Debo admitir que no fue fácil, el hecho de no poder hablar había complicado un poco mi plan de salida, sin embargo lo logré.
Iba camino a Jeju, pude mirar por la ventana del avión para darle un ultimo vistazo a Seúl. Me sentía un poco nostalgico pero estaba decidido así que con esas fuerzas me concentre en el viaje, sin pensarlo mucho me había quedado dormido durante todo el vuelo.Cuando llegue tome un taxi saliendo del aeropuerto y me dirigí a mi casa, quería dormir un poco más. Al parecer realmente estaba solo, todo en orden y limpio y por primera vez en mucho tiempo disfrute de esa soledad, era abrumador pero estaba bien con eso.
Subí a mi habitación y me tiré en la cama, a pesar de ser las 11:00 am tenia mucho sueño asi que pronto me volvi a quedar dormido.
No tardé mucho en despertar de nuevo así que salí a caminar un poco y comprar algo de comer y alcohol, mucho alcohol, tenia bastante tiempo que no bebía y me pareció que si iba a ser la ultima vez debía hacerlo bien.
En la tienda compre muchas cervezas, algo de soju y cigarrillos, disfrutaba realmente de beber y fumar cuando me sentía así, pague por las cosas y salí de ahí.
Volví a casa y subí a mi habitación, me sente en las sillas del balcón, encendí mi cigarrillo y abrí mi primera cerveza, esta sería una tarde para mi y todos mis recuerdos, para mi y todo mi pasado, para mi y todo mi presente y el futuro que no habrá.
Seguí bebiendo inmerso en esas anecdotas que me hacian reír, en otras que me hacian llorar y en las que me destrozaban por completo. Pensaba en YoonGi, en Taehyung y los chicos. Pensaba en mis padres y en HaRi, en como se había ido odiandome y eso me hacia sentir una presion desgastante en el pecho de la cual quería salir corriendo.
Metí mis manos frías en los bolsillos de la sudadera que llevaba puesta y sentí mi telefono, el cual me alerto que tenia poca bateria, en la pantalla miles de llamadas perdidas y mensajes de todos mis amigos y de YoonGi, no quise leerlos de haberlo hecho tal vez no seguiria decidido a terminar con todo. Así que apague el telefono. Entre a mi habitación y tome una foto del mueble de madera, aquella foto que muestra la familia feliz que eramos y que yo apagué, pedi perdon entre lagrimas y dolor, pedí perdón por haber hecho la vida de mi hermana una vida solitaria sin padres, una vida de carencias y no de ensueño como merecía, pedí perdón por todo. Me decidí a ir al baño, caminaba ligeramente torpe, había bebido todo el alcohol que había comprado asi que me sentía mareado, abrí la llave del agua caliente dejando que la tina se llenara, abri el botiquín y saque una cuchilla para afeitar.
Cuando la tina estuvo llena me meti en el agua caliente y sentia como poco a poco se iban destensando mis musculos, así quería irme, era una sensación como si alguien me estuviera abrazando y me gustaba. Tome la cuchilla y comence a moverla entre mis dedos, dejando que las lagrimas bajaran por mis mejillas sin sentirse frenadas en algún momento, mi vida pasaba frente a mis ojos anunciando el final de todo...por fin.
Comence a delinear mis venas con el filo de la cuchilla, el primer corte lo hice sin querer no era grande pero el ardor calmaba el dolor en mi pecho, volvi a hacerlo esta vez mas grande y mas profundo, cada corte que habia hecho tiñio el agua de un ligero carmesí y llenaba mi pecho con una calma impresionante, como si todo el dolor fisico pudiera detener la tormenta que había en mi alma, sabía que pronto terminaría este sufrimiento, estaba cerca del punto clave para terminar con todo, me deje sumergir en el agua para sentir la calidez por completo antes de cortar mi línea de vida, cerré los ojos un momento, sentí como si unas manos me sujetaran, sentí una corriente electrica en todo el cuerpo como la que te llega despúes un ansiado y desesperado abrazo, suponía que estaba delirando por el alcohol, pero el frio de estar fuera del agua me hizo regresar a la realidad, grite desesperadamente con los ojos cerrados, pero su voz, esa voz que me pedía de manera entrecortada que la mirara me hizo reaccionar.
Abrí los ojos y por fin pude verla, estaba ahí, tomandome de los brazos, viendome con lagrimas en los ojos y mucho terror y angustia en ellos, era justo como la recordaba, con su cabello negro ondulado, sus ojos iguales a los mios tristemente sin brillo, sus labios en un tono rosa y su voz tan dulce como cuando eramos niños pero entrecortada por los sollozos que estaba emitiendo.
-Ha...HaRi.- dije.
No podía creerlo mi hermana estaba ahí pero ¿Cómo era eso posible? ¿Estaba ella aquí? ¿Cómo me había encontrado? Todo comenzo a tener sentido cuando ella le hablo a YoonGi para que le ayudara, cuando entro vi su cara de pánico y terror, su piel se torno más pálida de lo que ya es, creo que desde la perspectiva en la que Min nos estaba viendo cuando entro al baño no ayudó mucho parecía la escena clara de un suicido y aunque ese era el plan inicial, estaba sumamente confundido con todo.
Me saco de la tina en brazos diciendoles a todos que me llevaria al hospital. Esperen...¿todos habían ido a Jeju? Me dolia la cabeza de tanto pensar en eso pero de lo que estaba seguro era que no quería volver a la clinica.
-Espera...no quiero ir, estaré bien.- le dije a YoonGi en una voz apenas audible.
Se detuvo antes de salir de la casa, no supe realmente que interpretar en su mirada solo podía decirme que no dejara de hablarle, que quería seguir escuchandome.
-YoonGi, encontré el botiquín.- Le grito HaRi desde las escaleras.
-¿Que te hiciste amor? ¿Qué querías hacer Minnie?- Me dijo mientras lloraba y limpiaba la sangre que seguia saliendo de mis heridas.
-Quería que todos dejaran de sufrir por mi y que simplemente avanzaran. Quería detener todo este dolor que esta aquí en mi pecho y con el que ya no podía.
-Jiminnie, curare tus heridas de acuerdo, esto dolera un poco sujetate bien de YoonGi.- me dijo Jin mientras tomaba mi brazo.
Cuando alce la vista y la vi termine de entender que no la estaba soñando realmente era ella, estaba ahí, me estaba viendo con los ojos llenos de lagrimas, suplicando perdón. El miedo era evidente pero ¿a que le temía? ¿a que la odiara? Eso no podría pasar nunca. ¿A que la rechazara? No, si algo que deseaba tanto en la vida era que volviera.
Y como niño pequeño simplemente le estire los brazos en cuanto me curo Jin para que pudiera abrazarme, quería tocarla, sentirla, saber que era real, que estaba ahí conmigo.
-Mimi, perdoname, por favor perdoname. Si no te hubiera abandonado nada de esto te habría pasado. Debí comportarme como tu hermana, cuidarte y protegerte y falle. Perdoname mi pequeño Mimi, perdoname.- Me abrazó mientras lloraba desconsoladamente.
-HaRi...yo no tengo nada que perdonarte, estas aquí y es lo único que me importa. Solo, ¿te puedo pedir una cosa?
-Dime.
-No te vuelvas a ir de mi lado...-rompí en llanto
-No lo haré.
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Help me! •• Yoonmin
FanfictionAnte la idea desesperada de encontrar una solución para todo el sufrimiento de su pasado, Park Jimin decide saltar por el balcon de su apartamento, sin contar con que el chico de ojos felinos llegaría para salvarlo. #YoonGiMasitaMiReligion ¡Atenció...