Las nuevas formas de relacionarnos. Fin.

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Han pasado semanas, meses de aquel día, de después de la fiesta de máscaras. Es increíble, el poder de la mente, que nos hizo estar a los cuatro en aquella cama, más de dos horas teniendo sexo. Y eso, después de solo unas horas de pasar la fiesta de la noche anterior. Dejamos pasar tres o cuatro semanas y una tarde al volver del trabajo, Laura me estaba esperando para salir a pasear. Habíamos creado una preciosa rutina de pareja, basada en el amor entre ella y yo. Como cualquier pareja normal. A veces ella se ausenta varios días, por trabajo, pero en esas ocasiones, hablamos todos los días por teléfono. El resto del tiempo, hacemos lo que todas las parejas enamoradas. Rutinas del hogar, paseos o deporte en pareja, salidas al cine o a cenar. Todo normal. Nunca hablamos del resto de nuestras aficiones hasta que uno de los dos, quiere algo en otro sentido. Entonces, tenemos claves. Yo, en el caso de querer algo, cojo de su vestidor unos pantalones vaqueros muy desgastados, que me quedan muy ajustados. Su señal para hacerme ver que quiere hablar conmigo, es dejar abierta la puerta de la sala del sótano. Bueno, en ese caso, quiere hablar con Z y no es Laura, es Amanda. Hoy al legar a casa me ha dicho que teníamos que darnos prisa si queríamos ir a pasear, porque teníamos que hablar en el sótano después. He preferido saltarme el paseo. Ella también.

He ido a su vestidor, me he puesto esos vaqueros y he bajado a la sala. Media hora más tarde ha aparecido Amanda, cerrando la puerta, tras de sí. Hoy viene con un body de látex azul eléctrico y tacones rojos. Yo la esperaba de rodillas en mitad de la sala, con la cabeza agachada. Al llegar ha acariciado mi pelo. Me ha expresado que lo que quería era hablar, únicamente. Pero que como tenemos tiempo, ya se verá.

-. Este fin de semana, tu ama tiene trabajo. Hay una zorra, Almudena se llama, que necesita de mis atenciones. ¿Algún problema?.

-. No mi ama. Siempre tienes más de lo que me merezco. Es normal que necesites más, que sólo yo.

-. Bien. Tu ama quiere que estés en esa sesión, para que aprendas más.

-. Gracias por pensar siempre en mí, ama.

-. Bien. Además, puede que necesite algo de ti, en esa sesión. ¿Es problema?.

-. Nada que quiera mi ama, que pueda aportar yo, es problema, ama.

-. Bien. Aparte de esto, tu ama está preocupada. Aún no has concertado ninguna sesión con tu zorra, Dulce.

-. Sí lo he hecho, mi ama. Hemos concertado una, para el fin de semana siguiente.

El tortazo que me da, es inmediato. No duele, solo me reafirma en mi error. He concertado una cita con ella, esta misma tarde y aún no había podido decírselo a Amanda. Trato de explicarme, pero recibo un nuevo castigo en forma de bofetada. No la importa lo que yo haga, solo que me humille. Lo hago. Me postro más ante ella. Amanda va al armario y vuelve con unas esposas. Me las pone con mis manos en la espalda. Seguido me ordena seguirla hasta la cruz de San Andrés. Me ata por el cuello y los tobillos a ella. Baja la cremallera de mis pantalones y me saca la polla. Está en estado de erección plena. Amanda empieza a lamer mi cuerpo, toda mi piel. A veces muerde. Son mordiscos delicados en zonas erógenas. Las orejas, el cuello, los pezones... No escatima algún roce descuidado a mi polla, pero rehúye de atender esa zona directamente. El suplicio dura lo suficiente para que a ella le parezca poco. Me venda los ojos. Empiezo a escuchar un vibrador. Me roza la cara con él.

La tarde fue épica. Amanda me hizo gozar más de lo que yo pensaba que podía hacerlo. Al final, después de someterme más de una hora, me hizo el amor. Empezó siendo Amanda a hacerlo, y esa fase era puro sexo duro. Yo ya estaba para esas alturas sobre la mesa del billar, atado a ella y con los ojos vendados. Amanda se subió encima de mi polla y empezó a follarme muy fuerte, muy morboso y muy agresiva, pero se fue apagando, dulcificando. Me soltó de mis ligaduras y me quitó la venda. Ya no era Amanda, era Laura. Y ya no me follaba, me hacía el amor. Se corrió y yo le seguí al momento. Ya en la cama, esa noche, me preguntó por Eva y yo le expliqué que esa tarde me había llamado para pedirme concertar su primera sesión conmigo.

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⏰ Última actualización: Jul 31 ⏰

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