Capitulo 36

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Naruko seguía dentro de la serpiente, pero ya estaba preparada para poder salir. Se había dicho que aún le quedaban muchos asuntos pendientes y no podía rendirse, pues no iba a perder la nueva oportunidad que los bijus le dieron para vivir, sin importar que no terminara de acostumbrarse del todo a ser una chica, ella seguiría hasta el final para cumplir sus metas pues nunca retrocedería a su palabra y además debía salvar a Sasuke del destino que le esperaba y hacerle ver que ella era su igual. Por eso mismo usó el Kage Bunshin, haciendo que una gran cantidad de clones aparecieran dentro de la serpiente, causando que esta explotase. Con eso hecho la rubia quedó libre.

-¡Soy la shinobi que se va a convertir en Hokage! – dice ella resollando mientras ella junto con sus clones estaba manchadas del ácido gástrico de la serpiente -.

Sasuke seguía escondido junto a Sakura, y el azabache aún seguía cogiendo el kunai que se había clavado en la pierna. Ni siquiera le había dado tiempo a asimilar lo que había ocurrido, pues no se había percatado de lo que había hecho. Solo pensó que el dolor le haría reaccionar y así fue. Tras eso saca el kunai y Sakura abre aún más los ojos.

-Sasuke-kun... - susurra la pelirosa -. ¿Estás bien?-

El Uchiha pone su mano en la boca de la chica para que no siguiera hablando. Este seguía muy preocupado y se dijo que debían huir de ahí pues el enemigo los encontraría pronto. El chico estaba de los nervios. Sakura se percata de eso, y se sorprende. Sasuke nunca había sido así.

En un descuido de Sasuke, ya que este estaba pensado en la manera de salir de ahí con vida, una enorme serpiente se había acercado a ellos y la que la ve primero es Sakura, la cual abre los ojos asustada.

-¡Sasuke-kun! – grita Sakura al ver que el chico no se percataba -. ¡Una serpiente!-

Nada más oír eso el Uchiha activa el sharingan y consiguen apartarse a tiempo. Sasuke estaba que no se lo podía creer. Había estado tan trastornado que no se había percatado de la serpiente. El enorme reptil se enrolló en un árbol y fue directa a por Sasuke. Cuando el azabache ve que se dirigía hacia él pudo ver los ojos de su oponente, esos que lo habían dejado paralizado por el miedo. El chico gritó.

-¡No te acerques a mí! – grita mientras lanzaba varios shurikens.

Ese ataque mató a la serpiente. Ahí los dos chicos creyeron que podían recuperar el aliento y así pensar que es lo que harían, pero Orochimaru no les dejó.

Sakura y Sasuke se percataron de que un agujero se estaba formando en la serpiente y se pudo ver que de ahí salía el sannin serpiente.

-No puedes bajar tu guardia ni un segundo- dice este y eso hizo que Sasuke abriera mucho sus ojos y ahí se pudo apreciar que en ambos ojos tenía dos rojos del sharingan de dos aspas en ambos ojos -. La presa necesita tener en tensión su mente todo el tiempo y escapar... en presencia de un perdedor-

Orochimaru se alargó haciendo que su cuerpo pareciera el de una serpiente y fue enrollándose en el árbol para llegar hasta Sasuke, pero tuvo que detenerse, ya que varios kunais y shurikens habían sido lanzados.

-Lo siento, Sasuke.. Sakura- dice Naruko y eso hizo que los tres presentes la mirasen. Ella estaba de brazos cruzados y con una sonrisa -Olvidé la contraseña-

Orochimaru la miró de reojo. No sabía mucho sobre de la rubia mas alla que era la hija del cuarto hokage y que tuvo una discapacidad en sus piernas que la hacian a su parecer una perfecta inservible, la verdad es que no le interesaba lo más mínimo. El sannin conoció al Cuarto Hokage y le tuvo rencor, pues Sarutobi fue quien decidió que Minato fuera el próximo Hokage dejándole a él de lado, aun cuando él fue el preferido de Hiruzen. Eso le dolió, pero también le incentivó a unirse con Danzo.

-Naruko – dice Sasuke aún un poco desesperado. Se alegraba de que la chica hubiera vuelto, pero no quería que saliera herida -has venido para lucirte salvándonos, ¡pero no te involucres! ¡Huye! ¡Está muy por encima de nuestro nivel!-

-Parece que has derrotado a esa serpiente gigante, Naruko-chan – dice Orochimaru.

Mientras que la rubia la estaba mirando con una mirada de odio -ami no puedes engañarme, yo se perfectamente quien eres tu en verdad, ¡Orochimaru uno de los sannin de Konoha!!- grito Naruko

Cosa que hizo que el sannin se sorprendiera bastante, pues no esperaba que una gennin supiera su identidad aun habiendo cambiado su apariencia, cosa que no tenia el mas minimo sentido para el –Vaya parece que la mocosa mayor de Minato y Kushina resulto ser mas inteligente de lo que imagine- dijo Orochimaru con una expresión seria.

Sasuke estaba con los nervios a flor de piel. Estaba más que aterrado, no solo porque sabía que no tenían nada que hacer al saber quien era su oponente, tanto asi que poco le importo que la rubia supiera la verdad sobre el sannin serpiente, y el que Naruko hubiera aparecido solo había hecho que la situación empeorase. Ahora no solo debía preocuparse por su vida, sino por la de la Namikaze también. El haber salvado a Sakura fue un auto reflejo, pero en el fondo no quería que nada le pasase a la pelirosa. Puede que la considerase una molestia muchas veces, pero le había cogido un poco de cariño. Como si de una hermana menor se tratase. No quería que le pasase nada, y mucho menos a Naruko. No sabía cómo lidiar si algo le pasase a la rubia, y por eso se preguntó qué demonios debía hacer para salir de ese aprieto.

-Soy mas de lo que aparento a simple vista maldita serpiente - habla Naruko -. Parece que te has estado aprovechando de la situación, pero eso se acabo... ¡¡mientras este aqui no dejare que cumplas tus ambiciones miserable!!!-

El Uchiha maldijo para sus adentros, pues la actitud de Naruko con su oponente solo empeoraba la situación de los tres, tanto que empezaba a considerar como una idiota a la Namikaze por lo que hacia y se dijo que si la cosa seguía así los tres acabarían muertos. Siguió pensando y se dijo que no había otra manera. Por eso desactiva su sharingan.

-Espera- pide el azabache eso hizo que Orochimaru lo mirase de nuevo, pero también lo hicieron las compañeras del chico. Ambas fruncieron el ceño -. Te daré el pergamino. Por favor, llévatelo y déjanos en paz-

Eso hizo que Naruko abriera mucho los ojos, no solo porque recordaba a la perfeccion dicho momento en su vida pasada y por un momento intento pensar en que hacer, pues sabia que aunque le dieran el pergamino a Orochimaru este igual los atacaría y no podían perderlo por ende. Incluso Sakura se sorprendió por eso. En cambio Orochimaru sonrió.

-¡¡Espera, Sasuke!! – grita la rubia -. ¡¿Qué estás haciendo?! ¿Qué intentas hacer dándole al enemigo el pergamino?-

-¡Tú cállate! – ruge el azabache fulminándola con la mirada dejando a la rubia un poco trastocada. Ese no era su compañero. Ese no era Sasuke.

-Ya veo, eres listo – dice Orochimaru con agrado. En verdad le importaba un comino el pergamino -. La única esperanza que la presa tiene contra un predador... es darle alguna cosa para comer para salvarse él mismo.

-Tómalo- dice el azabache lanzado el pergamino.

Eso hizo que la rubia abriera aún más los ojos pero también le hizo reaccionar. Empezó a moverse con rapidez y consigue coger el pergamino, saltó sobre una rama para coger vuelo y hacer una serie de posiciones de mano para lanzar un ataque al sannin serpiente.

-¡Estilo de fuego. Jutsu bola de fuego!!!- grito la rubia con todas sus fuerzas lanzando una gran bola de fuego en dirección a Orochimaru

-¡Tú... usuratonkachi! – ruge el Uchiha al ver que la chica había intervenido -¡Que crees que estas haciendo no te metas! ¡¿No entiendes en qué situación estamos?!-

Pero Naruko no estaba escuchando. Ella se yergue con el puño cerrado y le da un puñetazo al azabache.

-¡¿Estupida por qué has hecho eso?!!! – gruñe Sasuke, el cual había tenido que saltar a una rama cercana para no caer por el puñetazo.

Naruko respiraba con dificultad por el uso de chakra en su ataque y mismo enfado que estaba sintiendo.

-Yo...olvidé la contraseña – susurra ella -, así que no puedo estar segura, pero... tú eres un falso Sasuke, ¿verdad?-

-Naruko, ¿qué... qué estás diciendo?- pregunta Sakura un poco trastornada por toda la situación.

-¡Usuratonkachi! – gruñe el Uchiha -. ¡Yo soy el verdadero!-

-Mentiroso – gruñe Naruko. No podía creer que el Sasuke que estaba frente a ella fuera el verdadero, pues ella estaba más que segura de que el Uchiha nunca entregaría el pergamino tan fácilmente. Sasuke no era así -. El idiota cobarde que veo delante de mí no puede ser el Sasuke Uchiha que conozco. Ademas.. yo sé que tan fuerte es ese maldito y.. ¡De ninguna forma nos deja ir si le damos el pergamino! Tú eres el que está asustado, el que no entiende la situación eres tu!-. Exclamo Naruko

-Naruko-chan... - dice Orochimaru con una ligera risa demostrando que el ataque que la rubia le lanzo no había surtido ningún efecto y veia como el azabache la miraba con los ojos muy abiertos

Naruko renace con una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora