Capítulo 16. Desde Daegu hasta Seúl.

37 6 0
                                    

Estuvimos inmersos en esa pequeña burbuja unos minutos hasta que sonó su móvil haciéndonos salir de esta.

-Discúlpame Jiminnie, debo contestar, no tardo.- Tomó la llamada en una de las habitaciones contiguas.

Pensaba en irme, el estaba ocupado y tardaría en salir, tenía el tiempo suficiente para que no pudiera detenerme, me levante del sofá y caminé hacia la puerta.

-Park Jimin, te recuerdo que aún no contestas todas mis preguntas.- grito.

Me giré de inmediato para detenerlo, pero ni siquiera había salido de la habitación donde había entrado a contestar la llamada, ¿Cómo era posible que siempre estuviera un paso delante de mi? Conocía mis movimientos e incluso lo que estaba pensando. Ese sujeto era vidente o algo parecido, no tenía otra explicación.
Bufé frustrado, necesitaba algún pretexto para no ser sometido más a este interrogatorio pero tampoco podía ser tan descortes con la persona que me había salvado la vida aunque no se lo hubiera pedido.

Regrese al sofa y me sente en el con los brazos cruzados intentando disimular mi enfado.

-Y ahí esta de nuevo, esa forma adorable en la que te enfadas.- Suspiro.

Volteé la mirada en dirección a donde escuché su voz, estaba recargado sobre el muro de la pared Justo frente a mi, mientras jugaba con su cabello entre sus dedos haciendo que ante esta imagen quitara el más minimo atisbo de enfado que quedaba en mi.

Regresó conmigo al sofa y puso su mano sobre mi rodilla, presionandola ligeramente.

-Me queda claro que no responderas a mis preguntas y creo que lo entiendo, no nos conocemos mucho, aunque por haberte salvado, es lo mínimo que merezco- se vanagloriaba de lo sucedido aquella noche.

-YoonGi hyung aunque no tengo mucho que decir, solo quiero que sepas que mis reacciones no son por ti- aunque muchas de ellas efectivamente se debían a lo que el causaba en mi- no soy una persona que se relacione fácil con la gente, Taehyung es mi mejor amigo desde que llegué a Seúl y para que eso sucediera pasarón muchisimos años- Por fin respondí, creo que podría considerarse una buena respuesta además de honesta.

-Pues ahora puedes tener dos amigos aquí, además recuerda que no solo somos vecinos, también seremos compañeros de universidad y en esta enoooorme ciudad solo te conozco a Jeon y a ti- Dijo mientras me miraba sonriendo.

Aunque lo que dijo me quedo sonando un momento...

-Entonces... ¿Tampoco eres de aquí?- dije confundido, el tenía toda la pinta de ser el chico de Seúl con millones de amigos, popular en el colegio, rodeado de chicas que se morían por que al menos les mirara.

-No, soy de Daegu, me mude a Seúl hace poco, precisamente a este edificio y que curioso ese día me dieron la bienvenida más extraña y extrema que eh tenido- Se burló.

El había terminado de instalarse en el apartamento la noche en que nos conocimos, un motivo más para sentirme avergonzado.

-No te preocupes, si las cosas no hubieran ocurrido de esa manera, probablemente yo no habría tenido la oportunidad de regalarte una noche más de vida ni tu de regalarme una noche más con tu compañía.- respondió.

-Me alegra que estes aquí Hyung- eso que le había dicho era cierto, sabía que me alegraba de tenerlo cerca aunque fuera egoista de mi parte. -Y ¿que te trajo a Seúl?- pregunté.

-La música... en Daegu no tenía muchas oportunidades y hablando con algunos amigos y compositores con los que trabajo me recomendaron venir a Seúl para estudiar y abrirme más puertas en la industria, soy productor y compositor, no soy muy bueno y aún me falta demasiado por aprender, por eso elegí esa universidad ya que es de las mejores en cuanto a artes se refiere, además cuando supe que Jungkook estaba estudiando aquí no dudé un minuto en venir, nos conocemos desde que el era un niño pequeño, era bastante adorable y tenía unos ojos enormes y tiernos, aún los conserva pero ahora tiene un cuerpo grande y musculoso.- de río tiernamente de solo recordar la imagen que le vino a la cabeza del pequeño Jungkook

-Y ¿tu familia?, ¿porque no vino contigo?- le pregunté.

-Mis padres no apoyan del todo mi sueño pero nunca se han opuesto a que lo logre, ellos tienen una vida hecha en Daegu, creo que sería demasiado egoísta de mi parte traerlos hasta aquí por mucho que los extrañe ¿no crees?-

Asentí, aunque pude ver en su rostro esa expresión que conocía bastante bien,  extrañaba a su familia y se sentía...solo.

-¿Tu familia apoya tu sueño de ser bailarín? Esta tarde cuando te vi en el salón de prácticas, me sorprendiste. Eres muy bueno, por no decir que apostaría que eres el mejor.-  No pude evitar que mis ojos se cristalizaran, a mi no me apoyaban, ni siquiera tenía una familia.- Lamento si dije algo que te hiciera sentir mal Jiminnie- dijo avergonzado.

-No te preocupes hyung no es eso, es solo que no...no tengo familia. -mi respuesta sono bastante triste.

-Pero y ¿tu novia?, el día que llegue a instalarme vi a una chica salir de tu apartamento.-

Mi pecho se contrajo, YoonGi había visto el momento en que HaRi se fue de la casa, el recuerdo comenzó a hacerse prensente en mi, me estaba aplastando.

-No era mi novia, era mi hermana.- respondí en voz baja y entrecortada.

Justamente lo que estaba evitando sucedio, rompí en llanto uno que no podía contener.

-Lo lamento tanto YoonGi, lo mejor es que me vaya a casa.- Me levanté dispuesto a irme pero me tomo de la mano y me llevó hasta su regazo en el sofá.

-Llora pequeño, llora. Todo va a estar bien.- Me abrazó con fuerza, fue uno de esos abrazos que reunen todas las piezas en las que estabas roto intentando unirlas y se sentía tan bien.

No preguntó ni dijo nada mientras estabamos así, lo cual agradecí demasiado porque no podía decirle todo lo que había sucedido y tampoco quería hacerlo.
Comenzo a pasar sus manos entre las hebras de mi cabello intentando calmarme, hundí mi rostro en su pecho respirando su indescriptible aroma que era delicioso, hasta que esto hizo que me venciera el sueño.

Help me! •• YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora