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Ya estaba amaneciendo y apenas quedaban un par de personas limpiando la playa, cuando un hombre apareció, seguido de pops alarmados que Magnus pudo entender

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Ya estaba amaneciendo y apenas quedaban un par de personas limpiando la playa, cuando un hombre apareció, seguido de pops alarmados que Magnus pudo entender. Maravillado se giró hacia el susodicho, pero este se encontraba tan aterrorizado que de inmediato olvidó su reciente descubrimiento.

"¡Cecil!¡Cecil!¡Tienes que venir a la casa principal! ¡Algo está pasando!" reconoció al hombre cómo uno de los isleños que trabajaba en el almacén de los Baker. En ese momento lo que llamó su atención fue el terror en la cara del susodicho, aquello sólo podía significar problemas.

Ante el llamado, Cecil levantó el rostro, poniéndose pálido, esperando obviamente lo peor.

"¿Qué sucede?" preguntó, frunciendo el ceño.

"¡Es Alquila! ¡Fue a la casa principal! ¡Ha intentado asesinar a tu marido!" exclamó, con una mueca desencajada. Ni Magnus ni Cecil dijeron nada, simplemente se echaron a correr hacia la mansión de los Baker. El camino estaba resbaloso por la lluvia, así que el camino era accidentado, tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para que Cecil no se lastimara en el camino teniendo en cuenta que todo era lodo y rocas. Al mismo tiempo sus pensamientos se movieron rápidamente a Venus, que estaba solo en casa, esperando por ellos. Si era cierto lo del ataque, había una sola razón por la que Aquila se arriesgaría a enfrentarse a los Baker, las posibilidades de que le hubiera sucedido algo al chico eran muy altas.

Al llegar Magnus observó la escena que se desarrollaba en la entrada de la casa, donde un montón de trabajadores rodeaban a dos hombres que estaban discutiendo. Uno de ellos era Evangelous, el hermano mayor de Aquila, quien tenía los puños apretados, mientras sus ojos brillaban con furia. El otro era Jeffrey Baker, que sostenía una pistola, apuntando hacia el hombre, sus ojos tenían una determinación tan clara que nadie se atrevió a moverse excepto Cecil, quien corrió directamente hacia Evangelous, colocándose frente a él para cubrirlo con su cuerpo. Sin embargo, el chico era bastante pequeño, así que Jeffrey sólo levantó el arma, apuntando a la cabeza del hombre.

"¡Basta! ¿Qué está pasando aquí?" Cecil estaba frenético, asustado como nunca. Magnus sintió una furia salvaje apretujar su pecho, el sentimiento fue tan avasallador que lo tomó por sorpresa.

Nadie tocaba lo que era suyo y ese hombre, Jeffrey Baker, estaba tentando a su suerte al atreverse a apuntar un arma al muchacho.

—Hazte a un lado —ordenó Baker, frunciendo el ceño, furioso ante la intervención de Cecil.

Magnus no dijo nada, pero tampoco fue necesario, el arma se dobló, transformándose en una bola de hierro que cayó al suelo con fuerza. Jeffrey soltó una maldición, pero al encontrar el origen de la magia, no pudo decir nada.

—¿Qué está sucediendo aquí? —preguntó, su voz estaba llena de una autoridad difícil de ignorar. Jeffrey apretó los labios, negándose durante un momento a ceder. Magnus no supo la clase de expresión que había puesto, pero ciertamente hizo que Jeffrey finalmente retrocediera.

Una belleza caída en desgraciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora