Capítulo 15. Apartamento 519

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Alargué lo más que pude mi turno, pero no podía quedarme encerrado en la cafetería hasta el día siguiente aunque con tal de retrasar lo más que pudiera la conversaciòn no sonaba tan mal esa idea.

Además Tae tenía demasiada prisa porque Jungkook lo estaba esperando para ir a tomar algo juntos, su plan de haber ido a la cafetería por "coincidencia" había sido un éxito ya que logro invitarlo a salir, así que no podía negarme a que fuera con ese grandulón. Me apresuré a dejar todo en orden y salir, me puse mi abrigo y coloqué la mochila en mi hombro.

Ahí estaba él, recargado en un auto rojo, con unos jeans negros los cuales tenían rodilla rasgada, usaba una playera de manga larga negra y sobre ella otra blanca de manga corta con una chaqueta de cuero, esperándome mientras fumaba un cigarrillo. Se veía tan jodidamente sexy que me sonroje en seguida de solo pensarlo.

-¿En que estabas pensando Jiminnie?- dijo sonriendo, lo había notado por el leve rubor en mis mejillas.

-En nada, vámonos.- Quería que la tierra me tragara en ese preciso momento.

Subimos al auto y encendió la calefacción en cuanto se dio cuenta que estaba temblando gracias al frío...o los nervios.
Mi vista estaba fija en mis manos que se encontraban jugando con una bolita de papel que había sacado de la bolsa interior de mi abrigo.

-Vas a desintegrarla con la mirada si sigues haciendo eso- bromeo- ¿Quieres ir a tomar algo?-

Moví la cabeza negando.

-Entonces vamos a casa.- Menciono mientras ponía música en el reproductor.

Quise concentrarme en otra cosa, no sabía qué me avergonzaba más, sí el hecho de que tuvo que rescatarme del intento fallido y cobarde de acabar con mi vida o porque me hizo salir corriendo después de la indirecta aquella noche en el balcón. Me sentía tan tonto dejándome llevar por mis emociones, que me sentí muy molesto conmigo mismo.

-¿Porqué estás molesto?-suspiro.

¿Acaso este sujeto podía leer mis pensamientos?

-No lo estoy YoonGi, ¿porqué debería?- dije intentando sonar lo menos molesto y sorprendido posible.

-Bien, primero dile eso a tu tono de voz, en segundo lugar cuando te enfadas tus labios hacen un pequeño puchero que te hacen ver realmente adorable.- respondió.

Sentí que mis mejillas iban a estallar, sabía como hacerme sentir tímido. Y peor aún, estaba haciendo que tuviera un interés innecesario en él. No debía ser así, no podía sentirlo, permitirlo era una irresponsabilidad de mi parte, no solo por la forma en que nos conocimos, emocionalmente me encontraba demasiado inestable y preocupado por lo que podía pasar conmigo y mi familia que no podía arrastrar a nadie más a esto y por si fuera poco era una persona que a penas y conocía, sonaba bastante absurdo.

Llegamos al estacionamiento del edifico, bajamos del auto y subimos por el ascensor hasta nuestro piso.

Todo transcurrió en silencio, pero no un silencio incómodo, podría decir que se sentía como una gran calma.

Agradecí por llevarme a casa, creí que ahí había terminado el recorrido, cuando me disponía a ingresar mi clave en la puerta me tomo del brazo.

-Un momento pequeño, aún no hemos hablado, vamos a mi apartamento, es el 519.- señaló con la mirada al apartamento de a lado.

Aunque en teoría todos los apartamentos eran iguales, este se sentía diferente. La decoración era elegante no había muchas cosas pero se sentía cálido como un hogar. La mayoría de la decoración era blanca y negra con toques minimalistas, parecía como un museo acogedor.

-Toma asiento, siéntete como en casa Jiminnie.-Extendiendo su mano en dirección al sofa junto a mi.- ¿Quieres un poco?- Dijo mientras se dirigía a la cocina a sacar una jarra de zumo de mandarinas del refrigerador.

Asentí.
Se sentó junto a mi en el sofá, una parte de mi quería volver a salir corriendo, otra quería quedarse ahí junto a él, aunque fuera en total silencio.

-Quiero saber tres cosas, después de eso puedes salir corriendo de nuevo a tu apartamento si así lo deseas. -

-Dime...¿qué necesitas saber hyung?- respondí con un tono bastante tímido, aún sin poder verlo a los ojos.

-La primera no es necesario que me la respondas, a menos que realmente quieras... dime... ¿Que te atormenta tanto para haber querido saltar del balcón la noche en que nos conocimos?- suspiró.

Me quede frío ante la pregunta, no iba a contarle nada de eso, no podía.

-Huyng...- Mis ojos se llenaron de lágrimas.

-No es necesario que me respondas, tal vez después puedas contarme.-

Mi pensamiento se nublo, solo quería irme, pero interrumpió mi pensamiento con la siguiente pregunta.

-Bien, segunda pregunta ¿porqué saliste corriendo a tu apartamento aquella noche?- su voz sonaba ligeramente burlona al recordar la escena.

Tampoco sabía que contestar a eso, tan solo recordarlo hacía que me sintiera sumamente avergonzado.

-Si te digo que no lo sé, ¿Me creerías?-

-No, pero podría fingir que si.- Se encogió de hombros.

-Entonces no lo sé- respondí soltando una risa ligeramente burlona.

-Tercera y última pregunta...

Se acercó a mi y tomó mi mentón con su mano, una corriente eléctrica me recorrió por completo, la sensación de sus dedos sobre mi piel me hizo estremecer, quise retroceder pero me tomo con fuerza y levantó mi rostro haciendo por fin que nuestros ojos hicieran contacto.

-¿Porqué no has querido verme a los ojos?- Dijo de una manera que a penas era audible pero lo entendí porque de un momento a otro solo pude sentir su cercanía y su respiración sobre mi cara y bajé mi vista a sus labios.

Y nos quedamos así un momento, de pronto todo lo demás desapareció. Solo él y yo en esa pequeña burbuja de tensión que se había creado en la habitación.

Help me! •• YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora