The Rigsby's - Patrick Jane y tú <3

|Liberando mi mente|

Llegué a mi casa y encontré otra carta, un papel doblado sobre mi cama.

"Cambiamos de planes, no se nos apetece comer hamburguesas, es una pena que ha donde vamos no puedas entrar, tal vez el rubio y yo tengamos una cita con el manicurista" al final su Marca... Hecha con sangre, seguramente de Jean.

- Mierda!- exclamé golpeando la puerta del armario. Era obvio que se refería a cortarle los dedos. -Que maldito afán con cortar dedos!- hice bola el papel y lo lancé y puse mi cabeza en la puerta de mi armario.

- Carajo! Nesesito encontrarlo! Nesesito pensar...-

Apesar de ser muy inteligente solía cayar todo aquello que llegaba a mi mente, me liberaba un poco al resolver casos demasiao fáciles aveces, era ahí cuando dejaba que mi hermano metiera sus narices.

El mundo siempre creyó que eres una genio, solo resolví acortar mi tiempo de estudio, corrí con la suerte de jugar contra un montón de estúpidos que creían que era super inteligente. Nunca lo fui realmente, mi cerebro funciona diferente pero no sé todo sobre todo como ellos describían.

- Muy bien... Nesesito ser yo... Solo yo puedo resolverlo-

Me desabroche los puños, me arremange la camisa y arranque el parche de nicotina. Si, demasiado tiempo libre, continuemos. Habri el ropero y corrí todas las prendas hacia los costados y habri un compartimento secreto y saque mi violín astillado por las balas del arma de mi padre. Me coloque frente a la ventana y revise que estuviera afinando.

Comencé a tocar lo que recordaba mi padre había quemado las partituras, una mezcla de Bach y Betoben al final logré rescatar notas y logre que sonarán bien juntas.

Cerré los ojos y respire hondo. Mi mente viajó... Había mentido con lo del palacio de la memoria, el mío era firme aunque yo decía lo contrario. Ahí estaba yo frente al pizarrón de Jean, su cama estaba desatendida la silla fuera de su lugar, la puerta entre abierta... Papeles en la mesa, Jean no está consiente, Jean no está aquí como rayos. - Carajo Patrick entro también en tu mente-

- El lo puede ayudarte cariño...- una voz de mujer en mi cabeza.

Revise los papeles en la mesa solo tenían texto los que yo vi al ir por mis llaves en la mañana de ayer. Una tarjeta.. no un panfleto roto... Pichanchas en la mesa, volví al pizarrón y ahí estaba el pedazo faltante junto a más información.

- El club para hombres!- deje de tocar. -Oh Patrick, ahí es a donde ibas con tanta prisa- deje el violín en mi cama y tome la nota - Un pequeño error John...- saque un maletín de debajo de mi cama. No era la primera vez que me metía a ese club, claro que el no estaba enterado. Me puse el traje y tome perfume de mi hermano. Un poco de maquillaje, el cabello perfectamente acomodado, cartera con "mis cosas" y estaba listo.

El arma no podía faltar, mi problema ahora solo era cuando estuviera adentro. Dónde encontrarlo...

Tome el auto, si se manejar pero odio tener que usar credencial de aprendiz. Conduje hasta el Club entre al estacionamiento con la membresía que sacamos aquella vez.

-Señor, puede proporcionarme su nombre?- Dijo la señorita que atendía la resepcion.

-Roy Tagliaferro- la mujer busco en la lista.

-Un hombre con ese nombre registro su entrada hace una hora- dijo dudosa.

- Claro que sí...- Me lleva una hora de ventaja. - ah mi nombre, disculpe tengo tantas cosas en mi cabeza, Maxwell Harrison- ella dudo pero busco.

-Adelante señor- sonrrio.

Sin decir más me adentre, había hecho amigos los cuales me saludaron y preguntaron por Jean.

Después de lograr escapar de las personas no sabía que hacer. -Donde estás Patrick...-

Me dirije a los casilleros, habri el mío y cayó una nota.

"505
cena
H6 - F6
William Blake"

Y terminaba en una letra J y el intento de escribir su nombre pero aún así ligeramente visible, era Jean y sabía que lo buscaría.

Códigos... 505... SOS okey, cena... Debo ir al restaurante... H6-E6... No lo entiendo... Bueno y Wiliam Blake... Poeta y pintor... Ahí una pintura de Wiliam Blake en el restaurante. Bien.

Me dirige al restaurante y pedí un whisky, no muy de mi agrado pero tenía que seguir en mi papel. Me pare frente al cuadro y lo mire con detalle.

- Hermoso, no?- dijo un hombre un poco más alto que yo que se paró a mi lado.

- El dragón Rojo y la mujer vestida de sol- dije y suspiré aún buscando algo en la pintura.

- Tigre tigre...- susurro

-Tigre tigre...- dije en forma de pregunta.

-Acompañame- lo seguí y subimos a un auto y salimos del club. Lo sé, no debería subir al auto de un extraño pero ya no tengo recursos.

Llegamos a un lugar... Parecía una bodega. Y entre. Creí realmente, creí que me dejarían quedarme con el, eres un detective privado o algo así?- dijo un hombre pero todo estaba oscuro. -Que triste que tuvieran que enviar a alguien, no pudieron solos- pude percibir el perfume de Jean.

-Donde está?!-

-oh con calma joven, logro engañar a mi súbdito pero se que no eres uno de los míos-

Se encendió la luz, y había un tablero de Ajedrez ya iniciado. -Mi amigo se quedó dormido a medio juego, quieres jugar? Aunque no te conozco... Realmente creí que la chica enviaría a alguien más cercano.

Me acerque al tablero. La Torre en H6 la moví a la casilla E6. - Jaque- saque el arma y la apunte hacia atrás sobre mi hombro -Mate-.

- Quien eres? Porque accediste a jugar?- me reí, realmente no sabía quien era.

- Mi padre envía saludos- dije dándome la vuelta.

- Sorprendente... T/n Rigsby te infiltraste para venir a buscar a tu novio. Ahora entiendo sus ganas de ir al baño y el porque se tropezó en los casilleros. Te dejo una nota no es así.

- Eres Red John?-

- Eso es lo que dicen - dio un paso sin salír de las sombras y cargue el arma. - Realmente no importa, ustedes solo son peones en mi juego, una partida que no tiene fin... Siempre queda en Jaque y yo soy intocable.- empezó a oler a cigarrillo. -Deseas uno Rigsby, solo como luto a tu padre- el río con sonrra.

- Lo deje, gracias-

- Oh... Que triste-

- Te conozco...-