Prólogo

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Juliana y Florian estaban descansando tranquilamente en su casa vistiendo ropa casual. En el caso de Juliana, constaba de una camiseta blanca con la cara de un Meowth en la espalda, además de un pantalón vaquero corto y un sombrero blanco por fuera y azul en su interior. Florian llevaba una camiseta azul con zonas blancas en el cuello y donde acababan las mangas, pantalones cortos de color negro y un sombrero a juego con su hermana. La chica jugaba con un Sprigatito que encontraron en la calle moribundo poco antes de que ella naciese y su madre decidió adoptarlo. Por otro lado, Florian observaba un combate realizado en Ciudad Puntera, en Galar. Mientras cada uno estaba a lo suyo, su madre entró emocionada dando un portazo.

Madre: ¡Niños, tenéis que ver esto!

Juliana dio un salto del susto, lo que a su vez asustó a Sprigatito. Florian hizo un esfuerzo por no reírse de la situación.

Florian. ¿Qué pasa, mamá?

Madre: ¡Mirad, mirad!

Desde su posición, Juliana no podía ver de que se trataba, pero los ojos de Florian se iluminaron solo con ver de que se trataba.

Florian: ¡Esto es increíble!

Madre: Lo sé.

Juliana se reincorporó tan rápido como pudo y caminó hacia el lugar para ver de que se trataba.

Florian: ¡Juliana, nos han aceptado en la Academia Naranja!

Juliana: ¿¡En serio!? ¿Cómo?

Madre: Envié una solicitud para ver si os aceptaban, ¡y lo habéis conseguido!

Juliana: ¿No es una academia privada?

Madre: Sí, pero sobraban plazas y como vosotros dos tenéis fortalezas muy marcadas os han permitido entrar. Además, puede que Mencía les haya hablado muy bien de vosotros.

Florian: Guau. No pensé que acariciar pokémon sea una fortaleza muy marcada - burlándose de su hermana.

Juliana: Perdona que no sea una fanática de los combates como tú y Mencía. Además, yo también tengo mis puntos fuertes.

Madre: No peleéis por esa estupidez. Dentro de poco vendrá el director de la academia a haceros entrega de vuestro primer pokémon.

Florian: ¡Genial!

Juliana: Yo ya tengo a Sprigatito.

Madre: Creo que aún así te darán a un inicial.

Florian: Es una pena que no vayamos a ver a Mencía por allí.

Mencía: ¡Te equivocas, vecino!

La familia se giró hacia las escaleras que llevaban al cuarto de Juliana y por allí bajaba Mencía muy alegre.

Juliana: ¿Cómo has entrado y por qué llevas el uniforme de la Academia Naranja puesto?

Mencía: Eso no importa.

Juliana creía que sí importaba, sobre todo lo primero, pero no se atrevió a llevarle la contraria a su amiga.

Mencía: ¡Ahora lo único que importa es que vamos a ir a la misma clase!

Florian: Pero si tú eres un año mayor... ¡No me digas que repetiste!

Mencía: - sin perder su alegría - Es una historia muy larga.

Juliana: - pensando - Esta loca sería capaz de repetir solo para ir a clase con Florian.

Mencía: ¿A vosotros no os hace ilusión que vayamos a estar en la misma clase?

Florian: Claro que sí, pero preferiría que no hubieses repetido curso. ¿Qué te pasó? Tú siempre has sido de las más aplicadas en todas las asignaturas.

Un Tesoro al que Llamar Mío (Pokémon Escarlata Y Púrpura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora