Al entrar en el pasillo lo primero que veo es a la chica bebedora, Ana. Está de rodillas delante de dos hombres uno se masturba y el otro se está corriendo en la boca de Ana. Cuando termina, Ana empieza a comer de la polla del otro. Me cruzo con una flor. Es un chico de veinicinco años. Lleva slips blancos y está bronceado. Tiene un cuerpo de catálogo, musculado, definido. Mide más de metro ochenta y cinco. El se detiene a mi lado y me saluda amable, se llama Dean. Es muy cercano, muy sexy. Yo no puedo evitar acariciar su abdomen. Su tableta perfecta. Siento su excitación. Yo también me excito. El tacto de su slip es divino. Crece, él se contonea. Me besa. Yo cierro los ojos. Es la primera vez que beso a un hombre en mi vida y me está gustando. Pero no porque me guste eso, porque lo que me gusta es darle placer y me parece muy sensual. Miro a Ana que esta terminando de tragarse la corrida del otro hombre y la pido que venga. La flor, Dean, me sonríe. Yo saco su polla de los slips y empiezo a masturbarle. No es grande ni gruesa pero su tacto es adorable. Él gime despacio. Está muy excitado. Nina tarda un par de minutos en venir y ponerse de rodillas entre él y yo. Yo llevo con mi mano la polla de Dean a la boca de la bebedora de orgasmos. Ana empieza a mamarla y yo la acompaño moviendo su cabeza sin dejar de besar a Dean. Otra flor, una mujer se queda delante de nosotros y mete su mano debajo de sus braguitas blancas. Es una belleza exótica, parece India. De pelo largo y oscuro como los ojos. Me mira a mí y a Ana comiendole la polla a Dean. Espera así, mirándonos y acariciandose hasta que Dean se corre en la garganta de Ana. Después todos empezamos a andar cada uno por su lado. Llego a la primera zona temática. El embarcadero. Hay dos mujeres y un hombre sentados en las sillas. Delante de una de esas sillas hay una fila de personas sentadas en sillas normales. El terapeuta que atiende a esa mujer está trabajando con un aparato extraño en ella. Es como los que usan los fisioterapeutas para masajear la espalda. Una bola grande enchufada a la red eléctrica que se mueve muy rápido. Tiene unos guantes de látex puestos y la otra mano metida casi entera en el coño de la mujer. En un momento dado aparta su cuerpo de delante de ella y saca la mano. Sale disparado un potente chorro del coño de esa mujer a la vez que ella grita fuerte con los ojos en blanco. El líquido sale disparado más de cinco metros cayendo encima de la gente que hay sentada delante. Muchos abren la boca cuando llega. Después algunos extienden por su cara o su pelo los restos que les han salpicado. El terapeuta retorna con la mano sin dejar de aplicar las vibraciones en el clitorix. Otra explosión y el público que se vuelve a bañar. Un minuto después otra más.
Al hombre que está sentado en la silla de tortura le atiende una terapeuta como a la otra mujer. En este caso la terapeuta está masajeando la polla del hombre, pero a la vez con un vibrador alargado busca una zona específica dentro de su culo. Hay una mujer de pie al lado de ellos dos. Las mascaras del hombre y de la mujer que está de pie son idénticas, serán pareja. Cuando el hombre empieza a gemir la terapeuta dirige la punta de la polla de él hacia la mujer que se inclina sobre ella. La corrida es brutal. Sale semen disparado con mucha fuerza hacia su cara y su pecho. La cantidad es desorbitada y muy densa, blanca, completamente blanca esperma. Yo continuo por el siguiente pasillo mientras la gente de la sala cambia las sillas para ponerlas delante de la otra mujer que está en la silla restante. Dos chicas que estan juntas se acercan a los terapeutas que esperan para atender a alguien y consigo escucharles hablar.
-. ¿Podríais hacer coincidir un squirt de las dos?. Queremos bañarnos una a la otra a la vez.
-. Si, pero yo además quiero que me exciteis el perinéo… ( dice la otra).
En este pasillo hay menos tránsito ahora. Casi todas las personas hablan en parejas o grupos de cuatro. Una pulsera verde, una chica morena de curvas muy sugerentes se acerca a mí para hablarme.
-. Soy Lisa. Estoy aquí para hacerte feliz. Me encantaría pasar un buen rato contigo. Hoy no me he estrenado y necesito que me den duro… si te apetece me lo dices y vamos a una habitación.
Al parecer las pulseras verdes, los profesionales ejercen principalmente en las habitaciones que tienen puerta, de la planta baja. Me fijo y veo a una mujer con pulsera negra que entra en una de ellas con tres hombres de color con pulsera verde. Me despido de Carla y sigo paseando. Necesito ver a Amanda. Supongo que estara en la siguiente zona temática. La zona BSDM. La busco al llegar a esa zona con ansiedad. Lo primero que veo es a la chica perro atada el suelo como la primera vez que la vi. Dos hombres con traje parecido al mío y coleta la dan de beber de sus vasos como lo ha hecho antes Amanda. En una de las paredes hay un hombre atado con cuerdas de esparto, al que otro está dando pellizcos con la punta de dos dedos por toda la piel. Sobre una mesa hay una mujer con una bola grande negra dentro de la boca atada a lo que parece un bozal. También tiene las manos y tobillos atados a la mesa. Está de rodillas y detrás de ella un hombre con traje le está aplicando un dilatador anal pequeño y muy lubricado en vaselina. Amanda está en el lateral de enfrente a mi. Ha atado con gruesas cuerdas de esparto a un hombre a la pared por el cuello y las muñecas. El hombre tiene una capucha que le tapa completamente la cabeza. Me acerco a ella por la espalda sin poder dejar de mirar su culo. Cuando llego a su lado me quedo mirando al hombre de la pared. Tiene la piel llena de pinzas negras, unas más gruesas que otras. De los pezones cuelgan las más gruesas que están unidas entre sí por una cadena metálica brillante. Amanda cuando me ve sonríe ampliamente. Yo miro su cara y su sonrisa. No se parece demasiado a la cara de ángel que vi el día que la conocí. Ahora esa cara es pura perversión y lujuria. Amanda estira de la cadena hacia ella. La piel alrededor de los pezones del hombre empieza a estirarse poco a poco, cada vez más. Amanda se acaricia los labios del coño y la cara de lujuria multiplica su expresión por diez. Después me da una pinza de una caja que tiene al lado. Es gruesa, no tanto como las de los pezones, pero casi. Yo aprieto los extremos con dos dedos y me cuesta mucho abrirlas, son muy duras. Amanda me señala amable al hombre sin dejar de tirar con fuerza de la cadena que une su mano y los pezones de él. Yo observo con detenimiento al hombre que mueve rítmicamente sus caderas. Tiene una ereccion muy fuerte. Yo la acaricio con una mano y también recorro sus testículos. El hombre simula con el movimiento que está follandome la mano y yo le coloco la pinza en la piel de su escroto. El movimiento se magnífica a la vez que el gime de placer. Amanda mete su lengua en mi boca hasta el fondo y me toca los genitales de una forma muy erotica y placentera. Después me susurra que está siendo una noche magnífica y que esta muy cachonda.
-. Amanda, quiero saber una cosa. ¿ Vas a follar hoy con alguien, o sueles hacer esto toda la noche?.
-. Al principio experimenté todo lo que creía que se podía hacer aquí. Todo. Pero descubrí que me excita mucho ser ama. Las últimas veces he aguantado hasta que la fiesta ha terminado y al llegar a casa he follado con Jaime. Con correrme una sola vez me vale. Estos días en el laboratorio los uso para estar el máximo de horas así de excitada. Realmente tengo el coño empapado desde media tarde. ¿Que tal tu orgasmo de antes?. Estabas muy sexy corriendote en el coño de Nina.
-. Me hacía falta.
-. Tienes la polla igual que antes de esa corrida…
-. Me pone muy cachondo verte. Pero tu ya habías salido de casa bien follada.
-. Es normal, el pobre Jaime no podía venir… Pero dime, ¿ Quieres probar a ser mi sumiso, mi exclavo? O quizá quieres que te pegue o te sodomice…
-. No. Hoy al menos no. Quiero probar más cosas, aprovechar esta noche a fondo. Aprender.
-. Pues sigue con tu viaje. Nos veremos más veces por aquí, eso seguro.
Me voy después de colocar tres pinzas más en la piel del hombre.
Llego directo a la sala de la gloria buscando a Maika. Está sentada en una silla en una esquina. A su lado hay otra silla libre y me siento en ella . Maika sonríe amablemente y me pregunta que tal está siendo mi experiencia. Yo le confieso que reveladora. Maika me cuenta que ha empezado la velada con demasiadas ansias y que está agotada. Que va a descansar un rato y después se dará un paseo antes de seguir experimentando. La señora mayor del perro, Agatha, pasa por delante paseando a Carlos de su correa, pero Carlos y Maika ni se miran. Olfatea a todas las personas que se detienen a hablar con Agatha. Pero no hace nada más. Hasta que se cruza con una mujer tan mayor como Agatha y empieza a moverse nervioso. Agatha habla con la mujer y después la otra señora se levanta el vestido y lo baja con la cabeza de Carlos dentro, lamiendole el coño. No demasiado tiempo. Ha sido más un gesto de amabilidad dejar al pobre animal satisfacer su deseo, más que intentar buscar un orgasmo. Los tres siguen paseando en direcciones distintas.
En la sala, detrás de las paredes de madera hay dos mujeres y dos hombres. Yo me acerco a la primera mujer siguiendo el consejo de Amanda de ser amable con las personas de detrás de esos paneles. El letrero pone que quiere dedos abajo y mordiscos en los pezones. Yo introduzco dos dedos en su vagina y muerdo despacio uno de los pezones. A mi lado, muy cerca de mi, se pone una mujer de unos treinta años sonriendo y me dice que no lo hago bien, que debo apretar más los dientes y mover los dedos con vigor. Subo un poco la intensidad, pero esa chica me dice con la mirada que no es suficiente. Ella lleva guantes de látex negros. Me retiro y avanzo hasta el hombre que está en el siguiente puesto, pero mirando a esa chica. Ella mete cuatro dedos en la mujer y aprieta fuerte de afuera a adentro a la vez que muerde con fuerza los pezones de los pechos que asoman por los agujeros. El hombre que hay detrás de la madera donde estoy yo pide a través de los iconos que interactue con el de cualquier forma en el pene únicamente. Yo empiezo a mover mi mano de arriba abajo sin dejar de mirar a la chica que va detrás de mi, follar con toda la mano ya a la que está detrás de su madera y mordiendo con ganas en los pezones. Ella también me mira y pregunta: “¿ Principiante?. Hay que ser amables con estas personas porque podríamos ser tú o yo…¿ tan diferente es una polla de un coño para metertela en la boca?. ¿ Tan diferentes somos unas personas de otras?. “
Me decido y bajo mi boca hasta el pene de este hombre. Lo lamo despacio. Sabe a frutas… veo que huele como el gel lubricante que hay al lado de él. Lo meto en la boca unos segundos y continuo. El tercer puesto que ocupa el otro hombre está abierto de piernas ofreciendo no sólo el pene. También el culo. La chica que me sigue se presenta.
-. Me llamo Anastasia.
-. Yo Aitor y si, es mi primera vez.
Ella coje abundante gel lubricante con la mano y lo reparte por la polla que acabo de meterme en la boca. Camina un paso hacia mi, que he empezado a masturbar al hombre que tengo detrás de la pared. Anastasia me acaricia la mano despacio. Esta húmeda. Lo miro y es gel, acaba de impregnarme los dedos en gel. A la vez que retrocede un paso de espaldas y busca con el culo la polla que ella misma acaba de lubricar y me habla. Lleva una faldita negra de tablas y al parecer nada más debajo.
-. Prueba. Aquí nadie te va a juzgar. Si no te gusta no lo repitas, pero si te gusta….
Anastasia se clava la polla detrás con los ojos cerrados y respirando muy profundo. Yo meto dos dedos en el culo del hombre que tengo delante y le escucho gemir al otro lado de la pared de madera. Mientras ella se folla con el culo una polla, yo masturbo otra bastante más grande, hay que decirlo, a la vez que tengo dos dedos follando el culo de ese hombre. Son solo unos segundos y me voy hasta el último puesto ocupado en este momento. Es una mujer que está donde estaba Maika antes. A su lado hay condones y gel. Me pongo uno mientras Anastasia repite la operación de antes. Se moja la mano en gel, la extiende por la polla del hombre que ababo de estar masturbando y se la mete en el culo despacio. Goza mucho más que con la de antes. Yo me aplico gel sobre el condon y penetro el culo de esta gloria. Empiezo a follarmelo al mismo ritmo que Anastasia se folla el culo. Cuando ella para unos segundos más tarde, yo la cedo el último puesto de la gloria. Anastasia le mete dos dedos donde acabó de tener la polla mientras hablamos.
-. No todos los hombres son tan predispuestos su primer día. Eres un hombre muy interesante.
-. Siempre he tenido muchas fantasias, pero ni sabía que estás cosas existían.
-. Y no existen. Mañana deberás olvidar todo lo que has visto y oído aquí. Deberás olvidar todo menos tus sentimientos. Lo que hayas aprendido de ti es lo único importante que queda.
Anastasia me está mirando la polla mientras lo dice. Mientras mete los dedos en el culo de la mujer. Veo que Maika sigue mirándome desde la silla sonriente. Anastasia se separa del último agujero de la gloria y se acerca a mí. Sigue mirando abajo.
-. ¿ Puedo?. Solo un segundo… por favor.
Mi cabeza sube y baja para acceder. Ella me suelta el cinturón y el botón y me baja los pantalones. Aún tengo el condon puesto pero ella lo quita y pone uno nuevo. En cuclillas se mete mi polla hasta tocarme el abdomen con la nariz y empieza a hacerme una felacion. Solo unos segundos, no más de diez, después se acerca a una de las bandejas y coge con la mano gel. Me lo extiende. Se la clava detrás. Otros diez segundos. Después me quita el condon y me sube los bóxer y los pantalones. Quiere hablar algo más. Me sugiere que la acompañe a una esquina y se coloca de espaldas a una escultura. Se mete una forma falica doble antes de hablar.
-. Me encanta que los hombres cuiden su imagen más íntima. Que estes depilado es muy morboso y además tienes una bonita polla. Solo quería decirte que si más tarde coincidimos me gustaría compartir un orgasmo contigo.
-. Ha sido todo un placer hacer este recorrido contigo y he aprendido mucho. Quizá no sería mala idea compartir eso más tarde.
-. ¿ En el embarcadero?.
Anastasia ha jugado con su pulsera negra mirándome a los ojos. Hemos dejado de hablar después de eso y la he dejado follandose la escultura. En ese momento Maika estaba hablando con otra mujer y se han ido a una habitación. Yo sigo para completar mi segunda vuelta a la planta.
Al principio del pasillo hay una pareja muy joven, casi detrás de una escultura con forma de mujer que posa con las manos estiradas y un dedo de cada una de ellas apuntando. Me fijo en ellos detenidamente. Ella es una niña bonita de cabello cortito y usa lentes. Él también es muy apuesto, pero lo que me provoca mucho interés es la delicadeza con la que él tiene la mano metida en las bragas de ella, que a su vez acaricia el pene de él a lo largo. Ella me mira detrás de las lentes y sonríe. Después le susurra algo a su chico que me mira también sonriendo y me invita a acercarme a ellos. Se presenta el por los dos.
-. Somos Astaroth y Jimena. ¿ Que tal?.
-. Hola soy Aitor. Me encanta veros con la delicadeza que os estáis amando. ¿ Sois pareja, no?.
-. Si llevamos cuatro meses juntos y nos han invitado a esta fiesta. ( sus pulseras son como la mía). Esto es una pasada. No aguantabamos más y por eso nos hemos puesto aquí detras a meternos mano, pero queremos más…
Jimena acerca su cara a la mía. La voy a besar en las mejillas pero ella lo hace en mi boca y metiéndome la lengua sin poder dejar de gemir. Solo puedo decir, “ encantado de conocerte Jimena”. Astaroth acerca su cara a la mía y nos besamos de igual forma. Astaroth se ofrece…
-. Somos delicados, pero porque acabamos de llegar y Jimena… mira como está. Yo nunca la había sentido así de cachonda. ¿ Te gustaría tocar?.
Astaroth baja las braguitas de Jimena y veo que lleva el pelo del pubis arreglado pero abundante. Los labios depilados y el bello con forma de triangulo. Meto la mano dejando dos dedos estirados y empiezo a jugar en su humedad. El tacto del sexo de Jimena en mi mano me encanta. Es un coñito firme y suave… muy húmedo. Jimena gime más fuerte y Astaroth me sonríe feliz. Llevo mi otra mano a la polla de él, sobre la mano de Jimena. Nos besamos los tres a la vez y Jimena empieza a negociar con la cremallera de mis pantalones.
-. ( Astaroth) Queríamos probar algo que Jimena no ha hecho nunca. Buscamos un hombre educado y con respeto.
-. ¿ Un trío?.
-. Si, de momento… Jimena es la que decide lo que quiere que hagamos. ¿ Que te parece Jimena?.
-. Joder, que me encantaría follarme esta polla a la vez que la tuya…
Jimena consigue sacar mi polla de los pantalones y empieza a tocarme. Se deja resbalar por la pared hasta que su cara llega a la altura de nuestras pollas. La paro en seco. Tengo que ponerme un condon antes. Nos lo ponemos Astaroth y yo. Astaroth me besa, nos besamos. Yo miro la cara preciosa de Jimena tragandose mi polla hasta el final y pienso que es lo que me apetece. Esta pareja me apetece mucho y creo que mi siguiente orgasmo debe ser amable como el primero, pero más cerca de donde nunca he estado. No sé bien porqué, pero mirando la cara de Jimena mientras engulle mi polla lo tengo claro.
-. Quiero correrme en las gafas de Jimena.
Jimena sonríe complacida. Astaroth también. Buscamos una cama libre. En la sala circular, a parte de la cama redonda hay otras dos más, algo apartadas de las miradas de la gente, pero tampoco están escondidas. Una está libre. Jimena se tumba mientras se desnuda. Yo también me desnudo entero. Astaroth espera hasta que yo termino mirándome y él lo hace después. Yo mientras lo hace, dedico el tiempo a lamer el coño de Jimena mientras los dos le miramos a él. Cuatro mujeres que estaban cerca se han apollado en las columnas para vernos. Hay una columna cerca de cada una de las esquinas de la cama. Astaroth sube a la cama por detrás de Jimena y empieza a acariciarla el culo. Arrima su erección a la piel de la cadera de Jimena. Yo le acaricio la polla a él, que me mira curioso. Le pregunto si va todo bien.
-. Nunca me había tocado un tío.
-. Ni a mí. Ni yo había tocado a ninguno antes de hoy. Pero hoy estamos aquí para probar lo que desconocemos, ¿ no?.
-. Pues me encanta como lo haces…
Lamo la punta de la polla de él. Astaroth sonríe y cierra los ojos. Jimena no puede dejar de mirarme hacerlo, pero cuando intercambio los papeles me sigue mirando a mí en lugar de mi mano que masturba a Astaroth. La segunda vez que mi boca viaja al pene de él, lo meto entero. A la vez meto dos dedos hasta adentro en el coño de jimena. Dentro de ella hay más calor que en el infierno. Se mueve como si la estuviéramos follando los dos a la vez. Astaroth ha conseguido meter la punta de un dedo detrás de ella con delicadeza. Yo me levanto y voy a una de las columnas a coger un bote de vaselina. La mujer que está apoyada en esa columna me mira más que entretenida. Lleva puesta una minifalda blanca, tan corta que estando de pie se la ve sin esfuerzo la entrepierna.
-. Reventad a esa niña entre los dos y si os quedáis con ganas luego podéis hacerme a mí lo que queráis.. Vaya dos chicos más interesantes y vaya dos pollas preciosas… me encantaría ser ella ahora mismo.
Vuelvo a la cama y le paso a él la vaselina. Subo a la altura de la boca de ella. Jimena besa de una forma muy bonita. Es delicada pero apasionada, directa pero cautelosa. Está subiendo una cuesta hacia el placer, pero quiere disfrutar despacio de todo el viaje, no sólo de llegar a la meta. Yo la ayudo también. Sin dejar de besarla meto otra vez los dos dedos centrales de mi mano derecha en ella y juego a abrir y cerrar la mano, despacio. Astaroth consigue sin tener prisa lubricar y dilatar su culo lo suficiente con los dedos. Le beso a él antes de bajar lamiendo la piel de jimena. Es una piel clara y tersa. Sabe a juventud, a vida. Su coño me sabe a pasión y a cariño. Lo lamo. También el pene de Astaroth, dos veces antes de cogerlo con la mano y acercarlo al sitio oportuno para que él se decida a penetrar a Jimena por detrás. Ella gime muy fuerte en ese momento y espera disfrutando así un tiempo. Cuando se ha acostumbrado me llama por mi nombre. Astaroth está follandola el culo muy, muy despacio.
-. Aitor. ¿No vas a querer meterme la polla nunca, o que?.
Subo por su cuerpo y la penetro. De menos a más, sincronizandome con Astaroth. Él marca los tiempos y los va acelerando. Jimena no para de besarme de esa forma tan placentera pero además me mira continuamente con la cara de placer más bella que he visto en una mujer tan joven, nunca. Tomamos diferentes posturas. Durante poco tiempo cada una de ellas pero siempre Astaroth detrás y yo delante. Jimena nos pide que nos pongamos de pie y lo hacemos sin salir ninguno de los dos de ella. De pie en el suelo, Astaroth y yo uno enfrente del otro y Jimena ensartada en nuestras pollas besandome sin parar, desatada ya. Con un leve movimiento de nuestros brazos Jimena sube unos quince centímetros y la dejamos caer a plomo clavandose nuestras pollas a la vez. Otra vez y otra más. Una de las mujeres que nos miraba se ha tumbado en el suelo debajo de Jimena para verlo de cerca. Jimena empieza a gritar. Se corre salpicando unas pocas y diminutas gotas en la cara se esa mujer. Cuando la bajamos al suelo no puede dejar de gemir. Yo estoy a punto de correrme y se lo susurro a los dos. Jimena se arrodilla ante mí y empieza a comerse mi polla. Astaroth se arrodilla también. Los dos me dan suculentas lamidas en mi capullo. Agarro la cabeza de Astaroth y le follo la boca intensamente unos segundos. Él no recela, traga a gusto mis embestidas. Cuando siento que me voy a correr me quito el condon. Jimena se ha puesto muy sonriente a unos veinte centímetros esperando y sin dejar de mirarme a la cara y él ha hecho lo mismo que yo, se ha quitado el condon y se masturba de pie apuntando a las gafas de Jimena. Primero empiezo a correrme yo, pero antes de que termine, Jimena empieza a recibir también el semen de él en la cara sin cerrar los ojos. Cuando terminamos la chica que había estado mirando todo más de cerca se apresura en acercarnos una toalla a cada uno a la vez que nos besa agradecidamente a cada uno de los tres. Cuando me besa a mi me susurra que se ha corrido viéndonos y que le encanta mi polla, pero que Astaroth la tiene más grande.
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Cama Redonda. +18
General Fiction+18. Bienvenidos a la fiesta swinger más extrema de la que vais a oír hablar nunca. Cualquier cosa que escondas en lo más profundo de tus deseos, cabe en esta fiesta.