¿Se puede ser una pareja sexual, de cuatro?

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Me siento en la cama redonda, para deshacerme de los pantalones y cuando lo hago, enfrente de mí, Julia se quita el salto de cama y se sube en mí a horcajadas. Nos besamos. Es un beso pausado, tranquilo, sensitivo. Romántico, incluso. A un metro de nosotros, Eva se está terminando de quitar el corsé. Laura ha ido hasta uno de los muebles y cuando viene a la cama, ya no tiene el tanga, pero conserva los zapatos. Va directamente delante de Eva y empiezan a hablar.



A pesar de que Julia con mucha calma, me agarra de la polla para llevarme dentro de ella, yo me concentró en escuchar a Laura y a Eva hablar, evadiéndome de sentir el calor de Julia, ignorándolo. Me empieza a cabalgar muy despacio, sin dejar de besarme.



Laura le dice a Eva que no tiene que temerla. Le explica, que ella no solo acepta la relación que vamos a empezar entre Eva y yo, que la fomenta. Eva le confiesa a Laura que no le teme a ella, pero que Amanda le provoca pánico. Laura besa a Eva a la vez que muestra aquello a por lo que ha ido hasta ese mueble antes de venir a la cama. Es un arnés negro, dotado en un extremo de una preciosa polla de gran tamaño, y en el otro de una protuberancia con dos zonas que vibran. Una para la zona exterior y otra para introducirse, la mujer que se coloque el arnés. Eva ayuda a Laura para que se lo ponga y lo ajuste bien. Todos vamos al centro de la cama, yo con Julia cabalgando al mismo ritmo mis caderas y ellas abrazadas y besándose.



En mitad de la cama tumbado, recibo un beso apasionado de Eva. Laura y yo estamos igual, tumbados uno contra la cabeza del otro. Eva y Julia están encima de nosotros follándonos. Se turnan ellas dos, en besarme. Hay dos cosas que me obligan a cambiar de postura. La primera es que mi excitación es ya muy elevada y necesito más. La segunda es que no puedo, no ver a Laura con ese arnés, follando a otra mujer. Tumbo a Julia en la cama y me pongo encima de ella. Julia grita un par de veces, con mis primeras embestidas, más acaloradas. Entonces hay algo que parece menos importante de lo que será. Laura le pregunta a Eva, qué era eso que hemos pactado entre nosotros y ella le responde que quiere que sus sesiones terminen como antes hemos hablado. La mirada que me dedica Laura es dulce. Sujeta del cuello a Eva acercando sus cabezas y le susurra algo. Después las dos se besan y cambian en su acción. Laura se levanta y vuelve en un segundo, pero Eva, ya está de rodillas en la esquina de la cama. Laura ha traído lubricante.



Julia y yo dejamos de follar entre nosotros para besar, acariciar y lamer los cuerpos de Eva y de Laura, dándolas tiempo. El tamaño de la polla que tiene ese arnés, lo requiere. Cuando todo el mundo advierte que Eva empieza a disfrutar de la penetración anal con ese aparato, yo me meto entre sus piernas. Me tumbo. Julia se ha puesto de rodillas frente a Eva, poniéndome el coño en la boca. Todos sabemos qué final se merece todo esto.



Yo no veo casi nada. Solo en culo de Julia. Los sonidos que me llegan, son los gemidos de tres mujeres, pero intento concentrarme en escuchar solo a Eva. Esta acción, está destinada a ella exclusivamente. Quiero intentar aguantar hasta que se corra. Laura está haciendo todos los esfuerzos para ello, pero tiene dos vibradores, mancillando sus esfuerzos en un doble sentido. No consigue, no correrse antes que ella. Una vez lo hace, ya no se opone y repite más de una vez. Julia está besando y abrazando a Eva, pero yo también estoy concentrado en comer su coño lo mejor que sé hacerlo. También se corre antes que Eva. Por fin, creo escuchar cuando llega el ansiado orgasmo de ella. Me dejo fluir. Mi semen también fluye dentro del coño de Eva. Me vacío por completo. Cuando cesa todo, las tres se afanan en hacer desaparecer todos los orgasmos, con sus bocas. Somos un nido de carne, de personas que se afanan en lamer y absorber, de los sexos de los demás.


Cama Redonda. +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora