidad aprendí a pensar de esa forma, de dispersarme, de alejarme del pensamiento común, porque muchas veces tendemos a caer en la mayoría, lo cual nos deja sin posibilidades de expresarnos, de pensar, de darnos la oportunidad de imaginar algo, nos ceñimos a un guion que nos cierra la creatividad, cosa que me fastidia.

Últimamente, he estado reflexionando más de lo que debería, mi vida ha dado un giro espantoso, nunca hubiera imaginado nada de esto, es demasiado. Me tumbo en la cama, mirando el techo, visualizo la lámpara que cuelga, es preciosa, tiene demasiados detalles, casi aburre la cantidad de cristalitos, perfectamente colocados, puestos de tal manera que dan un contraste interesante, pues los colores oscuros y misteriosos de la habitación, combina a la perfección con esa luz tenue que desprende la magia, es una jackha un fuego hecho con brujería, son unas piedras cristalinas que se encuentran en isla Durta, se dice que el primer rey maldito fue desterrado allí, y que hechizo la arena para que quemara a todo el que la pisara, acabo suicidándose poco después, tras ver todos los cuerpos desvanecerse en la orilla, de ahí salieron esas piedras, capaces de crear fuego en todo momento, sin acabarse, solo la aristocracia de Plaza Zina tiene derecho a ellas, son unas piedras muy significativas.

Mazikeen #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora