Escuadrón Segin

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Gracias a la velocidad de Koraidon, todavía mayor después de comer la especia oculta, llegar a la base del Escuadrón Segin antes de que el solo comenzase a ponerse no sería nada complicado. Subiendo por la ladera de una montaña, llegaron a un centro pokémon donde pararon a descansar y comer algo, lo que Juliana agradeció porque no había comido nada en toda la mañana. 

Damián: ¿No has desayunado y solo te vas a comer unas bayas?

Juliana: Sí, están deliciosas y llenan más de lo que parece.

Damián: ¿Segura que no quieres un trozo de mi bocadillo?

Juliana: No gracias. Tampoco puedo alimentarme todos los días a base de bocadillos.

Damián: Tú misma.

Juliana: Aunque puede que Koraidon quiera un poco.

Aunque lo decía bromeando, a Damián no le gustó nada la idea.

Damián: No pienso darle nada.

Juliana: ¿Por qué eres así con él?

Damián solo desvió su mirada hacia el horizonte en un silencio que, al menos él, no rompería. La incomodidad se hizo notoria en poco tiempo y Juliana se vio forzada a iniciar una conversación, incluso si no se le daba muy bien.

Juliana: ¿Cómo es ese tal Terror Volador?

Damián: Fíjate en lo alto de la montaña. ¿Ves esa roca que cae por la ladera?

Juliana: ¿Un desprendimiento?

Damián: Todos creen que simplemente hay temporadas de desprendimientos en esa montaña, pero no es así. Algunos afirman haber visto a un pájaro gigante por la zona poco antes de que empiece la temporada de desprendimientos, al que han apodado el Terror Volador. Lo más seguro es que sea un Bombirdier, un pokémon que suele recoger rocas para después dejarlas caer contra sus oponentes.

Juliana: Todo eso es genial, ¡pero si una de esas rocas nos cae encima podríamos morir! ¡¿No podríamos ir en cualquier otra época del año?!

Damián: No, solo aparece por aquí para tirar rocas y después se va por varios meses. La idea es llegar a la cima por un camino seguro y si no podemos, Koraidon debería ser bastante ágil como para evitar todas las rocas. Y aún si todo eso falla, estoy seguro de que Spring podrá desviarla o por lo menos frenarla y recibir el daño. Así que no te preocupes, estamos seguros.

Juliana: Aún así me parece un poco arriesgado. ¿No sería mejor que consiguiésemos un tipo volador para llegar volando?

Damián: Sabes que el tipo volador es justamente vulnerable a las rocas, ¿no?

Juliana solo soltó una risa nerviosa por la tontería que acababa de decir y su reacción provocó un corto suspiro en Damián.

Damián: En fin, si seguimos subiendo por donde los aerogeneradores deberíamos llegar hasta el Terror Volador, pero para llegar a la base del Team Star tendremos que coger la bajada que lleva a Ciudad Cántara.

Juliana: Entonces, ¿nos ponemos en marcha?

Damián: Sí, será lo mejor.

Los dos volvieron a subirse a lomos de Koraidon y descendieron por el camino que llevaba a Ciudad Cántara, aunque no tenían ninguna intención de siquiera visitarla. Durante el camino Juliana se imaginó cientos de escenarios en los que su encuentro con Anán no terminaba nada bien. Le tranquilizaría mucho escuchar los ronroneos de Sprigatito, pero a lomos de Koraidon acariciarlo sería muy difícil, si no imposible. Damián notó lo tensa que estaba su compañera de viajes y decidió hablar un poco con ella para intentar distraerla por lo menos en el camino hasta la base, pero de poco o nada sirvió, él no era tan relajante como Sprigatito.

Un Tesoro al que Llamar Mío (Pokémon Escarlata Y Púrpura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora