Mazikeen #1

15

-Satira maldecida-

"Yo era cenizas.
Tu me tocate.
Volvi a arder".

-Alejandro Jodorowsy

Veía mi reflejo en el espejo, vestido de negro, con un traje hecho a medida, el pelo peinado hacia atrás, las joyas nuevas, relucientes, adornaban mis dedos, empapado de fragancia, sonreí, iba a casarme, iba a hacerlo con la mujer que debía, para lo que debía, el plan iba a la perfección. Selene estaba al lado mío, bebiendo, como de costumbre, lucia un precioso vestido verde, con una túnica negra, el pelo suelto, alocado, como la chalada que era.

-Ha llegado el gran día-murmuro arrastrando las palabras, asentí, indiferente-, vas a casarte con la heredera.

-Falta poco para que deje de serlo.

-Luego debo charlar contigo sobre eso, creo que tenemos menos opciones.

-Dilo ahora-ordene, tenso.

-Mazk, querido, no es conveniente que lo sepas en estas circunstancias.

-Suéltalo-repetí irritado.

-De acuerdo-suspiró y se terminó su copa-, parece ser que Erin, no quiere que Lituan sea la heredera.

Bufe, cabreado, este asunto estaba siendo más tedioso de lo que en un principio habíamos planeado.

-¿No dijo eso en la carta?- comenté mientras negaba con la cabeza.

-Delante de ella-inquirió con ironía- jamás-decreto y se retocó el cabello-. Por mucho que Fátima le coma la cabeza.

-Fátima se deja manipular por Lituan- afirmé retocando el cabello-, ¿si no por qué iba a pedirle que cambiara de heredera?

-Leí la carta...

-Son unas serpientes, todas-dije en voz baja.

-La tuya no se salva. ¿Te conté lo prepotente que se puso con Lituan?

-Algo me comento-respondí vagamente

-Esa cría le dio en el ego a Lituan y ahora no quiere aceptar el acuerdo-dijo ella, enfadada, se pasó una mano por el pelo.

-Lo sé...se nos están complicando las cosas.

-Debes tener cuidado.

-De momento seguiremos como hemos acordado, tengo que ganarme su confianza.

-Trátala bien-amenazó señalándome-, no es una ramera cualquiera, si quieres tenerla de tu lado, debes comportarte como un caballero.

-No voy a dejar que me falte el respeto.

-Nunca lo permitas, no obstante-murmuró a la par que se rellenaba la copa-, debes ablandarte un poco, una farsa, no tienes que sentirlo-corrigió rápidamente tras ver mi expresión-, escúchala y comprender, los sentimientos son importantes.

-¿Te has vuelto filósofa?

-Soy bruja, sé lo que sé.

-Voy a jugar con ella.

-Recuerda que ese no es tu propósito-dijo ella, mientras bebía de su copa.

-No, pero será gratificante.

-No debes obsesionarte con ella.

-La mataremos antes de que eso ocurra-murmuré en tono desafiante, atento a su respuesta.

-Como acordamos-finiquito después de varios segundos en silencio.

-Como acordamos.

Lo que Selene no sabía es que yo llevaba fantaseando con ella desde que la vi aquel día en Plaza Zina, que me pasaba las noches reprimiendo mi instinto animal de fornicar con ella, que durante nuestras charlas deseaba tocarla y sentirla, Alexis era peligrosa, muy peligrosa, actuaba de recompensa a todo este drama. A pocas horas de que esta tortura sexual acabara, continuaba pensando en cómo ponerla nerviosa cuando llegara el tan ansiado momento.