22

208 9 5
                                    

-Cerca del abismo-

"El amor es pura destruccion"

Mazikeen

—¿Cómo se te ocurre?

Las constantes quejas y gritos de Selene me tenían fastidiado, llevábamos varias horas con la misma discusión.

—No era mi intención que esto sucediera—contesté con sequedad.

—Pues ahora está en cama, por segunda vez esta quincena.

Me había señalado como principal culpable varias veces. Alexis estaba inconsciente, de nuevo, llevaba varios días sin abrir los ojos o mover alguna extremidad. Oculte mi nerviosismo evitando visitarla, tampoco permiti que me informaran de las novedades, no necesitaba más problemas.

—En unos días estará bien, no te preocupes.

—¿Qué no me preocupé?—preguntó en tono burlesco—. ¡Acabas de tirar todo el plan de meses por puro orgullo!

—No era una cuestión de orgullo—mentí con descaro.

—¡Claro que sí!—su irritante voz me taladraba el tímpano—. Decidiste ponerla en una encrucijada, a sabiendas de su miedo, para aprovecharte de ella.

—Desde el primer momento te dije que iba a ser así.

—¡Por poco acaba con su vida para alejarse de ti!

—Eso es su subconsciente, que la hace creer que no me necesita —respondí rascándome el puente de la nariz—, ella ya se ha vuelto adicta a mí.

—Deja el maldito narcisismo de lado—dijo ella acercándose más a mí—. ¿Has leído las cartas que le manda a Angélica?—preguntó atenta a mi respuesta—. No, no lo has hecho, ni en eso estás pendiente.

Se alejó con rapidez y buscó en su cuarto con torpeza esas cartas, revolviendo los cajones, llenos de cartas requisadas, de algunas por sellar, todo un revoltijo sin orden, decorado por las múltiples botellas acabadas.

Tras varios segundos pareció encontrarla, estaba escondida debajo de unas cajas, donde almacenaba cientos de sellos. El papel estaba arrugado, algunas roturas en las esquinas, el color pasaba de blanquez absoluta a un marrón terrorífico. Abrí la carta y comencé a leer con suma atención.

"Necesito tu opinión, corazón mío, mañana nos casaremos, será una boda, de esas malditas, no puedo dormir, ojalá vinieras, necesito que me protejas, necesito a alguien a quien le importe cerca, aquí me siento una extraña. Creo que me están mintiendo, que fingen preocuparse por mí, no sé bien qué hacer ni que pensar, a lo mejor son paranoias mías, pero no comprendo a nadie, todos actúan muy raro y él, Angélica, creo que me odia o que disfruta viéndome llorar, no lo sé, siempre se comporta muy mal conmigo, como si le gustara que llorara, no lo sé, a veces solo deseo escapar de aquí.

Te amo, hermana, espero con ansias tu respuesta.

Alexis. "

Maldigo en mi interior, esto se está desmoronando, no puedo dejar que piense eso. Tiene que estar enamorada para aceptar todo lo que necesitamos, tiene que estar cegada, no puede pensar esas cosas, tiene que creer que todo es verdad.

—Le confisqué la carta, ella no sabe que no ha sido enviada—confiesa sirviendo un poco de vino en dos copas—, tienes que cambiar tu actitud drásticamente.

—Sería demasiado notorio, además...ella ya sabe que miento.

Digo recordando sus palabras.

<«Deja de mentirme, tú no sientes nada por mí».

Mazikeen #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora